Batet confirma que la moción de censura de Vox empezará el 21 de marzo y se votará el 22

La presidenta del Congreso comunica las fechas al presidente, al candidato y a la formación ultra. El Gobierno quiere aprovechar la cita para vincular al PP con Vox antes de las elecciones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Voz, Santiago Abascal, durante la anterior moción de censura de la formación ultra.Foto: EUROPA PRESS/E. PARRA. POOL - EU (EUROPA PRESS) | Vídeo: Europa Press

La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, ha confirmado este lunes que el debate de la nueva moción de censura de Vox contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comenzará en la mañana del martes 21 de marzo y finalizará con la votación el miércoles 22, como había adelantado EL PAÍS. Batet ha comunicado antes formalmente esa decisión al jefe del Ejecutivo; al candidato, el veterano economista Ramón Tamames; y a la formación...

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La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, ha confirmado este lunes que el debate de la nueva moción de censura de Vox contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comenzará en la mañana del martes 21 de marzo y finalizará con la votación el miércoles 22, como había adelantado EL PAÍS. Batet ha comunicado antes formalmente esa decisión al jefe del Ejecutivo; al candidato, el veterano economista Ramón Tamames; y a la formación ultra. El Gobierno ha decidido encarar cuanto antes la nueva moción de censura de Vox, en un momento especialmente sensible para la política española, a las puertas de las decisivas elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Este martes, la Presidencia de las Cortes cerrará el horario de la sesión y otros aspectos logísticos y de organización en la Mesa y la Junta de Portavoces del Congreso. La moción está condenada al fracaso porque no cuenta con apoyos, pero el Gobierno da a esa cita, que el PP pretende descafeinar, la mayor relevancia política.

Vox registró el pasado 27 de febrero su segunda moción de censura contra Sánchez, casi tres meses después de haberla anunciado y de esperar sin éxito a que la encabezara el líder de la oposición, el popular Alberto Núñez Feijóo, y más tarde, a que se sumara algún otro partido. Tras buscar y tantear a varios aspirantes independientes, accedió a ser candidato el catedrático Ramón Tamames, de 89 años, y el debate tendrá lugar durante dos días: entre el 21 y el 22 de marzo. Lo normal sería que la sesión comenzase el 21 por la mañana con la exposición del programa alternativo de Gobierno del candidato, ya que las mociones de censura tienen según la Constitución carácter constructivo, y por la tarde de ese día se produjeran los debates con los partidos con mayor representación en la Cámara. El miércoles 22 se culminaría la sesión con las fuerzas minoritarias, y finalmente con la votación.

La Presidencia y la Mesa tendrán que resolver algunos aspectos técnicos y de logística que llevan días estudiándose, como la ubicación del propio candidato, que tiene 89 años y en este tipo de debates, muy largos y plagados de intervenciones, tendrá un papel muy protagonista.

La moción tendrá lugar 23 días después de haberse registrado su petición, en una secuencia similar a otras anteriores. La precedente que firmó y defendió el líder de Vox, Santiago Abascal, tardó en plasmarse 21 días. La que suscribió hace dos legislaturas sin éxito el entonces líder de Podemos, Pablo Iglesias, transcurrió 25 días después.

Pedro Sánchez ya tenía las fechas muy limitadas por su agenda internacional, que es especialmente intensa en estos meses de preparación de la presidencia española de la UE, que empezará el 1 de julio. El presidente ha previsto cinco minigiras europeas y ya ha realizado dos. El tercer viaje se producirá precisamente en la semana del 20 al 26 de marzo, que estaba ya llena de hitos.

El presidente tiene previsto en esos días viajar a Luxemburgo y a Bélgica, que probablemente hará coincidir con la cumbre de la UE en Bruselas entre el 23 y 24 de marzo, justo tras la moción de censura. Ese mismo 24 partirá hacia Santo Domingo, donde está prevista la cumbre iberoamericana con la presencia de Felipe VI y varios presidentes iberoamericanos.

La Moncloa y la Presidencia del Congreso descartaron precipitar la discusión de la moción para esta misma semana, porque también estaba ya muy complicada. Sánchez y varios miembros del Gobierno tienen una cumbre hispanolusa en Lanzarote el 14 y 15. Y en estos próximos días es más que posible que se anuncie la sustitución de dos ministras que van a ser candidatas en las elecciones municipales: Reyes Maroto (Industria) y Carolina Darias (Sanidad). El núcleo duro del presidente asegura que será una minicrisis para relevar solo a esas dos ministras y que no irá más allá con cambios profundos.

La moción quedará así para la semana siguiente. El presidente y su equipo sopesaron que llevar el debate más allá, a primeros de abril y ya en plena Semana Santa, sería estirar el asunto demasiado, y que los ciudadanos no lo entenderían.

La moción, en todo caso, está condenada al fracaso, porque por ahora solo cuenta con el apoyo explícito de los 52 diputados de Vox. El PP, en esta ocasión, ha adelantado que se abstendrá, frente a lo que hizo el anterior líder de los populares, Pablo Casado, que votó en contra tras un debate en el que plasmó su ruptura abrupta con Abascal.

Sin obligación

Es prácticamente seguro que Pedro Sánchez intervendrá en el debate —aunque no tiene obligación de hacerlo— y aprovechará el encuentro para tratar de mostrar a los ciudadanos los dos modelos posibles de Gobierno tras las próximas elecciones: el de la coalición progresista del PSOE y Unidas Podemos, con apoyo de varios grupos nacionalistas e independentistas y, enfrente, el del bloque de la derecha del PP y la extrema derecha de Vox. La intención de La Moncloa es vincular al máximo esta moción con el PP, aunque Alberto Núñez Feijóo trata de huir de esa asociación y ni siquiera estará presente en el hemiciclo como invitado.

La decisión del PP de abstenerse y no votar en contra, algo discutido incluso dentro del partido de Feijóo, ha dado alas al Gobierno para sentenciar que el jefe de la oposición está más cerca de la extrema derecha de lo que lo estaba Pablo Casado. En realidad, Feijóo parece querer evitar dar cualquier relevancia a esta moción, pero en La Moncloa intentarán lograr el efecto contrario.

La moción servirá, además, para intentar reunificar el grupo de la mayoría y la propia coalición progresista en contra de la extrema derecha, después de las fortísimas tensiones que se han vivido en torno a la votación de la ley de libertad sexual o del solo sí es sí. Después de la moción, y tras la Semana Santa, el panorama político del país quedará volcado en las elecciones locales del 28-M, por eso en los dos días de debate se podrán vislumbrar los ejes de campaña de todos los grupos.

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