El Supremo anula la única absolución de Anboto, la sanguinaria exjefa de ETA

La Audiencia Nacional deberá emitir una nueva resolución al no haber valorado adecuadamente las pruebas contra la terrorista

Anboto, durante uno de los juicios celebrados contra ella en la Audiencia Nacional, en 2021.CEDIDA POR JUSTICIA (Europa Press)

El Tribunal Supremo ha infligido un nuevo revés a la sanguinaria etarra María Soledad Iparraguirre, Anboto. El alto tribunal ha anulado la sentencia que absolvió a la antigua jefa de ETA del atentado cometido en 1997 contra una comisaría de Oviedo —la única causa por la que, a día de hoy, no había sido condenada tras diez juicios en España—. Los magistrados subrayan que la Sección Segunda de la Audiencia Nacional no valoró de forma adecua...

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El Tribunal Supremo ha infligido un nuevo revés a la sanguinaria etarra María Soledad Iparraguirre, Anboto. El alto tribunal ha anulado la sentencia que absolvió a la antigua jefa de ETA del atentado cometido en 1997 contra una comisaría de Oviedo —la única causa por la que, a día de hoy, no había sido condenada tras diez juicios en España—. Los magistrados subrayan que la Sección Segunda de la Audiencia Nacional no valoró de forma adecuada todas las pruebas que se presentaron contra ella en relación con este crimen, por el que la Fiscalía pedía para ella 71 años de prisión.

En una sentencia dictada en febrero de 2021 y recurrida por la Fiscalía, la Audiencia Nacional concluyó que no se había acreditado la “participación material y directa” de la terrorista en el atentado de Oviedo, “más allá de su pertenencia a ETA”. Según el fallo, firmado por los magistrados José Antonio Mora y José Ricardo de Prada (y que contó con el voto discrepante de la magistrada María Fernanda García), los informes policiales no aportaron “elementos suficientes” que demostrasen la cooperación directa de Iparraguirre en el ataque con granadas, que dejó un herido. Además, la resolución consideraba que parte de los hechos ya fueron juzgados en Francia, por lo que “debería haber conllevado la imposibilidad de su nuevo enjuiciamiento en España”.


Sin embargo, el Supremo anula esa tesis. Por un lado, reprocha a la Audiencia las “importantes grietas de motivación” y la “falta de coherencia” de su sentencia absolutoria; y le obliga a dictar una nueva resolución “valorando” las pruebas que, con “insuficiente motivación”, “excluyó” de su primer pronunciamiento —un informe de la Guardia Civil y la declaración de un etarra ya condenado por este atentado, Kepa Arronategui—. Por otra parte, el alto tribunal tampoco comparte que los hechos ya hayan sido juzgados en Francia, según la resolución firmada por los magistrados Manuel Marchena, Andrés Palomo, Susana Polo, Ángel Luis Hurtado y Leopoldo Puente.

Anboto, actualmente encarcelada en la prisión de Zaballa (Álava), es una de las terroristas más sanguinarias de la historia de ETA. Criada en una familia vinculada a la banda, ingresó en la organización tras huir a Francia con menos de 20 años. Antes de ascender hasta la cúpula, formó parte de los cruentos comando Araba y comando Madrid. Durante lustros, fue una de las etarras más buscadas. Las fuerzas de seguridad la capturaron finalmente en 2004 en Salies-de-Béarn (Francia).

Tras cumplir una primera condena en Francia, las autoridades galas la entregaron en 2019. Desde entonces, Iparraguirre ha sido juzgada en España por diez causas. Ha resultado condenada en nueve, y acumula penas por un total de 793 años y 8 meses de prisión. El último fallo en su contra se dictó el pasado octubre, cuando la Audiencia la sentenció a 425 años de cárcel por la colocación de un coche bomba en 1985 cerca del estadio de Mendizorroza, en Vitoria (Álava), donde el equipo de fútbol del Alavés iba a jugar un partido contra el Lleida —en un primer momento, Anboto fue absuelta también de este atentado, pero el Supremo obligó a repetir el juicio con otros magistrados porque se “omitió erróneamente” una prueba—.

Las 10 causas de Anboto: nueve condenas y una absolución

Desde su entrega por Francia en 2019, los tribunales españoles han celebrado hasta ahora 10 juicios contra Anboto:

Asesinato de Luciano Cortizo. La Audiencia Nacional la castigó a 122 años de prisión por ordenar y facilitar los explosivos para el atentado en 1995 contra Luciano Cortizo, comandante del Ejército. Esta sentencia, confirmada después por el Supremo, resultó clave: fue la primera dictada en España que la condenaba a cárcel y en la que se estableció que usaba el alias de Anboto.  

Atentado en Mendizorroza. La Audiencia la castigó con 425 años de prisión por la colocación de un coche bomba en 1985 cerca del estadio de Mendizorroza. El vehículo no llegó a explotar, ya que los investigadores lo localizaron antes de que se cometiera el crimen y los Tedax lo desactivaron. El tribunal la absolvió en marzo de 2021 por este atentado, pero el Supremo obligó a repetir el juicio porque se “omitió erróneamente” una prueba clave.

Tiroteo contra unas oficinas del DNI. La etarra acumula otra pena de 50 años por el tiroteo, en 1995, contra los policías que vigilaban la entrada de las oficinas del DNI en Bilbao. Un agente resultó muerto y otro quedó tetrapléjico.

Ataque en unas fiestas. La justicia le impuso 70 años y 8 meses de cárcel por el asesinato de dos policías en Vitoria en agosto de 1987, durante las fiestas patronales de la Virgen Blanca.

Bomba en un banco. Tiene otra pena de 11 años de cárcel por la colocación de una bomba en 1994 junto a un banco de Getxo (Bizkaia), que no causó víctimas.

Crimen del cartero. Suma otros 39 años de prisión por el asesinato en 1985 de Estanislao Galíndez, cartero de la localidad alavesa de Amurrio, al que la banda consideraba confidente de las fuerzas de seguridad.

El Rey, un objetivo. En este juicio, pactó con la Fiscalía 15 años de pena por ordenar acabar con la vida de Juan Carlos I en la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao, en 1997.

Trampa en un bar. Tiene 46 años de condena por colocar una bomba trampa en un bar de Eskoriatza en 1987.

Explosivos en Amurrio. La terrorista fue castigada a 15 años por ordenar el ataque con explosivos al palacio de Justicia de Amurrio en 1996, que no dejó víctimas mortales.

La única absolución. La Audiencia la absolvió por el atentado cometido en 1997 contra una comisaría de Oviedo, pero el Supremo acaba de anular esa sentencia tras el recurso de la Fiscalía.

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