El Gobierno insinúa que el PP también ofreció a Junts una amnistía para que no apoyara a Sánchez

Puigdemont dejó caer la idea de que hubo negociación oculta y Bolaños remata: “Si Junts hubiera apoyado a Feijóo, hoy el PP estaría apoyando una ley de amnistía”

El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, subido a un vehículo agrícola durante su visita este viernes a la Cooperativa Lácteas Unidas, en Ribadeo (Lugo).EFE/eliseo trigo (EFE)

Carles Puigdemont apuntó el jueves, en una carta a todos los eurodiputados, que podría haber habido ofertas secretas del PP a Junts en el verano pasado, cuando los independentistas aún no habían decidido si apoyarían la investidura de Pedro Sánchez, y el Gobierno se ha subido rápidamente a ese carro para insinuar que sí, que esa oferta existió e implicaba en la práctica una amnistía como la que ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Carles Puigdemont apuntó el jueves, en una carta a todos los eurodiputados, que podría haber habido ofertas secretas del PP a Junts en el verano pasado, cuando los independentistas aún no habían decidido si apoyarían la investidura de Pedro Sánchez, y el Gobierno se ha subido rápidamente a ese carro para insinuar que sí, que esa oferta existió e implicaba en la práctica una amnistía como la que el PSOE ha pactado con el grupo del expresidente catalán. Desde hace meses, en los círculos políticos se habla de esta posibilidad, de que el PP ofreciera a Junts si no una ley de amnistía, al menos sí soluciones con efectos similares a la amnistía para que los independentistas que aún quedan por juzgar desde el procés no tengan que pasar por la cárcel. Desde indultos a mecanismos legales para que se libraran de las condenas.

Lo único seguro es que hubo contactos entre el PP y Junts en el verano de 2023, algo que los populares y los independentistas han reconocido. Pero el PP sostiene que cuando los independentistas le pidieron la amnistía las negociaciones se acabaron. Y en Junts mantienen un misterio absoluto sobre las posibles ofertas del PP en ese momento decisivo, cuando aún no se había decantado por ninguno de los dos lados. Eran los días previos a la constitución de la mesa del Congreso, y el PP intentaba que Junts no apoyara a la socialista Francina Armengol como presidenta, el primer gran pacto que abrió la puerta al de la investidura, que llegaría en noviembre.

Puigdemont solo ha dejado el halo de misterio en esa carta, con la posibilidad de revelar esas negociaciones en el futuro. “Hay otra cosa de la que estoy completamente convencido”, decía el texto del expresident. “Si mi partido hubiera permitido la investidura del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, o hubiera impedido la de Pedro Sánchez, estos espectáculos se habrían ahorrado. Y de esto también hablaremos cuando toque. Como en la trama rusa, todo se sabrá”. Ese “todo se sabrá” ha reactivado las preguntas sobre la posibilidad, que el PP niega, de que hubiera alguna oferta sólida sobre el futuro penal de los independentistas. El Gobierno, que tiene información en este asunto también por sus conversaciones con los independentistas, está convencido de que esa oferta existió, y así lo ha dejado caer en varias ocasiones.

Este viernes, desde Galicia, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, fue rotundo: “Si Junts hubiera apoyado la investidura de Feijóo, hoy el PP estaría defendiendo una ley de amnistía. Siempre formulo una pregunta en el Congreso y hasta el momento no tengo respuesta. Señor Feijóo, ¿nos puede usted indicar qué ofreció a Junts en las negociaciones que tuvo con Junts durante el verano y qué les ofreció en concreto respecto a sus causas judiciales? Quizás si Feijóo respondiera a esta pregunta, sería mucho más fácil entender todo”, señaló.

El PP admite las conversaciones, pero niega que existiera la oferta. La secretaria general, Cuca Gamarra, fue clara este mismo viernes: “Cuando conocimos las exigencias de Junts, les dijimos que no estábamos dispuestos a aceptarlas”, asegura. De hecho, Feijóo dijo en su intento de investidura que él no era presidente porque no había aceptado la amnistía, al contrario que Sánchez, lo que ha llevado durante meses a los socialistas a burlarse del líder del PP con la idea de que es el único candidato que no es presidente porque no quiere. En realidad, Feijóo tenía el problema de unir a la vez los apoyos de Junts y de Vox, algo prácticamente imposible. Ya fracasó en su intento de convencer al PNV precisamente porque los nacionalistas no querían apoyar un gobierno del PP y Vox.

El asunto de las relaciones del PP y Junts ha sido muy controvertido dentro de la derecha. Feijóo quiso en un momento acercarse a este partido, y no solo ordenó esos contactos para sondear un posible acuerdo, en el que le bastaba que Junts se abstuviera en su investidura o no apoyara la de Sánchez, lo que habría provocado una repetición electoral. El líder del PP quería además reunirse con la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, en su ronda de contactos. Pero la presión contra ese intento fue muy fuerte en la derecha, y finalmente Feijóo acabó desistiendo. Después, el líder del PP dijo que Puigdemont tenía su “respeto” porque en las conversaciones del PP con Junts no había mentido, unas palabras por las que de nuevo muy criticado en el mundo conservador.

Finalmente, ahora el PP ha cambiado completamente la línea y, como denunciaba Puigdemont en su carta a los eurodiputados, desde que Junts decidió apoyar a Sánchez ha endurecido su discurso sobre ellos hasta el punto de que ahora el PP sostiene públicamente que sí hubo terrorismo en el caso Tsunami y que Puigdemont debe ser imputado. Esto llevó este miércoles, en la sesión de control en el Congreso, a Bolaños a reclamar al PP que se aclare con Junts, si piensa que es un terrorista o un negociador respetable. “¿Por qué el PP se reunió con partidos que ahora consideran terroristas para lograr la investidura de Feijóo? ¿O es que esos partidos que hoy son terroristas en el verano no eran terroristas? ¿O es que son terroristas todos los que no apoyaron la investidura del señor Feijóo? ¿Somos todos terroristas?”, clamó Bolaños en el Congreso.

Hermetismo absoluto

En cualquier caso, lo más importante ahora es saber si Junts va a desvelar esas conversaciones, como parecía desprenderse de la carta de Puigdemont. Junts trata con hermetismo absoluto cualquier negociación que tenga que ver con los tratos que mantiene con otras fuerzas políticas. Con esta premisa, el partido no hace manifestaciones oficiales relativas a las aproximaciones que tuvo con el PP antes de que Puigdemont ordenara apoyar la investidura de Sánchez. En la carta a los eurodiputados, Puigdemont aseguraba que si Junts hubiera facilitado la investidura del candidato del PP se hubiera ahorrado ser víctima de una estrategia de persecución impulsada por la “derecha judicial, económica y mediática”, auspiciada por el expresidente José María Aznar. Junts solo ha admitido un contacto formal para hablar de la investidura de Feijóo. Josep Rius, portavoz del partido y figura de la máxima confianza de Puigdemont, y Albert Batet, presidente del grupo parlamentario, se reunieron en agosto en un hotel de Barcelona con el concejal popular del ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, y el experto en comunicación política Xavier Domínguez. La negociación no fructificó, pero de momento ninguno ha aclarado cuál fue la oferta del PP.

Más información

Archivado En