Nueve detenidos en Salamanca por intentar asaltar un edificio público durante las protestas por la tuberculosis bovina
Los arrestados, puestos luego en libertad, formaban parte de la turba de ganaderos que trató de entrar por la fuerza en la sede de la Delegación territorial de la Junta de Castilla y León
La Policía Nacional ha detenido a nueve personas por el intento de asaltar el edificio de la Delegación territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca el 5 de junio. Los arrestados pertenecían a una turba de ganaderos que se concentró para exigir el cumplimiento de la promesa de Vox de relajar los controles sobre la ...
La Policía Nacional ha detenido a nueve personas por el intento de asaltar el edificio de la Delegación territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca el 5 de junio. Los arrestados pertenecían a una turba de ganaderos que se concentró para exigir el cumplimiento de la promesa de Vox de relajar los controles sobre la tuberculosis bovina. Allí se produjeron incidentes, con policías heridos y daños en el mobiliario público y en el propio inmueble, al intentar acceder los manifestantes en edificio autonómico. A los detenidos se les acusa de presuntas agresiones a funcionarios ―11 empleados públicos fueron atendidos por heridas de diversa consideración― y por daños materiales. El Juzgado de Instrucción 2 de Salamanca, que investiga los hechos, los ha puesto en libertad, aunque permanecen imputados.
La concentración fue convocada por la Unión por la Ganadería. El colectivo acudió al edificio institucional para protestar contra la medida del Gobierno central de confinar el ganado de Castilla y León ante la alta prevalencia de tuberculosis bovina entre las reses de esta comunidad. El Ejecutivo reaccionó así tras la aprobación de una normativa autonómica en la que se aligeraban los exámenes médicos a las vacas y a las instalaciones donde se dieran casos de esta enfermedad animal que puede propagarse entre los humanos.
Los manifestantes reclamaban ese 5 de junio “el cese inmediato del jefe de Sanidad Animal de Salamanca, de la jefa de Sanidad Animal de Castilla y León y del director general de Sanidad del Ministerio”. Hasta las autoridades veterinarias de la comunidad habían alertado sobre el peligro de rebajar los controles sobre esta bacteria y su afección a los bóvidos. Aquella mañana se vivieron momentos de tensión, los ganaderos arrojaron vallas contra las cristaleras de la Delegación y arrojaron huevos, pintura o botes de humo a los policías que intentaron contenerlos. Varios vídeos difundidos con las escenas de violencia se hicieron virales y reflejaron el empeño de los ganaderos por acceder al edificio institucional.
La Policía Nacional ha esgrimido ese enfrentamiento con las autoridades y la intención de asaltar el edificio “junto con objetos contundentes para agredir a los agentes”, con 11 agentes heridos.
La Junta, dirigida en coalición por PP y Vox y con los ultras al frente de la consejería de Agricultura, criticó la intervención estatal, pero un mandato judicial también ordenó la paralización de la nueva legislación autonómica. Como consecuencia de la intervención de los jueces, también decayó la instrucción del Ejecutivo central de impedir el movimiento de ese ganado potencialmente peor atendido en materia sanitaria.
El Colegio de Veterinarios salmantino emitió un comunicado en el que cargaba contra las políticas de la Junta sobre una orden “que hasta el más ignorante sabía que no podía salir adelante”. El consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, compareció y prometió seguir intentando relajar estos exámenes sanitarios al ganado, también confió en que un posible cambio de Gobierno nacional tras el 23-J propiciara este giro y llegó a considerar excesivas las atenciones sobre el bienestar de los animales destinados al consumo humano: “Llevamos muy al extremo la salud pública”, dijo el 7 de junio.