El PSOE nombra a Juan Espadas portavoz del Senado para “fortalecerlo” y darle “visibilidad”

“El objetivo del nombramiento es reforzar mi posición como secretario general y la del PSOE de Andalucía”, asegura el sustituto de Eva Granados en la Cámara Alta

El secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, durante un acto del partido en octubre.Álex Cámara (Europa Press)

La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE ha nombrado a Juan Espadas nuevo portavoz en el Senado, cargo que compatibilizará con la dirección del grupo socialista en el Parlamento andaluz, donde también ejerce la oposición. Patxi López continuará como portavoz en el Congreso. El nombramiento de Espadas, que sustituye a Eva Granados, del PSC, que desempeñaba esa función desde septiembre de 2021, ha causado sorpresa en la federación andaluza, que a duras pe...

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La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE ha nombrado a Juan Espadas nuevo portavoz en el Senado, cargo que compatibilizará con la dirección del grupo socialista en el Parlamento andaluz, donde también ejerce la oposición. Patxi López continuará como portavoz en el Congreso. El nombramiento de Espadas, que sustituye a Eva Granados, del PSC, que desempeñaba esa función desde septiembre de 2021, ha causado sorpresa en la federación andaluza, que a duras penas ha logrado erosionar al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, en sus casi cinco años de mandato. Espadas (Sevilla, 57 años) es secretario general del PSOE andaluz y también portavoz en la Comisión General de Comunidades Autónomas en la Cámara alta.

La explicación oficial del nombramiento asegura que se trata de “fortalecer” y “dar visibilidad” a Espadas y, por extensión, a la federación socialista con más militantes (44.000 de un censo de 173.000), pero cuyo poderío territorial se ha reducido a la Diputación de Sevilla. La idea es que Espadas tenga más proyección de cara a las autonómicas de 2026, aunque varios dirigentes socialistas sostienen que no hay nada garantizado para esa fecha dada la volatilidad de la política. “El objetivo y el fin del nombramiento es reforzar mi posición como secretario general y la del PSOE de Andalucía” en el debate territorial que se avecina y tener “un foco” del que ahora carece, asegura Espadas a EL PAÍS.

Desde que se hizo cargo de la secretaría general del PSOE andaluz —la más numerosa, pero no la más influyente desde que perdió la Junta en las elecciones de 2018—, el liderazgo de Espadas ha estado en entredicho. Llegó al poder regional del partido después de cumplir con la misión de desbancar a Susana Díaz en las primarias de junio de 2021 con 16,7 puntos de ventaja sobre la última presidenta socialista andaluza y adversario de Pedro Sánchez en las primarias de 2017, en las que el actual presidente del Gobierno y secretario general del PSOE fue reelegido por la militancia.

En este sentido, otras fuentes socialistas se preguntan si la portavocía del Senado no es un “puente de plata” para provocar otro cambio en el PSOE andaluz. Una pregunta que no tiene respuesta. “Ahora mismo, Espadas es la mejor opción; otro escenario nos pone en una situación difícil”, asegura un destacado dirigente. Al respecto, Espadas afirma tajante: “No voy a dejar Andalucía. Quiero ser candidato a la Junta y tener una segunda opción como hice en el Ayuntamiento de Sevilla. Por mucho que algunos se empeñen en mandarme al Parlamento europeo. Si esa fuera mi opción, lo diría”. El dirigente andaluz asegura contar con el apoyo de Sánchez y María Jesús Montero, vicesecretaria general del PSOE, vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Hacienda.

Espadas envió a primera hora de este lunes el siguiente mensaje por WhatsApp a los miembros del grupo socialista andaluz: “Esta nueva responsabilidad será un nuevo acicate para mí en la labor de oposición al gobierno de la Junta en el Parlamento andaluz, cuyo presidente ha sustituido la lealtad institucional por la confrontación y la demagogia contra el gobierno de España. Estoy convencido de que el balance de gestión de los socialistas en España en este periodo que ahora comienza, junto a nuestra labor de oposición útil en Andalucía, serán las mejores razones para recuperar la confianza de los andaluces y el gobierno de la Junta de Andalucía en 2026. A ello dedicaré todo mi esfuerzo”.

Dirigentes socialistas destacan el cambio de ficha de una dirigente del PSC como Eva Granados por otro del PSOE andaluz para defender el modelo territorial del PSOE acordado en la Declaración de Granada, aunque los compromisos firmados por los socialistas con las formaciones independentistas discurran por otros caminos. Lo que es evidente es que desde verano el PSC ha perdido a algunos perfiles en puestos relevantes.

Cuota del PSC

Meritxell Batet renunció en agosto a postularse de nuevo como presidenta del Congreso, responsabilidad que asumió la balear Francina Armengol. Y la cuota de los socialistas catalanes se vio mermada en la reciente remodelación del Gobierno, donde ha pasado de contar con dos ministros —Miquel Iceta (Cultura y Deporte) y Raquel Sánchez (Transportes)— a estar representado por Jordi Hereu (Industria). Fuentes de la cúpula del PSC le restan importancia a este hecho y destacan la sintonía personal entre Sánchez y su primer secretario, Salvador Illa, y en el proyecto del PSOE y PSC para España y Cataluña. “Otras federaciones, como es el caso de Andalucía, necesitan más visibilidad y ayuda, nosotros tenemos la mejor relación y estamos en la misma estrategia”, apuntan las fuentes consultadas.

El nuevo puesto del secretario general del PSOE de Andalucía puede acarrearle a Espadas problemas de compatibilidad. Aunque no siempre, con cierta frecuencia los plenos del Senado y del Parlamento andaluz coinciden. Hasta ahora, Espadas no ha dejado la silla vacía en las preguntas de control al presidente de la Junta. Otros dirigentes subrayan que también va a abrir una brecha en el discurso argumental de los socialistas andaluces contra Moreno, al que le reprochan estar más pendiente de la política nacional que de Andalucía.

Las fuentes consultadas aseguran que la previsible menor dedicación a la política andaluza de Espadas debe implicar cambios en la ejecutiva regional y en el grupo parlamentario. Uno de los reproches que con mayor frecuencia se escucha en el PSOE es que no se ha rodeado de dirigentes en los que confíe plenamente, al nombrar una ejecutiva —la integran 60 personas— deudora de los siempre delicados acuerdos con las ocho agrupaciones provinciales. Espadas afirma que “hará cambios de refuerzo” en la ejecutiva y en el grupo, aunque “con tranquilidad” y “tras un análisis profundo”.

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