Imputado un mando de la Guardia Civil por presunto cohecho en el ‘caso Koldo’
El juez Ismael Moreno deja en libertad al agente, pero le retira el pasaporte y le prohíbe salir de España
La investigación del caso Koldo añade una nueva pieza. El magistrado Ismael Moreno, instructor de la Audiencia Nacional, ha imputado a un mando de la Guardia Civil, R. V., por su presunta implicación en la trama de comisiones ilegales con la compra de mascarillas en lo peor de la pandemia, y que afecta, entre otros, a Koldo García, antiguo asesor del exministro socialista José Luis Ábalos. Según ha in...
La investigación del caso Koldo añade una nueva pieza. El magistrado Ismael Moreno, instructor de la Audiencia Nacional, ha imputado a un mando de la Guardia Civil, R. V., por su presunta implicación en la trama de comisiones ilegales con la compra de mascarillas en lo peor de la pandemia, y que afecta, entre otros, a Koldo García, antiguo asesor del exministro socialista José Luis Ábalos. Según ha informado el tribunal, el juez ha dejado este miércoles en libertad al agente del instituto armado, aunque le ha retirado el pasaporte y le ha prohibido salir de España. Los investigadores le atribuyen delitos de cohecho y pertenencia a organización criminal.
R. V., destinado en la Embajada de España en Venezuela, fue detenido el lunes, según ha avanzado eldiario.es. El guardia civil ha quedado este miércoles a disposición del juez, que lo ha interrogado en el marco de una línea de investigación declarada secreta, abierta para indagar sobre varias cuentas bancarias y practicar un nuevo registro, según ha detallado la Audiencia Nacional.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, encargada de las pesquisas sobre el caso Koldo, lleva meses con el punto de mira situado sobre las entrañas del propio instituto armado, ante la posibilidad de que alguno de sus miembros estuviera dando chivatazos a los sospechosos. Por ejemplo, el pasado octubre, intervinieron una conversación entre Koldo García y su hermano Joseba, también imputado, que parecía evidenciar que sabían que esta unidad les seguía la pista. De hecho, en un escrito fechado el 6 de noviembre y enviado el juez, los agentes destacaban que “podría” haberse producido “algún tipo de filtración proveniente de la propia Guardia Civil”, por lo que iniciaban una investigación interna.
“Se informa de que esta unidad ha procedido a auditar todas aquellas bases de datos a las que se tiene acceso y en las que se encuentra cualquier tipo de información relativa a la investigación: bases de datos referentes a sistemas de investigación, vehículos oficiales empleados por los investigadores o las propias bases de datos de recursos humanos en las que figuran datos de carácter personal de los propios investigadores. Del resultado de todas estas gestiones se dará oportuna cuenta en el caso de ser positivas y relevantes para la causa”, advertían los agentes en ese informe del 6 de noviembre.
Además, esos recelos sobre los tentáculos de la red corrupta se multiplicaron al tener conocimiento de otra conversación entre Koldo García y Juan Carlos Cueto, uno de los empresarios imputados. Según la UCO, Koldo comentó a Cueto que un empresario de Venezuela “le ha pedido ayuda para un tema, y que este empresario quiere agredir a [Víctor de] Aldama”, presidente del Zamora CF, acusado también de formar parte de la trama. “Koldo le cuenta [a Cueto] que quedó con esta tercera persona de Venezuela porque fue con un amigo suyo ‘de los verdes’, que se va ahora para allá (en alusión a Venezuela) cinco años, y al que él le ha abierto un par de puertas”, detallan los investigadores en un informe, donde añaden a continuación: “En relación al amigo ‘de los verdes’, de lo expresado por Koldo pudiera tratarse de algún miembro de la Guardia Civil que se haya ido o se vaya a ir a trabajar durante cinco años a Venezuela”.
R. V. es el segundo guardia civil implicado en el caso Koldo. Los investigadores ya señalaron a José Luis Rodríguez García, un subteniente destinado a la sección de seguridad del Ministerio de Transportes. La Fiscalía califica a Rodríguez como una pieza importante, que “conecta de manera directa el nivel más elevado de la gestión de los contratos objeto de la investigación, con una de las sociedades en las que se ha invertido parte de los beneficios”. Este se desplazaba en un coche de alta gama propiedad de Pizarras Santa Bárbara, una de las compañías salpicadas, en cuyo seguro figuraba su nombre como empleado de dicha empresa. Tenía una relación “personal” con Koldo García, de “máxima importancia para la trama”. Las pesquisas recogen encuentros recientes de Rodríguez con el exasesor de Ábalos y con Cueto. También fue detenido por la Guardia Civil, que lo dejó en libertad.