Sánchez: “Todos los independentistas catalanes van a ser amnistiados porque no son terroristas”
El presidente sostiene que la ley, con su redacción actual, es “valiente, reparadora y constitucional” y busca retomar el acuerdo. Turull contesta que son declaraciones “positivas”, pero exige retocarla
Pedro Sánchez y su equipo trabajan contra el reloj para convencer a Junts de que la ley de amnistía vale tal y como está, o con algún cambio mínimo, pero no el que plantea el partido independentista. El Gobierno cree que ir más allá y quitar el terrorismo por completo de la lista de delitos excluidos de la amnistía, como pide Junts, implicaría el riesgo de que el Tribunal Constitucional o la justicia europea la tumben. Pero este jueves, en su primera intervención pública ...
Pedro Sánchez y su equipo trabajan contra el reloj para convencer a Junts de que la ley de amnistía vale tal y como está, o con algún cambio mínimo, pero no el que plantea el partido independentista. El Gobierno cree que ir más allá y quitar el terrorismo por completo de la lista de delitos excluidos de la amnistía, como pide Junts, implicaría el riesgo de que el Tribunal Constitucional o la justicia europea la tumben. Pero este jueves, en su primera intervención pública tras la severa derrota parlamentaria del martes, el presidente ha utilizado un tono amable para tratar de animar a Junts a que vuelva al acuerdo. En La Moncloa están convencidos, y en esto tienen el apoyo de todos los grupos salvo Junts —incluido ERC—, de que, tal y como está, la ley ampara a todos los implicados en el procés. Aunque jueces como Manuel García-Castellón pretendan imputar por terrorismo a Carles Puigdemont o a Marta Rovira, el Gobierno está seguro de que ese intento quedará en nada en instancias superiores. Y ese es el mensaje que ha lanzado Sánchez durante una rueda de prensa en Bruselas: “Como todo el mundo sabe, el independentismo catalán no es terrorismo. Con este proyecto de ley, estoy convencido de que van a estar amnistiados todos los independentistas catalanes porque no son terroristas”.
El presidente tenía preparado un discurso pedagógico, pero en tono muy suave, lejos de las primeras palabras de indignación que lanzó el Gobierno inmediatamente después del fracaso de la votación de la ley de amnistía el martes en el Congreso por el no de Junts. Sánchez ha insistido en que la ley está bien como está, aunque el Ejecutivo tampoco se cierra abiertamente a algún tipo de cambio que pueda ayudar a Junts a caminar hacia el sí, pero siempre que no ponga en riesgo la constitucionalidad de la ley. “Si esa es la convicción [que todos los implicados van a ser amnistiados] después de hacer un proyecto muy laborioso, si hemos hecho todo ese trabajo que ha dado como fruto una ley valiente, reparadora y constitucional, el objetivo es que del Congreso la ley salga así: valiente, reparadora y con las garantías jurídicas para que pueda ser aprobada”. Y ha rematado: “Todos hemos cedido para lograr una ley valiente, reparadora, constitucional”, al insistir en la idea de que Junts apoyó esa redacción de la ley hasta el giro del último día.
El secretario de organización de Junts y uno de los principales negociadores con el PSOE, Jordi Turull, ha respondido a Sánchez también en tono conciliador, aunque las posiciones se mantienen firmes: el presidente cree que la ley está impecable y no se abre de momento a tocarla y los independentistas exigen un blindaje total en línea con su enmienda 29, que pedía eliminar el terrorismo de la lista de delitos excluidos, lo que haría que entrara todo tipo de terrorismo. “Valoramos positivamente las declaraciones de Sánchez, coincidimos en que no ha habido terrorismo y que todos los independentistas deben ser amnistiados. Lo que tenemos que hacer ahora es blindarlo en la ley y no dejar eso en lo que estamos de acuerdo en las manos de la arbitrariedad de unos jueces que quieren marcar la agenda política. De ahí nuestro voto del otro día, que nos permite ganar 15 días para que de una manera tranquila y serena podamos traducir de manera jurídica en lo que estamos de acuerdo”, ha señalado Turull. Junts está recibiendo mucho rechazo por poner en riesgo la ley con su voto, y Turull ha tratado de defender esa polémica decisión: “Nuestro voto, tan criticado, nos permite sumergirnos en eso en lo que estamos de acuerdo, lo dejamos blindado y así nadie puede hacer acusaciones sin pies ni cabeza”.
Desde Madrid, Alberto Núñez Feijóo les ha contestado rápidamente: “Lamento tener que recordar que el presidente del Gobierno ni pone ni quita etiquetas de terroristas. Eso le corresponde a la justicia. En todo caso, si no existe ese delito, no se explica para qué quieren amnistiarlo”, ha señalado el líder de la oposición. Feijóo critica así que Sánchez se meta en la clasificación de los delitos, y pide que deje a los jueces, pero en los últimos días él mismo ha insistido, por el contrario, en que lo que hubo en el procés fue “kale borroka”, “terror”, “fascismo” y “actos terroristas”.
Sánchez, que sabe que la amnistía tiene un rechazo importante también en una parte de sus votantes, aprovecha escaparates como este, en Bruselas —adonde ha viajado también estos días Núñez Feijóo tratando de hacer lobby contra la ley—, para esbozar esa pedagogía que muchos le reclaman: “Llevamos cinco años y medio tratando de resolver una crisis constitucional que no provoqué yo, que no era presidente en 2017. Fue la crisis más grave en 45 años de democracia”, ha afirmado el presidente, apuntando que los independentistas “también” cometieron “errores” en ese momento. Y ha añadido: “Hemos intentado ir superando ese trauma colectivo. ¿Estamos mejor que en 2017? Definitivamente, sí. Los indultos fueron un paso importante, y la ley de amnistía es el paso definitivo. Es un paso que cuenta con un amplio apoyo en la sociedad catalana, que está preparada para ese reencuentro total. La normalización de Cataluña no llegará de la noche a la mañana, pero mi voluntad es total”.
Todo en su discurso de este jueves ha sido un mensaje a Junts para volver a la negociación, para no dar al traste con la legislatura ahora que acaba de empezar. Y con la idea fuerte que están trasladando los negociadores socialistas a los independentistas: no se puede ir más lejos porque entonces el Constitucional podría tumbar la ley y entonces nadie se beneficiaría de ella. “Hay que mantener la templanza y la firmeza. Todo lo que hemos votado hasta ahora, también Junts hasta en cuatro ocasiones, es suficientemente riguroso”, ha proseguido.
Sánchez admite que los números del Congreso son complicados, pero no asume que sea una legislatura más complicada que la anterior y parece convencido, como trasladan en su entorno en privado, de que conseguirá encauzar la situación y de que la mayoría parlamentaria no está en riesgo. “Se habla de la complejidad de la legislatura. Nunca la he escondido. Pero es bastante claro que los únicos capaces de gestionar esa complejidad somos nosotros. ¿Es más difícil que la anterior? Venimos de una pandemia, de una guerra, de [la erupción de] un volcán. Y estamos liderando el crecimiento y el empleo de la UE, tenemos la tasa de paro más baja en 15 años”, se ha reivindicado.
“Un problema que no creé yo”
“Estamos intentando resolver un problema de convivencia que no creé yo”, ha remachado el presidente. “Los que me critican no proponen alternativas o las que plantean ponen los pelos de punta: ilegalización de partidos políticos, encarcelamiento, volver a 2017 o peor”, ha criticado a la oposición para rematar con una última llamada a Junts para que vuelva a negociar: “Estamos en el momento de afrontar de cara el reencuentro. Hemos llegado hasta aquí todos juntos; seis partidos, algunos de ellos independentistas. Hemos hecho esfuerzos de generosidad. Ha llegado el momento de dar el paso. Con este proyecto de ley, el independentismo va a ser amnistiado. Vamos a poder superar todas las causas que implicaron errores que ellos [los independentistas] también cometieron”.
Sánchez también ha lanzado un aviso a Feijóo desde Bruselas, donde se está negociando la renovación del Consejo General del Poder Judicial con la mediación de la Comisión Europea, algo inédito. “Voy a mantener la firmeza también con el señor Feijóo, al que le he escuchado en Bruselas volver a poner excusas en el cumplimiento de la Constitución española con la renovación del Poder Judicial”, ha dicho el presidente. El líder del PP ha exigido que la renovación se produzca de forma simultánea con el cambio del sistema de elección. La Comisión Europea habla de renovar primero, algo urgente después de cinco años de mandato caducado, e inmediatamente después buscar fórmulas para cambiar el sistema. Feijóo exige las dos cosas a la vez, condicionando así la renovación al acuerdo sobre la reforma, algo que puede bloquear la negociación y ha molestado a Sánchez.
“Nos hemos reunido para la renovación del Consejo y, por supuesto, para una nueva ley que ahonde en la independencia judicial. No solamente para una de estas partes, sino para todo el conjunto. No engañemos a nadie. Ese es el marco: renovación y ley, ley y renovación. Y esto es simultáneo. Y este es el marco, si no, no vamos a hacerle perder el tiempo al comisario Reynders”, ha señalado el líder de la oposición desde Bruselas. “Le recuerdo al señor Feijóo que no hay ninguna excusa para no cumplir la Constitución. Si es un partido constitucionalista, que cumpla con la Constitución y renueve el Consejo”, ha rematado después el presidente.