Sánchez, sobre Rubiales: “Uno no puede aspirar a representar a España con actitudes y discursos que nos abochornan”

El presidente en funciones advierte de que son los acuerdos de gobierno del PP con Vox los que ponen “en riesgo la igualdad de hombres y mujeres”

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante un acto del PSOE este sábado en Málaga.Foto: ÁLEX ZEA (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV
Sevilla -

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, fue de los primeros representantes de la política española que censuró no solo el beso forzado que el dirigente suspendido de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, dio a la futbolista Jennifer Hermoso, sino su t...

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El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, fue de los primeros representantes de la política española que censuró no solo el beso forzado que el dirigente suspendido de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, dio a la futbolista Jennifer Hermoso, sino su tibia petición de disculpas, instando de manera implícita a su dimisión, cuando advirtió que ese perdón no era suficiente. Con la polémica reavivada tras conocerse que el Consejo Superior de Deportes (CSD) no podrá inhabilitar al dirigente federativo, el secretario general del PSOE ha insistido en reprochar su conducta. Sánchez también ha querido poner la reacción de las jugadoras de la selección, así como de la sociedad en su conjunto, como ejemplo tanto de los progresos en la lucha por la igualdad en este país como de su fragilidad ―en jaque tras los acuerdos de gobierno autonómicos y municipales―, en el arranque del curso político de los socialistas de este sábado en Málaga.

“España es un país feminista. Nuestras jugadoras han ganado dos veces: en el campo y dando una lección de igualdad entre hombres y mujeres”, ha recalcado Sánchez. “Hace mucho tiempo eran muy pocas las que se pusieron a la vanguardia de la lucha efectiva por la igualdad de hombres y mujeres, pero hoy es una ola imparable que ha decidido no someterse a sus novios, maridos, jefes y presidentes de federaciones deportivas. Se acabó”, ha abundado el líder socialista, haciendo suyo el mensaje de apoyo en redes a Hermoso y al resto de las jugadoras de la selección.

Aunque sin citarlo, Sánchez sí ha reprochado la conducta “bochornosa” de Rubiales, primero el pasado 20 de agosto, en el palco agarrándose los testículos durante la final del Mundial de fútbol femenino y con el beso no consentido, y después, con su discurso en la asamblea de la RFEF, en el que anunció que no iba a dimitir y acusó al “falso feminismo” de cometer contra él “un asesinato social”. “Uno no puede aspirar a representar a España con actitudes y discursos que nos abochornan”, ha señalado. Sin embargo, el presidente en funciones ha sostenido que no considera que ese comportamiento haya empeorado la imagen de España en el exterior. “Toda esa polémica no ha perjudicado a la marca España, porque la marca España es la reacción ejemplar de las futbolistas españolas y la reacción espectacular de la sociedad española que ha dicho basta ya”.

Las palabras del líder del PSOE llegan un día después de que se confirmara que el Consejo Superior de Deportes no puede apartar del cargo a Rubiales, después de que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) decidiera calificar los hechos del dirigente federativo solo como graves, y no muy graves, lo que cierra las puertas a una privación inmediata de sus responsabilidades. Un revés para el Gobierno que ha optado ahora por activar la vía de la suspensión cautelar, de futuro incierto.

Sánchez ha aprovechado también para contraponer ese compromiso a favor de la igualdad ―”hay millones de hombres comprometidos con vosotras, lo vamos a hacer juntos y juntas porque España es un país feminista, le pese a quien le pese”, ha dicho— con el peligro que para esa lucha suponen los pactos de Gobierno entre el PP y Vox, el último firmado este viernes en la región de Murcia. “Si hay una igualdad que está en riesgo es la de hombres y mujeres, como consecuencia de los acuerdos a los que están llegando PP y Vox”. El dirigente socialista ha puesto como ejemplos la decisión de la presidenta de las Cortes valencianas, Llanos Massó, de Vox, de ausentarse del minuto de silencio por el último asesinato machista en Alzira; o las fotografías con la bandera preconstitucional de la directora general de Justicia de Aragón, Esmeralda Pastor.

El presidente en funciones también se ha referido a políticas desarrolladas por ejecutivos autonómicos dirigidos exclusivamente por el PP, sin el concurso de la ultraderecha: “En Andalucía [Juan Manuel] Moreno Bonilla continúa financiando a asociaciones antiabortistas y en La Rioja el PP con mayoría absoluta ha quitado el nombre a una biblioteca de Almudena Grandes”. “El problema no es Vox, el problema es que el PP ha asimilado todas y cada una de las políticas del partido de ultraderecha”.

“La España progresista existe y merece respeto”

Sánchez ha arremetido contra “la investidura fake” que estos días intenta el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y ha lamentado que “con esta mentira de la investidura está haciendo perder un tiempo precioso a España con tal de comprar tiempo al frente del PP”. El presidente en funciones también ha recordado el último acuerdo entre los partidos de Feijóo y Abascal en Murcia para evitar una repetición electoral. “En estas semanas hay algunas certezas que podemos sacar y, hoy, después del acuerdo de coalición en Murcia, es que nadie duda de que si Feijóo y Abascal hubieran sumado mayoría absoluta, hubiera sido el mismo que en los ayuntamientos y las comunidades donde suman mayoría absoluta”.

El dirigente socialista, asimismo, ha reivindicado su legitimidad para tratar de formar gobierno: “La España progresista existe, exige respeto y merece estar representada”. Para asentar esa reclamación, ha confrontado las afirmaciones que los populares están realizando para apuntalar el derecho de Feijóo para presentarse a la investidura: “Dicen que no somos un partido de Estado, pero llevan cinco años bloqueando la constitución del Consejo General del Poder Judicial”, ha dicho Sánchez, que ha vuelto a ofrecer al PP que se comprometa, tanto si está al frente del Gobierno como en la oposición, a renovar ese órgano antes del 31 de diciembre de 2023.

También ha desdeñado la oferta de una legislatura de dos años, que Feijóo le hizo el pasado miércoles: “Dicen que ofrecen estabilidad, nosotros ofrecemos un Gobierno de cuatro años para seguir avanzando en derechos y conquistas sociales”. Sobre la apelación al apoyo de diputados socialistas, Sánchez ha sido rotundo: “Hablan de regeneración democrática, pero apelan al transfuguismo y eso es corrupción, es alterar el resultado de las urnas y eso es indigno”.

Sánchez no ha hecho alusión a la propuesta del lehendakari Iñigo Urkullu de “avanzar en el carácter plurinacional del Estado y en el desarrollo del autogobierno” vasco y en la que el líder del PNV, Andoni Ortuzar, volvió a incidir este viernes asegurando que la situación de la política española ofrece en estos momentos al líder del PSOE “una oportunidad histórica” para “reconocer las realidades nacionales del Estado”. El secretario general del PSOE se ha referido a que la “España que viene es la de la convivencia y el diálogo entre territorios”.

El dirigente socialista ha vuelto a elegir Andalucía como escenario para presentar sus propuestas. Si a las puertas de las elecciones generales escogió Dos Hermanas, en Sevilla ―ciudad talismán para los presidentes del PSOE―, para lanzar la precampaña, ahora ha escogido Málaga para mostrar a los militantes y simpatizantes socialistas su hoja de ruta para las próximas semanas, en un arranque del curso político marcado por la incertidumbre que rodea a la investidura y las negociaciones con los partidos nacionalistas.

Aunque el pasado 23-J el PP volvió a ganar las elecciones en Andalucía, no lo hizo de la forma tan holgada como se esperaba. El PSOE consiguió resistir justo cuando se encontraba en un momento de gran debilidad orgánica por la perdida de poder territorial en las municipales. Ese aguante fue clave para que el líder de los populares no obtuviera en esa comunidad los escaños que le hubieran despejado su camino hacia La Moncloa. Para los socialistas andaluces, pese a perder diputados respecto de las pasadas generales, los resultados de julio ―donde se quedaron a 100.000 votos de los populares― suponen un punto de inflexión en la senda hacia su ansiada recuperación en un territorio que tradicionalmente ha sido el caladero de votos para la formación de izquierda. Un camino en el que Sánchez va a estar muy involucrado. “Voy a estar muy presente en Andalucía”, ha prometido.

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