La romería del Rocío entra en la guerra del agua

En plena ofensiva contra el Gobierno central por la sequía, la Junta de Andalucía pide agua para la celebración de esta fiesta a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que solo la desembalsará si coincide con el riego para los agricultores

Paso de la hermandad de Triana por el vado del Quema, en Aznalcázar (Sevilla), en 2019.alejandro ruesga
Sevilla -

Cuando aún no ha amainado la polémica a cuenta de la ley de ampliación de regadíos de Doñana, la Junta de Andalucía, presidida por Juan Manuel Moreno, ha decidido contrarrestar las críticas del Ejecutivo de Pedro Sánchez jugando la baza de ...

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Cuando aún no ha amainado la polémica a cuenta de la ley de ampliación de regadíos de Doñana, la Junta de Andalucía, presidida por Juan Manuel Moreno, ha decidido contrarrestar las críticas del Ejecutivo de Pedro Sánchez jugando la baza de la sequía y la falta de inversiones hídricas por parte de la administración en la comunidad. En este contexto, la Consejería de Presidencia ha comunicado este miércoles a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) —dependiente del Gobierno central― la petición de que desembalse agua para llenar el cauce del río Guadiamar para cuando pasen las hermandades que peregrinan al Rocío (Huelva). La CHG ha dejado claro que solo se liberará agua si coincide con el desembalse previsto para el cultivo agrario.

La Romería del Rocío se celebra entre el 26 y 29 de mayo, en la recta final de las elecciones. Uno de los momentos más emotivos para los romeros es cuando se atraviesa el vado del Quema, una finca en Aznalcázar (Sevilla) por la que pasa el río Guadiamar y donde tradicionalmente se bautizan los nuevos peregrinos. Ese punto actualmente está seco y es el que la Junta quiere surtir con agua, coincidiendo con la festividad. “Se pide para garantizar la seguridad y salubridad de los animales y las personas, para garantizar el cauce ecológico, que es una obligación de la CHG, y para la limpieza de un vado que es transitable”, explican desde la Consejería de Presidencia.

Los ecologistas ven en esta petición una maniobra claramente electoral por parte del PP. “La propuesta es tan folclórica que parece irreal”, señala Juanjo Carmona, portavoz del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). “En medio del debate del agua y la sequía, que la Junta haga esta petición demuestra que es parte de su estrategia electoral. La celebración del Rocío, que es una fiesta popular sin ideología, no tiene que ver con el problema del agua”, abunda.

El vado del Quema. alejandro ruesga

La CHG ha indicado que estudiará la petición, que también se cursó el año pasado, pero advierte de que el desembalse que se solicita para el Guadiamar “solo será posible siempre que coincida con la fecha prevista para surtir de agua a los agricultores”. “Nunca se desembalsará solo para que haya agua en el Quema”, puntualiza la CHG a este diario. El agua que nutriría al río proviene del embalse del Agrio, que actualmente está al 70% de su capacidad. En mayo están programados dos desembalses, uno para la central termosolar de Abengoa, en Sanlúcar la Mayor, y otro para los agricultores, para los que aún no se ha precisado el día. “Lo que se pretende es aprovechar ese desembalse para que el vado no quede seco, pero la CHG tiene la última palabra”, precisan desde la Junta.

“Si la CHG decide que no puede desembalsar el agua, el Rocío quedaría expuesto a otra polémica electoral y eso supone no entender de qué va el asunto y lo que es peor, da la sensación de que en Andalucía no nos tomamos el tema de la sequía en serio”, apunta Carmona. “Parece que solo pedimos agua para la fiesta”, incide el ecologista, que recuerda que en el vado del Quema hay abrevaderos para los animales, igual que a lo largo de todo el camino hacia el Rocío.

“En los cuatro siglos que se lleva haciendo el camino habrá habido muchos en los que el río no estuviera lleno. Va a hacer mucho calor, eso se sabía, y hay que tener un cuidado especial con los animales, también las personas”, añade Carmona. WWF ya advirtió en un estudio de 2006 de las consecuencias que el cambio climático en la comarca de Doñana y de sus efectos en las fiestas al aire libre, como la romería del Rocío.

Las hermandades ya dejaron de cruzar por el vado del Quema en 1998, cuando los lodos que se precipitaron del embalse roto de la mina de Aznalcóllar anegaron los caminos, y en 2016, en este caso debido a las fuertes lluvias que hicieron imposible pasar por el cruce. Las altas temperaturas que se prevén para este Rocío han determinado el Plan Romero, la estrategia de emergencia que activa el Gobierno andaluz para prevenir los posibles riesgos por la concentración de personas y los desplazamientos con motivo de la fiesta, a prohibir el uso de tractores en la Raya Real, una de las rutas hacia la aldea almonteña, y a activar la precaución por el elevado riesgo de incendios.

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