El PSOE prorroga de nuevo el plazo de enmiendas a la ‘ley trans’ y mantiene abiertos el choque interno y con Podemos

Será la cuarta ampliación del límite para presentar modificaciones parciales desde que se superó el primer trámite de rechazo en el Pleno, el 6 de octubre

Irene Montero y Carmen Calvo se saludaban el 21 de septiembre en la comisión de Igualdad del Congreso.Foto: JAVIER LIZÓN (EFE) | Vídeo: EPV

El PSOE volverá a pedir este miércoles, en la Mesa del Congreso, una nueva ampliación de los plazos para registrar enmiendas parciales con las que corregir el contenido de la llamada ley trans, para gran malestar de sus socios en el Gobierno de coalición, Unidas Podemos, y de otros grupos de la Cámara, y ante la evidente división constatada en su propio partido y el movimiento feminista. Los socialistas sostienen que es...

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El PSOE volverá a pedir este miércoles, en la Mesa del Congreso, una nueva ampliación de los plazos para registrar enmiendas parciales con las que corregir el contenido de la llamada ley trans, para gran malestar de sus socios en el Gobierno de coalición, Unidas Podemos, y de otros grupos de la Cámara, y ante la evidente división constatada en su propio partido y el movimiento feminista. Los socialistas sostienen que esta será la última vez en la que prorrogarán este proceso y aseguran que para el próximo lunes tendrán preparadas sus correcciones a la norma. El argumento que da el PSOE para la dilación es que persigue que el texto “sea garantista” y tenga la “mayor seguridad jurídica” para que quede “libre de cualquier posibilidad” de ser recurrido ante el Tribunal Constitucional. La formación está haciendo un trabajo complejo y riguroso que requiere tiempo. La siguiente Mesa se reunirá el miércoles que viene. Un grupo de partidos de izquierdas, socios habituales del Ejecutivo, ultiman por su parte su propio cupo de enmiendas, como harán también desde la derecha.

La Mesa del Congreso está citada este miércoles a las once de la mañana para discutir, entre otros asuntos, la situación y el calendario de la ley trans. La semana pasada, el PSOE ya se alió con el PP y Vox, con los que suma seis de los nueve componentes de ese órgano de gobierno de la Cámara baja, para solicitar una nueva demora en el registro de las enmiendas parciales a ese polémico proyecto. La decisión provocó de manera inmediata la renuncia a la militancia socialista de la activista trans Carla Antonelli y que se avivara el debate interno en el partido con miembros del sector clásico. El PSOE justificó esa decisión en su intención de mejorar al máximo el contenido de la ley, sobre todo en sus aspectos jurídicos, “porque afecta a derechos fundamentales” y ante el temor de que la puedan recurrir ante el Tribunal Constitucional partidos de la derecha como el PP, Vox y Ciudadanos, como así han anunciado.

Unidas Podemos ya había anticipado en la mañana de este martes en el Congreso que sería “inaceptable” y “un sinsentido” que se volviera a demorar este proceso, porque cada día que pasa sin resolverse este asunto hace sufrir a las personas trans, como explicitó su portavoz parlamentario, Pablo Echenique. Una vez conocida la decisión del PSOE de prorrogar el plazo de enmiendas, fuentes de la dirección de Unidas Podemos expresaron su “preocupación” y lamentaron que “quienes pagan las consecuencias son las personas trans y la comunidad LGTBI, que ve en riesgo la aprobación de una ley que reconoce sus derechos”. Tras recalcar que la norma “no puede sufrir más retrasos”, Unidas Podemos trasladó que propondrá al PSOE y al conjunto de grupos parlamentarios un calendario de tramitación “que incluya la finalización del periodo de enmiendas el día 2 de noviembre y la finalización de la ponencia el 18 de noviembre”. El objetivo que se marca el Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero es que la ley esté aprobada antes de que finalice el año “y sin recortes en derechos respecto al texto ya pactado en el Gobierno”.

El PSOE tenía y mantiene también algunas dudas de contenido sobre el proyecto, que se siguen sin solventar y que se están discutiendo con referentes históricos del partido, como la exvicepresidenta primera, Carmen Calvo, o Amelia Valcárcel, miembro del Consejo de Estado, muy críticas con la ley que impulsa Unidas Podemos. Calvo aseguró en la noche del lunes en la Cadena SER que el texto del anteproyecto que aprobó el 29 de junio de 2021 el Consejo de Ministros en una primera lectura, dos semanas antes de que el presidente, Pedro Sánchez, la relevase de esa función, no es el que ha llegado ahora al Congreso para su aprobación final, y que ha sufrido cambios. Ese anteproyecto se optó por tramitarlo por la vía de urgencia, algo que también se critica ahora porque se ahorró así algunos pasos y debates previos. La dirigente socialista defiende que Unidas Podemos incorporó al texto el concepto de violencia intragénero, con lo que, según la exvicepresidenta, “se vuelve a debilitar el concepto de violencia de género, prácticamente dándole la razón a Vox”.

La exvicepresidenta incidió en que la norma aborda aspectos muy complicados, influye en la infancia y la adolescencia y hasta afecta a artículos de la Constitución. Valcárcel destacó por su parte, en una entrevista en Telecinco, que las feministas veteranas del PSOE han pedido una entrevista con el presidente del Gobierno, tras escribirle varias cartas, para argumentar sus razones sobre la afectación que esa ley puede suponer en el ámbito jurídico, social y hasta relacionado con la libertad de expresión, porque sostienen que pretende coartar su capacidad de crítica.

Esta crisis interna en el PSOE y con sus socios de Unidas Podemos se aceleró el jueves, después de que EL PAÍS publicase que el partido estaba estudiando presentar enmiendas en aspectos sobre la autodeterminación de género de menores y la violencia intragénero. El principal partido del Gobierno descartó finalmente cuestionar el corazón de la futura ley y adelantó, para intentar pacificar el conflicto, que no tocaría lo relativo a la autodeterminación. La dirección del PSOE anunció así, ante la magnitud de la polémica, que retomaría el planteamiento marcado sobre la ley trans en las resoluciones del 40º Congreso Federal hace un año en Valencia, en el sentido de no reabrir lo discutido y solventado entonces sobre la autodeterminación de género.

La parte socialista del Ejecutivo se afana ahora en contener, también, el malestar creciente de Unidas Podemos, cada vez más difícil de controlar y más después del último aplazamiento del periodo de enmiendas. “Hablo por el conjunto del Gobierno, es muy importante en este debate poner en valor lo que hemos hecho en relación a esta ley, que es continuar en la senda de los avances en derechos y libertades. Estamos muy orgullosos de toda nuestra agenda normativa”, afirmó este martes la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez. “Insisto, es una ley que de nuevo posiciona a nuestro país en la senda del avance de derechos de personas para las personas LGTBI, de lucha contra la discriminación que sufren las personas trans. Y desde luego este es un Gobierno que abandera las políticas de igualdad y en defensa de los derechos de las mujeres”, reiteró horas antes de que el PSOE decidiera posponer otra semana el plazo para registrar enmiendas a una ley que, recuerdan en Unidas Podemos, ya había sido negociada entre los socios de gobierno antes de su envío al Congreso.

El portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, en un pleno.Eduardo Parra (Europa Press)

Al frente abierto con Unidas Podemos hay que añadir la bronca dentro del PSOE, que se ha elevado hasta cotas poco habituales. El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero aseguró esta semana que no cree que la ley trans “afecte a la gran aportación del feminismo” y subrayó que las diferencias en el partido entre algunos sectores feministas y el colectivo LGTBI se debían a motivos “generacionales”.

Esas alusiones a las históricas del PSOE enervaron a Calvo y Valcárcel, entre otras. La exvicepresidenta y actual presidenta de la comisión de Igualdad, que deberá acoger la discusión de la ley trans, corrigió en la primera ocasión que tuvo en público a Zapatero. “Primero tengo que decir que no hay un feminismo histórico igual que no hay un socialismo histórico. Ya estaría raro que el socialismo, que es anterior, estuviera boyante y juvenil y el feminismo tuviera una parte caduca”, manifestó en Hora 25 en la Cadena SER.

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