Sectores del PSOE de Madrid reprochan a Lobato falta de autocrítica por el resultado en las europeas

La dirección federal afirma que no impulsará un relevo orgánico mientras el secretario general defiende que crece y se consolida a costa de Más Madrid

Desde la izquierda, José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Sánchez, Teresa Ribera y Juan Lobato, en Fuenlabrada (Madrid), en el cierre del PSOE de la campaña de las elecciones europeas, el 7 de junio.Santi Burgos

Las elecciones europeas han dejado al PSOE con resaca en Madrid. Pedro Sánchez salvó el domingo el plebiscito de Alberto Núñez Feijóo, pero la diferencia con la que el PP se impuso a los socialistas en uno de los grandes bastiones de la derecha ha agitado los ánimos en el siempre convulso PSM. La candidatura de Dolors Montserrat concentró en la comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso la mitad de los 700.000 votos que le dieron la victoria. El presidente del Gobierno reconoció el lunes por la mañana, ...

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Las elecciones europeas han dejado al PSOE con resaca en Madrid. Pedro Sánchez salvó el domingo el plebiscito de Alberto Núñez Feijóo, pero la diferencia con la que el PP se impuso a los socialistas en uno de los grandes bastiones de la derecha ha agitado los ánimos en el siempre convulso PSM. La candidatura de Dolors Montserrat concentró en la comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso la mitad de los 700.000 votos que le dieron la victoria. El presidente del Gobierno reconoció el lunes por la mañana, en la reunión con la ejecutiva federal del PSOE, su preocupación por los 348.762 votos y 12,5 puntos de distancia que el PP le sacó en la federación en la que milita. Ya por la tarde, la dirección del PSOE madrileño hizo un análisis “benévolo” de los resultados según varios de sus miembros, que reprochan al secretario general Juan Lobato, “falta de autocrítica”.

Lobato, que lleva dos años y medio en el cargo, esgrimió que Madrid recortó 110.000 votos con el PP y aportó 782.765 votos el 9-J, solo por detrás en términos absolutos de Andalucía (935.603), cuyos resultados tampoco han gustado en Ferraz y La Moncloa, y por delante de Cataluña (732.362). Sin embargo, la relevancia de la aportación del PSC fue su diferencial de más de 400.000 votos al PP, que permitió paliar la ventaja del PP en gran parte de España. A los críticos de la dirección del PSOE madrileño también les chirrió que se destacara que fuesen el partido más votado en 23 localidades (Madrid tiene 179) y cinco de los 21 distritos de la capital. “Fue un discurso defensivo”, afirma un dirigente que apoyó a Lobato en las primarias de 2021, en las que se impuso con un respaldo del 61% a la candidatura del alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala.

Fuentes de la cúpula del PSOE también discrepan y sentencian que “los datos no han acompañado” en la región, donde se han obtenido dos puntos menos que el resultado a nivel nacional, aunque recalcan que nadie ha pedido un congreso extraordinario contra Lobato ni Ferraz se plantea un relevo orgánico. Al menos de momento. “Es necesario mejorar los resultados, pero la dirección federal no cuestiona los liderazgos. Cada territorio tiene que hacer una reflexión”, alegan fuentes del máximo nivel del PSOE, que contemplan el escenario de que se celebren primarias en los territorios donde no gobiernan para consolidar o renovar los liderazgos. Pero en todo caso no sería hasta después del Congreso Federal, cuya fecha dependerá de que Salvador Illa logre ser investido president en Cataluña y de que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado para 2025. La cúpula del PSOE subraya que la reflexión que hizo Sánchez con su cúpula “no era en clave orgánica” e incluso destacó la dificultad añadida que supone Madrid, donde el PSOE no gobierna desde los años noventa ni la comunidad ni la capital de España y donde los socialistas ubican “el epicentro de la máquina del fango”, en referencia al poder institucional, mediático y judicial cuyo objetivo sería tumbar al Gobierno.

Juan Lobato, interviene en un acto en la Plaza Puerto Rubio (Madrid) el 3 de junio. Ricardo Rubio (Europa Press)

Lobato sostiene que en las elecciones generales del 23-J y en las elecciones europeas se ha producido un “cambio cualitativo” en el que el PSOE ha recuperado su condición de “alternativa de gobierno” y “referente” de la oposición en detrimento de Sumar y su marca autonómica de Más Madrid. Lobato se estrenó como secretario general en noviembre de 2021 con el PSOE en una estimación de apoyo del 12,9% según una encuesta interna. Más Madrid prácticamente duplicaba a los socialistas (23,8%) y el PP estaba en otra liga: 38,8%, es decir, a 26 puntos. “Ahora son 12,5″, esgrimen en el círculo de Lobato. En su primer examen en las urnas, las autonómicas del año pasado, los socialistas, con 610.000 votos (18,2%), subieron tres escaños, pero Más Madrid (18,3%) se mantuvo como segunda fuerza por 5.453 votos; Ayuso quedó a casi un millón de votos y 30 puntos (47,3%). Dos meses después, el PSOE se desmarcó con 450.000 votos más que la plataforma de Yolanda Díaz y un millón de votos (27,8%, a 12 puntos del PP). La distancia con Sumar se agrandó en las europeas (620.000 votos), con un apoyo del 28,15% frente a un 5,8% que fue uno de los factores de la renuncia de Díaz como coordinadora de ese espacio. Pero el PP volvió a lucir músculo con 1,1 millones de votos (40,7%).

“Lo que consolida este resultado es que la alternativa a Ayuso no pasa por otro partido que no sea el PSOE”, analizó Lobato, que en la Ejecutiva del lunes anunció la convocatoria de unas jornadas de convivencia el 21 y 22 de junio con el propósito de hacer un análisis crítico del último año. Hay reproches a Lobato que tienen que ver con su falta de entusiasmo defendiendo la ley de amnistía. También le piden ser más incisivo con Ayuso. Los críticos se dividen sobre la estrategia a seguir para ampliar el electorado. “Falta un mensaje clarísimo de izquierdas para atraer votos de Más Madrid. Nuestro espacio es nuestra izquierda. Nuestro gran enemigo político es Más Madrid, que está en un momento de debilidad, no los exvotantes de Ciudadanos que en Madrid está claro que son de derechas”, piensa un alcalde. Otros dirigentes creen, en cambio, que no se puede renunciar a los votantes moderados y ponen de ejemplo la victoria de Ángel Gabilondo en 2019. Lo consiguió con 880.000 votos (27,3%), pero Ayuso —720.000 votos (22,2%)— gobernó gracias a Ciudadanos.

La falta de paciencia histórica que el PSOE ha demostrado en Madrid, con decenios de candidaturas turbulentas impuestas por Ferraz, sin que les den tiempo a arraigar, es uno de los factores que juegan a favor de Lobato. Los barones socialistas también tienen muy presente que Sánchez urgió tras el fiasco de las elecciones gallegas a “consolidar liderazgos” en las comunidades, y que, por lo tanto, una intervención en Madrid iría en contra de ese propósito. Pero eso no quiere decir que Lobato lo vaya a tener fácil. Para empezar, por el frente interno. “El problema de Lobato no es Ferraz, es el PSM”, resumen en el PSOE estatal. “Este debate se abrirá cuando lleguen los procesos orgánicos. Dependerá de lo que transmita Pedro”, zanja uno de los secretarios generales más importantes de Madrid.

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