Los socios hacen valer sus votos en una semana clave para los Presupuestos

ERC afirma que España no es una democracia plena por el trato a los impulsores del ‘procés’ y el PNV cuestiona la estrategia del Gobierno sin desvelar si presentarán enmiendas a la totalidad de las cuentas

Pedro Sánchez, durante su comparecencia en el Senado.Alejandro Martínez Vélez (Europa Press)

El Gobierno cuenta los días que faltan hasta el viernes, cuando termina el plazo para presentar enmiendas a la totalidad al proyecto de Presupuestos de 2023, con el corazón encogido. La Moncloa está en guardia ante la posibilidad de que Esquerra o el PNV tomen una decisión que sería letal para las cuentas. El trato preferente que Pedro Sánchez dio a los dos partidos en el debate en el Senado prueba lo muchísimo que hay e...

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El Gobierno cuenta los días que faltan hasta el viernes, cuando termina el plazo para presentar enmiendas a la totalidad al proyecto de Presupuestos de 2023, con el corazón encogido. La Moncloa está en guardia ante la posibilidad de que Esquerra o el PNV tomen una decisión que sería letal para las cuentas. El trato preferente que Pedro Sánchez dio a los dos partidos en el debate en el Senado prueba lo muchísimo que hay en juego y lo delicadas que están las negociaciones.


Pedro Sánchez sentado en el fondo del Senado y Alberto Núñez Feijóo en un plano más cercano, pero con la imagen de la cara borrosa.Foto: EL PAÍS | Vídeo: EPV

“Si quieren ser útiles, cumplan con Cataluña”, interpeló la portavoz de ERC, Mirella Cortès, que llegó a negar la condición de “democracia plena” de España que recogen los estándares internacionales. “No lo será mientras haya exiliadas y exiliados políticos por poner urnas, 531 manifestantes investigados, 65 personas espiadas por Pegasus y más de mil encausadas, pendientes de multa o de cárcel por un referéndum”, le espetó al presidente del Gobierno en referencia al procés y la consulta secesionista ilegal que provocó hace cinco años la intervención de la autonomía catalana por la vía del artículo 151. “Hoy estamos mejor que entonces, la Cataluña de octubre de 2022 es mejor que la de 2017 y en consecuencia la España de 2022 es mejor que la de 2017. Y es por un esfuerzo de diálogo y de reencuentro. Me gustaría que salieran del laberinto y apuesten por el nuevo tiempo que se puede abrir en Cataluña”, le replicó Sánchez, que ofreció a los socialistas como garante de la “estabilidad” del Govern de ERC “y normalizar la situación en Cataluña” tras la salida de Junts de la Generalitat.

ERC se ha ganado la fama de ser el socio más impredecible del Gobierno, y en plena competencia con Junts por la hegemonía en el independentismo está tratando de vincular la reforma del delito de sedición a su apoyo a los Presupuestos. El PNV, otro aliado capital del Ejecutivo, tiene la aureola de ser más pragmático que imprevisible, pero la relación con el PSOE no atraviesa su mejor momento mientras EH Bildu aspira a disputarle su condición de socio preferente. “No veíamos mucho sentido a que viniera a contar unas medidas contra la crisis por la guerra de Ucrania que ya conocíamos a no ser por puro oportunismo político. Lo único que parece es que ha vuelto a mantener un cara a cara con Feijóo con el propósito claro de confrontar dos modelos económicos y la mirada puesta en los datos desmoscópicos”, reprochó la senadora nacionalista Estefanía Beltrán. Sánchez llegó a reivindicarse como el presidente que ha impulsado la cogobernanza y que más conferencias de presidentes autonómicos ha celebrado para contener las críticas del PNV.

Pero donde la tensión se apreció con más intensidad fue en el intercambio con los republicanos. “El Estado sigue inmerso en una espiral represiva contra un movimiento pacífico y democrático como el independentismo. Los dictámenes y resoluciones internacionales de Naciones unidas o del Consejo de Europa les exigen que tomen medidas que ustedes se empeñan en ignorar”, apostilló Cortès, que habló en catalán en su turno final como protesta: “En una democracia plena podría hablar en mi lengua, pero no puedo porque me lo prohíben”. Sánchez le recordó que se ha presentado una propuesta para la reforma del reglamento en el Senado para poder usar el catalán en la Cámara alta. “Nunca vamos a utilizar desde el Gobierno el castellano o catalán como un elemento de confrontación con ningún grupo político. Las lenguas están para unir y reconocemos a las lenguas cooficiales que están en la Constitución”, zanjó el presidente.

El trato de Sánchez a ERC, Bildu y PNV, similar al que empleó en las dos horas y media de cara a cara con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, encrespó los ánimos de los portavoces de otros socios habituales del Gobierno. Como ya ocurrió en el debate de septiembre en el Senado, el presidente optó por que las intervenciones se sucedieran para una respuesta final a más de una quincena de partidos. “No nos desprecie, señor presidente. Nada es para siempre y las tornas cambian... ¿Hasta cuando abusara de nuestra paciencia, señor presidente, en las dos horas y media de cara a cara con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, encrespó los ánimos de los portavoces de otros socios habituales del Gobierno. Como ya ocurrió en el debate de septiembre en el Senado, el presidente optó por que las intervenciones se sucedieran para una respuesta final a más de una quincena de partidos. “No nos desprecie, señor presidente. Nada es para siempre y las tornas cambian... ¿Hasta cuándo abusará de nuestra paciencia?”, le advirtió Koldo Martínez, de Geroa Bai. “En el pleno anterior ni contestó a mi intervención”, lamentó Carles Mulet, de Compromís. ”No vuelvan a jugar con nosotros, Teruel Existe surgió hace casi 23 años y seguiremos aquí hasta que no se dé respuesta a la despoblación”, concluyó la senadora Beatriz Martín.

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