Miguel Ángel Gallardo: “El PSOE extremeño no puede ser una sucursal de Ferraz”

Miguel Ángel Gallardo (Villanueva de la Serena, Badajoz, 50 años) sucedió en marzo a Guillermo Fernández Vara al frente del PSOE de Extremadura. El domingo celebrará su primer Día de Extremadura como secretario general y el sábado marcará perfil propio en el comité federal del PSOE, en el que se establecerá el calendario de renovación de la estructura del partido con la aprobación ...

Miguel Ángel Gallardo (Villanueva de la Serena, Badajoz, 50 años) sucedió en marzo a Guillermo Fernández Vara al frente del PSOE de Extremadura. El domingo celebrará su primer Día de Extremadura como secretario general y el sábado marcará perfil propio en el comité federal del PSOE, en el que se establecerá el calendario de renovación de la estructura del partido con la aprobación del 41º Congreso Federal de noviembre en Sevilla, exponiendo sus diferencias con la financiación acordada con ERC para Cataluña.

Pregunta. ¿Qué va a defender ante Pedro Sánchez en el comité federal de este sábado?

Respuesta. Voy a defender ante el PSOE, no solo ante el secretario general, lo que siempre hemos defendido desde Extremadura, y es la apuesta clara por una España de oportunidades donde la redistribución de la riqueza y la justicia social sigan siendo el ADN de lo que representan las políticas socialistas.

P. Usted pidió hace más de un mes la convocatoria del Consejo de Política Federal, es decir de los secretarios generales de las federaciones del PSOE, tras conocer el acuerdo con ERC sobre la financiación para Cataluña. ¿Qué le contestaron desde Ferraz?

R. Lo que hemos pedido es que haya diálogo y, sobre todo, que haya debate. Estamos hablando de algo muy trascendental y el partido siempre ha sido un partido de debate, de divergencias, que no tienen por qué ser necesariamente posturas contrapuestas, sino que pueden ser perfectamente complementarias y que enriquecen el debate. A todos nos cogió muy de sorpresa el acuerdo y, a simple vista, hay elementos para la preocupación desde Extremadura. Yo he aprendido de Ramón Rubial que por encima del partido está España, y de Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara que los intereses de Extremadura están por encima de los intereses del partido.

P. ¿Pero le dieron explicaciones desde la cúpula del partido o del Gobierno?

R. La respuesta a la preocupación que podamos tener ha sido la convocatoria de un Congreso Federal, le agradezco al secretario general que se celebre porque es el máximo órgano donde se toman las decisiones que van a marcar la estrategia del partido en los próximos años. El Congreso Federal siempre es un espacio de reflexión, de debate, de escuchar los distintos matices. Este país tiene muchos matices y yo no voy nunca a ir contra la voluntad de Cataluña de tener una mejor financiación porque es lo que defiendo para Extremadura. Pero esa financiación siempre debe partir de la base de un Estado hidratado. No podemos deshidratar a un Estado para que se hidraten las comunidades autónomas porque perdemos los principios de justicia social y de redistribución de la riqueza. Yo me afilié al PSOE fundamentalmente porque yo soy fruto del ascenso social que impulsaron los gobiernos socialistas, de que el hijo de un jornalero no tuviera que ser jornalero necesariamente sino que con su esfuerzo y que con más o menos talento pudiera ser lo que quisiera ser. Yo aspiro a que esa redistribución de la riqueza en España impulse que cualquier extremeño pueda ser lo que quiera ser no porque sea extremeño, sino porque tiene la capacidad como español de tener las mismas oportunidades que todos.

P. ¿Ha faltado comunicación?

R. Sí, he echado en falta que haya habido un espacio de diálogo y de reflexión. Cuando se trasladan divergencias públicamente es porque previamente no ha habido ese espacio de diálogo. Es necesario que podamos dialogar, hablar, que podamos ofrecer nuestros puntos de vista, nuestros matices, sobre todo nuestras preocupaciones. Porque al final, si nosotros tenemos información, podremos informar a los demás. Es imposible poder trasladar un mensaje si careces del mismo. Agradezco al secretario general que este adelanto del Congreso sirva fundamentalmente para establecer el marco de la España que queremos.

P. ¿Le convencen los argumentos que el Gobierno ha dado en público?

R. Las explicaciones de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda [María Jesús Montero] en las que habla claramente de que no hay un concierto ni un cupo para Cataluña y que se va a garantizar la igualdad de los españoles han sido un mensaje de esperanza. Pero al mismo tiempo a mí me gustaría conocer más en detalle qué es lo que va a representar ese sistema de financiación. El presidente también ha dicho que va a tener una reunión con todos los presidentes y presidentas autonómicos para explicar un modelo que tiene que ser también el de la corresponsabilidad fiscal. Estoy completamente de acuerdo en que no puede ser que haya más dinero para que las comunidades del PP apliquen amnistías fiscales a los privilegiados. En mi tierra, María Guardiola le ha bajado los impuestos a 1.200 privilegiados perjudicando a más de un millón de extremeños, dejando de ingresar 70 millones de euros que equivalen a ocho colegios públicos o seis institutos de educación secundaria. Con decisiones así no solamente estás impidiendo que haya igualdad, sino que además estás mandando un mensaje de que te sobra financiación. No puede ser, y en esto coincido plenamente con el presidente del Gobierno, que algunas comunidades estén aplicando el dumping fiscal en base al esfuerzo en los impuestos de otras.

P. ¿El acuerdo firmado con ERC es una financiación singular para Cataluña o un concierto económico?

R. Defiendo una financiación que no rompa la caja única y que asuma la singularidad de cada territorio de España. Nuestra singularidad es la baja densidad poblacional en un territorio inmenso donde los servicios públicos son mucho más costosos que donde hay una concentración poblacional como Madrid. Insisto, yo no aspiro a que Cataluña tenga una peor financiación. Aspiro a que todos tengamos una buena financiación.

P. La ejecutiva del PSOE de Extremadura ha reclamado un nuevo sistema de financiación “basado en la igualdad y la justicia social”. ¿El pacto con ERC va en contra del principio de igualdad entre españoles?

R. Pedimos y exigimos lo que está en el ADN del PSOE, que es la redistribución de la riqueza y la justicia social. Tenemos dudas de que eso pueda ser así y por eso queremos un debate para la reflexión, de encuentro, de unidad y, sobre todo, de acuerdo. Partimos como documento ideal de la Declaración de Granada y, posteriormente, la Declaración de Barcelona, que fueron asumidos por todos los secretarios generales del PSOE y que podrían ser perfectamente asumibles por cualquier partido político. España ya es un Estado federal, llamado Estado de las Autonomías. Lo que nosotros buscamos es un Estado federal simétrico, en ningún caso la asimetría puede ser un concepto de igualdad para el conjunto.

P. ¿Qué supondría para Extremadura la salida en la práctica de Cataluña del grupo de comunidades de régimen común?

R. Eso no es posible. La Constitución impide que pueda ser así. Cataluña no puede salir del sistema del régimen común sin que haya un cambio de la Constitución y no veo yo que haya un consenso para que se pueda producir eso. Además, no sería positivo para el conjunto del Estado: cuando una comunidad que es aportadora sale del sistema, las que aportan aportarán más y las que reciben recibirán menos. Pero esto no es una cuestión de cantidad, es una cuestión de qué modelo de financiación deseamos. No podemos depender de la coyuntura de los ciclos económicos, que unas veces son alcistas y otras bajistas.

P. ¿Decir todo esto le convierte en un barón crítico?

R. No creo, estoy convencido, que el secretario general nos tilde de buenos o malos en función de lo que pensemos. Me llevaría una decepción. En sus declaraciones ha ido en la línea de que quiere líderes territoriales pegados al territorio y yo lo que traslado, que puede coincidir o ser divergente, es un anhelo para los extremeños y las extremeñas y que sirve para el conjunto del país: que haya justicia social y redistribución de la riqueza, algo íntimamente ligado a los principios del socialismo. Y para eso se necesita un Estado fuerte que las garantice. La lealtad es aquel que te dice lo que piensa, aunque no te guste. Eso siempre te hace mejorar. Siempre, a lo largo de mi carrera política, he huido de los fieles, que te dicen lo que quieren escuchar, no tanto para que esa opinión te sirva, sino fundamentalmente para que les sirva para mantenerse a ellos mismos. Y eso es algo de lo que tiene que huir desde mi punto de vista cualquier líder.

P. Sánchez espera que el Congreso Federal de noviembre sirva para alinear el discurso territorial. ¿Cree que eso es lo que pasará?

R. Cuando el presidente dice para alinear es porque probablemente está pensando en que el documento marco que se presente y que luego se apruebe recoja todas las sensibilidades que tiene el PSOE. Mientras, el PP sigue sin celebrar un Congreso desde 2017, otro ejemplo de que el PSOE y el PP no se pueden parecer nunca.

P. El Congreso Federal dará paso al resto de congresos territoriales. Usted fue elegido en primarias en marzo con el 56,2% de los votos. ¿Se siente consolidado, sigue manteniendo ese respaldo?

R. Estoy convencido de que se ha reforzado. Lo que he hecho estos cinco meses es poner por encima del liderazgo personal los intereses de Extremadura. Prefiero que alguien se enfade conmigo porque digo lo que pienso, a trasladar algo que pueda quebrar la confianza de la gente. Creo firmemente en la política como instrumento imprescindible para cambiar la realidad de las cosas, que hoy está tan crispada es consecuencia de que hemos convertido gran parte de la política en politiqueo. Ese politiqueo es lo que hace que la gente desconecte de la política y de los partidos y opte por opciones que suelen ser como el curandero frente al médico, que te dice lo que quieres escuchar aunque luego te vaya a matar.

P. ¿Le preocupa encontrarse con una candidatura alternativa por haber explicitado sus discrepancias?

R. Eso es lo mismo que decir que desde Madrid se va a impulsar una candidatura. No lo creo porque el secretario general federal dijo que quería líderes territoriales fuertes. Y uno es un líder territorial fuerte cuando defiende los intereses de su región. El PSOE de Extremadura no puede ser una sucursal de Ferraz, yo no creo que en la cabeza de nadie esté que haya sucursales de Ferraz en los territorios, sino que se quiere, se busca, a personas que tengan criterios y, sobre todo, que puedan sumar al conjunto del país con distintos matices. Huyo de que haya buenos o malos [secretarios generales], porque todos queremos aportar. Dicho todo esto, a mí no me da miedo que haya primarias en Extremadura. Por una sencilla razón: porque es la expresión democrática y si algún compañero o compañera la desea, pues están ahí. ¿Es bueno para la organización cuando el partido ha hablado hace sólo cinco meses? Creo que no lo es, pero en cualquier caso estoy encantado de poder contraponer un modelo y un proyecto para la región si así alguien lo desea.

P. ¿Entonces cree que Ferraz impulsará alternativas a los secretarios generales de algunas federaciones?

R. Yo es que no concibo que eso se pueda hacer, porque al final va contra los principios de las primarias. Impulsar candidaturas porque uno puede ser divergente al final es un error, porque quienes votan no son los que las impulsan, sino que son los que están en el territorio, son los militantes y las militantes.

P. ¿Los barones del PSOE pagan el desgaste por la amnistía o ahora por la financiación?

R. La amnistía, de la que no fui partidario, ha significado que en el resto del territorio hayamos tenido que hacer un mayor esfuerzo para que la ciudadanía lo pueda entender y en algunos casos no se ha entendido. Pero si al final el objetivo es la cohesión del país y el reencuentro de Cataluña con el resto de España, merece la pena el desgaste. La amnistía ha podido desgastar de la misma forma que han reforzado otras medidas de la gestión de Pedro Sánchez, como la subida de las pensiones, que beneficia a 220.000 extremeños, o la subida del salario mínimo interprofesional, que ha afectado a 70.000 extremeños.

P. El PSOE extremeño fue el más votado en las autonómicas aunque no gobierna. La ruptura del PP y Vox deja aún más en minoría al Gobierno de María Guardiola en el Parlamento con 28 diputados, los mismos que el PSOE, y 37 de la oposición.

R. Es el Gobierno de la nada. Guardiola no ha aprobado ni una sola ley en la Asamblea de Extremadura y se ha limitado a vivir de las rentas de los proyectos del anterior gobierno socialista mientras se enfrentaba con el de España. ¡Pero si ha suprimido la gratuidad universal de los comedores escolares! Y no se ha opuesto al voto en contra del PP a la senda de estabilidad en el Congreso y el Senado, que supone que Extremadura deje de recibir 200 millones de euros y los ayuntamientos otros 40 millones.

P. Usted también es presidente de la Diputación de Badajoz. El pseudosindicato de ultraderecha Manos Limpias les ha denunciado a usted y a David Sánchez, hermano del presidente, por hechos que según la jueza que abrió la causa pueden ser constitutivos de los delitos de malversación, prevaricación, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito y contra la Hacienda Pública.

R. Estoy muy tranquilo, confío y creo en la justicia. La jueza está haciendo lo que debe de hacer y lo está haciendo con diligencia, pero es desazonador por lo que supone el desgaste personal y profesional de alguien como David, solo por ser el hermano del presidente del Gobierno.

P. El hermano del presidente trabaja desde julio de 2017 en la orquesta del Conservatorio de Música de Badajoz, y coordina esa actividad en este organismo.

R. Se eligió al mejor profesional sin que su hermano fuera nada, porque en 2017 Pedro Sánchez no era presidente del Gobierno. Yo en las primarias de ese año ni siquiera le voté. David Sánchez es un gran profesional y lamento que se haya visto inmerso en toda esta injusticia.

P. ¿Qué supone suceder a Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara?

R. Es una enorme responsabilidad, una gran satisfacción y ante todo un privilegio ser secretario general del Partido Socialista en Extremadura. Somos un partido de gobierno que ganamos las últimas elecciones y que trabaja precisamente para recuperar la confianza de los extremeños y volver a gobernar en 2027.