Revés a Camps: la Audiencia rechaza el intento de desacreditar a una testigo que le señaló en el juicio de Gürtel

El tribunal descarta la petición del expresidente valenciano de actuar legalmente contra una empleada de la Generalitat, a la que acusó de mentir

Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana, llega a la Audiencia Nacional el pasado 8 de marzo.FERNANDO VILLAR (EFE)

La Audiencia Nacional ha infligido un nuevo revés a Francisco Camps, que desde enero está siendo juzgado por su presunta implicación en el caso Gürtel. El tribunal ha rechazado este miércoles el intento del expresidente valenciano de emprender acciones legales contra uno de los testigos que declaró contra él en la vista oral. “No ha lugar”, le responden los magistrados, tras la petición ...

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La Audiencia Nacional ha infligido un nuevo revés a Francisco Camps, que desde enero está siendo juzgado por su presunta implicación en el caso Gürtel. El tribunal ha rechazado este miércoles el intento del expresidente valenciano de emprender acciones legales contra uno de los testigos que declaró contra él en la vista oral. “No ha lugar”, le responden los magistrados, tras la petición del exdirigente del PP de deducir testimonio contra Elvira Ramos, una empleada de la Generalitat Valenciana que explicó la pasada semana que Álvaro Pérez, alias El Bigotes y hombre de la trama en la comunidad, “entraba y salía” de forma asidua de los despachos de los altos cargos de la Administración autonómica. Ramos también ratificó que, “a su entender”, existían “presiones” del propio Camps para que se contratase con Orange Market, la empresa de la red corrupta en Valencia.

El testimonio de la trabajadora de la Generalitat sentó muy mal a la defensa del expresidente el mismo día de su declaración. En su turno de preguntas, el abogado de Francisco Camps llegó a gritar a la testigo, lo que provocó que el tribunal le llamara a la calma y le pidiera que moderara el tono. Ese enfado se tradujo solo 24 horas después en un escrito donde la acusaba de “faltar a la verdad”, y pedía a la Audiencia Nacional que se “dedujera testimonio de su declaración al efecto de ejercitar contra ella querella por delito de falso testimonio”. Una iniciativa que el tribunal ha rechazado apenas cinco días después, “sin perjuicio de la valoración” que hagan los jueces de las palabras de Ramos en la sentencia que dicten cuando llegue el momento.

Las afirmaciones de la empleada autonómica irrumpieron con fuerza en el juicio de Camps. Ramos no era una trabajadora más. Llegó a ser la secretaria y a llevar la agenda de Salvadora Ibars, ex directora general de Promoción Institucional. Una pieza clave. Según la Fiscalía Anticorrupción, el expresidente valenciano “dio verbalmente instrucciones a Ibars” para que adjudicasen a Orange Market los “trabajos relativos al montaje del stand de Grandes Proyectos” de la feria de turismo Fitur 2009. Por esa maniobra, el ministerio público ha pedido que se condene al exdirigente del PP a dos años y medio de cárcel.

Elvira Ramos, trabajadora de la Generalitat Valenciana, durante su declaración en el juicio contra Camps, el 23 de marzo.

Según manifestó Elvira Ramos al tribunal, era “vox populi que estas personas, [en referencia a los integrantes de la trama Gürtel], se reunían a niveles más altos, de directores generales y consellers”. Dijo que, incluso, un contrato les “vino dado” a los funcionarios para que se le adjudicara a Orange Market, la empresa que usó la trama para desembarcar en la comunidad. “Había que contratar con ellos y había que contratar con ellos”, incidió en su declaración.

La Fiscalía mantiene que la red corrupta aterrizó en Valencia gracias a la ayuda del entonces presidente Camps, amigo de El Bigotes, el hombre de confianza de Francisco Correa, cabecilla de Gürtel. En esa línea, el denunciante de la trama, José Luis Peñas, señaló: “La trama del señor Correa funcionaba igual en todos lados. [...] En una conversación, Correa me dijo: ‘Le estoy haciendo la campaña a Camps’. Y así es como empezó en Madrid. Empezó hacienda la campaña a José María Aznar y acabó infiltrado en multitud de pueblos. [...] Si la cabeza le contrata y le da acceso, todo el mundo que está en la Administración va a participar de la misma forma que esa cabeza”.

El intento de Camps de actuar contra la funcionaria de la Generalitat no es la primera arremetida del expresidente contra quienes declaran contra él en el juicio. El exdirigente del PP se encaró con Correa tras la sesión del 31 enero, cuando el empresario apuntó al exjefe del Gobierno autónomo como colaborador de la red corrupta: “Camps le llamó ‘hijo de puta’ y le recriminó haber mentido en su declaración”, explicó el abogado del líder de Gürtel sobre el incidente de aquella jornada, cuando EL PAÍS escuchó cómo el político bajaba por las escaleras de la Audiencia, a escasos metros de la sala de vistas, al grito de “es un hijo de puta”. Solo unas jornadas después, el letrado de El Bigotes denunció que Camps le había estado insultando y llamando “miserable” durante un interrogatorio. El tribunal decidió de seguido sentar al popular en la primera fila del banquillo, a solo unos metros de los jueces.

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