La Fiscalía Antidroga pide casi 10 años de cárcel para Gonzalo Boye por su presunta implicación en la trama de Sito Miñanco
El ministerio público atribuye al abogado los delitos de blanqueo y falsificación de documentos. El letrado niega las imputaciones y acusa a la Audiencia Nacional de perseguirlo por sus vínculos con el independentismo
La Fiscalía Antidroga ha puesto ya sobre la mesa la petición de penas para los implicados en la Operación Mito, la investigación sobre la vuelta a las andadas de José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, uno de los históricos narcos gallegos. El ministerio público presentó este lunes su escrito de acusación, de 179 páginas, donde detalla los pormenores de la presunta trama encabezada por Miñanco para introducir casi cuatro toneladas de cocaína en España. La Fiscalía pide más de 30 años de cárce...
La Fiscalía Antidroga ha puesto ya sobre la mesa la petición de penas para los implicados en la Operación Mito, la investigación sobre la vuelta a las andadas de José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, uno de los históricos narcos gallegos. El ministerio público presentó este lunes su escrito de acusación, de 179 páginas, donde detalla los pormenores de la presunta trama encabezada por Miñanco para introducir casi cuatro toneladas de cocaína en España. La Fiscalía pide más de 30 años de cárcel para el traficante gallego, y casi 10 años de prisión para Gonzalo Boye, quien fuera su abogado y al que se acusa de participar en la supuesta red “criminal” creada para blanquear el dinero.
El ministerio público mueve ficha después de que la Audiencia Nacional abriese juicio oral contra Miñanco, Boye y otro medio centenar de personas. Hace dos semanas, la Sala de lo Penal confirmó la instrucción de la jueza María Tardón, que atribuye al narco el liderazgo de una banda dedicada a la introducción de estupefacientes, principalmente, desde Sudamérica. “Prado Bugallo contaba con la infraestructura personal necesaria: una pléyade de individuos que, en muchos casos, ya habían acumulado una experiencia criminal significativa en el negocio del narcotráfico”, escribe Antidroga, que apunta que los subordinados le obedecían de una “forma casi reverencial”.
Entre los acusados destacan la expareja de Miñanco, Claudia Viviana Delgado, para quien la Fiscalía pide casi nueve años de cárcel; y su antiguo lugarteniente Luis Enrique García Arango, alias El viejito, para el que solicita 22 años de prisión.
Las pesquisas
En 2018, la Operación Mito volvió a poner en la diana a Miñanco, vinculado al mundo de la droga desde hace más de tres décadas. Cercado en la famosa Operación Nécora en 1990 —el primer gran golpe contra las redes gallegas de narcotráfico y de la que logró escapar—, cayó por primera vez en 1991 en otra causa. Pasó entonces siete años en prisión, hasta que quedó libre en 1998. Desde ese momento, no ha parado de entrar y salir de la cárcel.
Precisamente, según las pesquisas de la Operación Mito, en febrero de 2016, el histórico narco llevaba ya casi un año en régimen de semilibertad en Algeciras (Cádiz). De cara al público, parecía que se había reinsertado: trabajaba por las mañanas en una empresa de aparcamientos y por las tardes acudía a una ONG de asistencia a enfermos. Pero en realidad, según la jueza Tardón, seguía metido de lleno en el tráfico de drogas. Por ello, fue detenido en 2018. “Está considerado como el mayor narcotraficante de Europa”, subrayó la Policía Nacional tras este arresto. Una acusación que él niega. “Son mentiras”, se defendió Miñanco ante la magistrada, tal y como desveló EL PAÍS.
A Boye, por su parte, se le acusa de colaborar con la red para recuperar un dinero que la policía interceptó a un “correo humano” de la banda. Según la Fiscalía, el abogado llevaba en 2017 la defensa de Miñanco y “asesoró” a la trama para “confeccionar unos contratos de compraventa de unas letras de cambio” con la idea de intentar recobrar la cantidad perdida: casi 890.000 euros: “Boye presentó dichos contratos de compraventa en el expediente administrativo a sabiendas de su falsedad y de que las operaciones de compraventa eran ficticias, con el objeto de recuperar el dinero intervenido y ocultar que el mismo procedía del narcotráfico”. Por ello, el ministerio público le atribuye un delito de blanqueo y otro de falsificación de documentos. Una acusación que niega el letrado, conocido por tener a otros clientes mediáticos, como el etarra Josu Ternera o los líderes independentistas catalanes Carles Puigdemont y Quim Torra.
Boye ha acusado a la Audiencia Nacional de “perseguirlo” por tener como clientes a dirigentes independentistas. El secesionismo le ha mostrado además reiteradamente su apoyo: “Querido Boye, van a por ti, van a por nosotros. Pero sabemos de tu determinación e inocencia. Es un gran orgullo y un gran privilegio ser tu defendida”, le escribió Laura Borràs, expresidenta del Parlament, a quien también ha defendido.
Este martes, tras conocerse la petición de la Fiscalía, Puigdemont le ha defendido también a través de un mensaje de Twitter: “He conocido esta barbaridad mientras estábamos en la comisión del Parlamento Europeo que investiga el escándalo Pegasus. Es una venganza y un ensañamiento contra Boye, fruto de la impotencia. Porque los ha derrotado. Lo querrían encerrado, pero no se rendirá. Todo mi apoyo y agradecimiento”.