El enfrentamiento entre el PSOE y Podemos y los demás aliados aboca la ‘ley trans’ al atasco
El socio del Ejecutivo y nueve grupos exigen a los socialistas que retiren sus enmiendas y vuelvan al proyecto que flexibiliza la autodeterminación entre los 12 y los 16 años, pero el PSOE se niega
La llamada ley trans parece abocada a un nuevo atasco parlamentario de consecuencias políticas ahora impredecibles. Unidas Podemos y otros nueve grupos parlamentarios con representación en el Congreso (ERC, EH Bildu, Junts, BNG, PDeCAT, PNV, Más País, Compromís y Coalición Canaria) han registrado este miércoles un total de 11 enmiendas conjuntas al proyecto emblemático defendido por el Ministerio de Igualdad de...
La llamada ley trans parece abocada a un nuevo atasco parlamentario de consecuencias políticas ahora impredecibles. Unidas Podemos y otros nueve grupos parlamentarios con representación en el Congreso (ERC, EH Bildu, Junts, BNG, PDeCAT, PNV, Más País, Compromís y Coalición Canaria) han registrado este miércoles un total de 11 enmiendas conjuntas al proyecto emblemático defendido por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero para incluir algunas correcciones más técnicas que políticas, pero con el trasfondo claro de enviar al PSOE un mensaje y una presión: la ley tiene que salir adelante tal y como se presentó y aprobó por el Consejo de Ministros en junio pasado, “sin retrocesos”.
Esos 10 grupos, que suman 72 escaños y en su mayoría votan junto al Ejecutivo sus proyectos, leyes e iniciativas, exigen al PSOE que retire las enmiendas que ese partido registró el pasado lunes para aumentar la cobertura jurídica de la norma y para regular con más controles y filtros jurídicos la posibilidad de la autodeterminación de género entre los 12 y los 16 años, frente a los 14 del proyecto de la ley original. El PSOE se niega. Desentrañar ese enquistamiento político se presenta muy complejo con el endiablado reparto parlamentario actual.
Podemos y los aliados habituales del Ejecutivo reafirman que no respaldarán en ningún caso los planteamientos socialistas actuales, que tildan de recortes. PP y Vox rechazan de plano el proyecto y no se vislumbran, en este caso, como una solución alternativa para sacar adelanta la norma ni siquiera con su abstención, porque anuncian recursos de inconstitucionalidad al proyecto y su derogación si gobiernan. Vox ni siquiera registró enmiendas parciales este miércoles, porque ya quiso rectificar todo el texto hace un mes. El PSOE tiene solo 120 diputados y sin Podemos y los demás socios tendría imposible que prosperaran sus reformas a la ley. Lo más probable es que concitaran el rechazo de esos 72 parlamentarios aliados y los 88 del PP, es decir, una cifra en torno a 151, y por descontado los 52 de Vox. Los nueve de Ciudadanos están por definir.
Si el PSOE, por un lado, y Podemos y los demás aliados, por otro, mantuvieran sus tesis sin rectificaciones en sus enmiendas hasta el final —primero en la ponencia y la comisión y en última instancia hasta el pleno del Congreso y el Senado, donde podrían llegar lo que se conoce como vivas—, los socialistas tendrían ante sí el dilema de optar por ver derrotadas sus modificaciones o que salieran gracias al apoyo o abstención del PP y la derecha. O, incluso, una tercera opción: tumbar las enmiendas de sus socios y aliados en contra del proyecto original que los socialistas refrendaron en junio en el Consejo de Ministros. En este último caso, se evitaría que prosperase tal y como ya está ahora.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ya había sido tajante a primera hora de este miércoles en los pasillos del Congreso. Montero ha acusado a los socialistas de “incumplir” el compromiso del Gobierno y ha sido la primera en pedir al PSOE, socio mayoritario del Ejecutivo, que “retire” sus enmiendas. “Nos vamos a dejar la piel para que la ley trans salga adelante, estoy muy preocupada, y así se lo he transmitido al PSOE, con esas enmiendas que afectan al corazón de la ley y que incumplen su compromiso de no tocar la libre determinación de la identidad de género. Vamos a trabajar con la mayoría feminista del Congreso para intentar que la ley salga antes de que acabe el año y sin un solo recorte en derechos, tampoco para las infancias”, ha asegurado Montero.
Al final de la mañana, ante el registro oficial del Congreso, los portavoces de los 10 grupos parlamentarios plantaron su firma para suscribir hasta 11 enmiendas conjuntas que precisan algunos puntos de la norma, requieren incluir en esos colectivos a las personas no binarias y, sobre todo, sirven para confirmar sus enormes diferencias ahora con los socialistas. Dirigentes de Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, Junts, BNG, PDeCAT, PNV, Más País, Compromís y Coalición Canaria se presentaron ante ese mostrador y evidenciaron después ante los medios de comunicación su determinación de no aceptar “ningún paso atrás en el acuerdo suscrito dentro del Gobierno” y en los derechos que entienden que demandan mayoritariamente los colectivos LGTBI, según expresó Sofía Fernández Castañón, diputada de UP.
El precedente de la ley del ‘solo sí es sí'
La firmeza de Unidas Podemos y los demás socios habituales contra las rectificaciones del PSOE sitúa el futuro de la ley en un limbo parlamentario sobre cómo y con quién podría superar las próximas votaciones en el Congreso. Unidas Podemos ya ha advertido de que no está dispuesto a apoyar ninguna iniciativa que rebaje el texto actual, pactado dentro del Ejecutivo tras más de dos años de discusión interna.
El PP evitó este miércoles adelantar qué votaría en su momento a los planteamientos nuevos del PSOE. Lo que sí hizo fue presentar 84 enmiendas sobre dos premisas: proteger a los menores de edad, en el sentido de que deberían de contar con el respaldo familiar y médico para tomar una decisión sobre su posible disforia de género y, por otra parte, rechazar “la llamada autodeterminación de género”, que según su criterio supone introducir nuevos conceptos indeterminados que provocan inseguridad jurídica. El PP, además, pide que comparezcan expertos en la comisión de Igualdad cuando se abra la ponencia y que el asunto se lleve al final al pleno, donde no está definida aún su postura.
En UP confían en que finalmente los socialistas hagan sus números y retiren in extremis sus 37 enmiendas parciales, que formalizaron en la noche de este pasado lunes, ante la posibilidad de que una norma salida del Consejo de Ministros decaiga por falta de apoyos y se convierta en un fracaso político de la coalición en esta fase decisiva de la legislatura. El precedente, recuerda ese partido, es el de la ley del solo sí es sí, cuando el PSOE amagó hasta el último minuto con una enmienda sobre la abolición de la prostitución que ponía en riesgo la aprobación de una de las normas estrella del ministerio de Irene Montero. Después de meses de negociaciones infructuosas en el Congreso, aquella iniciativa socialista incluía la abolición de la prostitución y la tercería locativa (quienes ponen pisos o locales para que se ejerza la prostitución) con una redacción que rechazaban tanto UP como otros grupos de la mayoría progresista. Finalmente, ante el riesgo de que el dictamen de la ley no fuera aprobado en Comisión, el PSOE retiró su enmienda y Unidas Podemos aceptó una iniciativa de supresión que eliminaba del texto aquellos artículos referidos a la prostitución. “Nos hemos quedado solas”, admitió Adriana Lastra, la portavoz entonces del grupo socialista, tras dar marcha atrás. UP sostiene que ahora podría y debería volver a pasar lo mismo.
El PSOE niega esa hipótesis a día de hoy. Fuentes de la dirección del grupo socialista remarcan que su compromiso, como ha expresado el presidente, Pedro Sánchez, y otros miembros del Gabinete y del partido, es que la norma “salga lo más pronto adelante”. Pero los socialistas, que han sufrido evidentes divisiones internas y con algunos colectivos feministas, también precisan que su objetivo es que la ley trans “dure” y que el Tribunal Constitucional no tenga argumentos para “tumbarla entera” ante los previsibles y anunciados recursos del PP y Vox. El PSOE avanza que no retirará sus enmiendas.
El matiz, en la derecha, lo aporta por ahora Ciudadanos, que este miércoles registró sus 16 enmiendas parciales diferentes a las del PSOE pero con requisitos de mayor protección y acompañamiento a los menores de edad similares a los planteamientos de los socialistas. Como “defensores” de la libertad, desde Cs llevan meses exigiendo al Gobierno una reforma legislativa en esa materia. “Las mujeres trans no borran a ninguna otra mujer”, espetó su diputada Sara Giménez en el debate de octubre desde el estrado al PSOE. Y avanzó: “A ver si legislamos de una manera responsable, que es para el avance en igualdad y con garantías”.