Detenidas dos personas en Alicante por estafar 57.000 euros a una mujer a través de Tinder
La víctima, de 35 años, transfirió el dinero en poco más de un año a un hombre al que conoció en la red de contactos y con quien creía tener una relación sentimental
La telenovela romántica que creía estar viviendo una mujer de 35 años de Teulada (Alicante, 11.944 habitantes) resultó ser, en realidad, una estafa. El hombre que conoció en la aplicación de contactos Tinder, con el que intercambió una media de 350 mensajes diarios durante 14 meses pese a no verse nunca en persona, al que consoló por sus problemas con un hijo adolescente, con una madre enferma y con la ruina a la que le había llevado un socio traidor, era, en realidad, un farsante...
La telenovela romántica que creía estar viviendo una mujer de 35 años de Teulada (Alicante, 11.944 habitantes) resultó ser, en realidad, una estafa. El hombre que conoció en la aplicación de contactos Tinder, con el que intercambió una media de 350 mensajes diarios durante 14 meses pese a no verse nunca en persona, al que consoló por sus problemas con un hijo adolescente, con una madre enferma y con la ruina a la que le había llevado un socio traidor, era, en realidad, un farsante. Su pretendida aventura de amor no era más que una historia ficticia por la que la víctima llegó a entregar 57.000 euros a quien creía que era su pareja. Tras poco más de un mes de investigación, después de que la afectada contara sus sospechas a la Guardia Civil, el presunto galán y su pareja, la de verdad, ambos de 39 años y naturales de Elche, aunque vecinos de Guardamar del Segura, fueron detenidos el pasado día 9 por un delito continuado de estafa.
La investigación comenzó el pasado día de Reyes. La víctima había ido acumulando recelos hasta que, más de un año después de conocer a la pareja con la que creía que iba a forjar una familia, decidió interponer una denuncia ante la Guardia Civil. Contó que, unos días después de conocer al hombre en Tinder, se intercambiaron los teléfonos para mantener un contacto más directo. En sucesivas conversaciones, el supuesto enamorado le desgranó su historia. Le aseguró que trabajaba en un cuerpo policial, que nació en una familia acomodada dedicada al ladrillo en Elche y que estaba a punto de mudarse a una vivienda de lujo en una zona residencial. La relación fue afianzándose, a pesar de que el supuesto galán siempre disponía de una excusa para no encontrarse en persona con su enamorada. Con quien sí se reunió la víctima fue con un supuesto familiar, que le confesó que, pese a este entorno idílico y estable, su soñada pareja sentimental estaba sometida a serios problemas personales. Su hijo era un adolescente con problemas al que no podía atender como merecía porque tenía que atender a su madre enferma, que falleció en el transcurso de la relación. Y, por si fuera poco, un socio de la empresa familiar había cometido un delito que les había llevado a la ruina, por lo que se tenía que esforzar en tratar de revitalizar el negocio. La investigación logró demostrar después que este supuesto confidente era, en realidad, el propio estafador, que con esa argucia “aportaba credibilidad a todas las fantasías que le contaba en sus conversaciones a distancia”, indica el instituto armado.
A los seis meses de relación, el arrestado se hizo pasar también por su propio hijo. Mediante mensajes de texto, convenció a la víctima de que estaban atravesando muchas dificultades económicas y le pidió dinero prestado. Ella, “convencida de que eran pareja, de que en un futuro cercano iban a formar una familia y de que él, realmente, necesitaba esta ayuda”, comenzó a transferir grandes cantidades a su cuenta. Cuando ella le reclamaba el dinero prestado, él fingía que iba a vender alguna de sus propiedades para saldar su deuda, pero siempre tropezaba con problemas que hacían rebrotar sus penurias económicas. Durante los últimos ocho meses de su relación, ella llegó a entregarle 57.000 euros.
Estas transacciones, junto al análisis de los dispositivos móviles de la víctima, fueron las claves que desembocaron en las detenciones. Los agentes del Equipo @ de Alicante, la brigada especializada en delitos cibernéticos, detectaron que en cuanto la víctima hacía los ingresos bancarios, los estafadores lo sacaban de su cuenta en efectivo “para blanquearlo sin dejar rastro”, afirman fuentes de la investigación. El pasado 9 de febrero, la pista llevó a los agentes del caso hasta la vivienda que el investigado por el timo compartía con su esposa en la vida real, donde se efectuaron los registros y la detención de ambos, acusados de un presunto delito continuado de estafa. Él, como autor material y ella, como conocedora de los hechos que se lucraban de los beneficios obtenidos con la actividad delictiva.
Las fuentes consultadas ratifican que la investigación sigue abierta. Los agentes analizan los dispositivos electrónicos utilizados por los presuntos timadores y han solicitado la intervención de las cuentas bancarias de las que son titulares para ver si la víctima de Teulada no ha sido la única que ha caído en sus redes o si el dinero recaudado está ingresado en alguna cuenta diferente.