Agua de Cantabria para las 12.000 vacas y los 2.700 vecinos de Karrantza (Bizkaia)

Un pequeño municipio del País Vasco comienza a recibir 200.000 litros diarios en camiones cisterna ante la sequía que afecta a su cabaña ganadera

Operarios municipales de Karrantza (Bizkaia) extraen agua de un camión cisterna para incorporarla a la red de suministro.EUROPA PRESS (Europa Press)

En Karrantza no llueve desde hace varios meses y el agua potable escasea. La sequía está causando estragos en este municipio vizcaíno de 2.700 habitantes. Las reservas acuíferas se agotan y han saltado las alarmas. Si no vuelven pronto las precipitaciones, en solo un me...

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En Karrantza no llueve desde hace varios meses y el agua potable escasea. La sequía está causando estragos en este municipio vizcaíno de 2.700 habitantes. Las reservas acuíferas se agotan y han saltado las alarmas. Si no vuelven pronto las precipitaciones, en solo un mes se terminará el suministro de agua. “La situación es muy preocupante y afecta a toda la población y a la mayor cabaña ganadera de Bizkaia”, afirma el alcalde de Karrantza, Raúl Palacio. El Ayuntamiento de la localidad no ha recibido la ayuda del Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia y ha decidido solicitar auxilio a Cantabria. Este miércoles ha comenzado el trasvase de 200.000 litros diarios de agua desde Ramales de la Victoria. Unos camiones cisterna con capacidad para transportar 28.000 litros en cada viaje han ido inyectando el agua tras recorrer los 13 kilómetros que separan a ambas localidades.

El alcalde publicó el pasado 11 de agosto un bando municipal en el que rogaba “encarecidamente” a todos los habitantes de Karrantza que hicieran “un uso extremadamente responsable del agua”. Palacio describía así la gravedad del momento: “La situación es crítica y puede convertirse en un problema de difícil solución si la sequía persiste. Pensemos en ello cada vez que abramos el grifo. Recordamos una vez más la importancia de revisar grifos, mangueras, bañeras, etc... para evitar pérdidas innecesarias”.

En Karrantza, situado en la zona más occidental de Bizkaia y cerca del límite con Cantabria, se prohibió en el mes de junio el uso del agua en todas las actividades que no fuera “totalmente imprescindibles”. Se recomendó a los vecinos abstenerse de regar las parcelas particulares, llenar las piscinas o lavar los vehículos. La ausencia de lluvia desde entonces no ha hecho sino agravar la situación. Las dos balsas donde se almacena el agua potable que surte a todo el municipio se encuentran bajo mínimos: la de La Argañeda se encuentra al 13% de su capacidad y la de La Cerroja, a un 33%. Palacio advierte: “Con este nivel de reserva solo podemos aguantar un mes”.

El Consistorio vizcaíno ha tenido que recurrir a la “solidaridad” cántabra ante la negativa del Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia a aportarles el agua que necesitan. Karrantza no forma parte de esta empresa pública y gestiona de forma autónoma la red de abastecimiento local. Palacio, que gobierna desde 2015 en representación de la agrupación vecinal Karrantza Zabala (KZ), explica que el pasado 16 de agosto mantuvo una reunión con el director de Medio Ambiente de la Diputación de Bizkaia que no dio el resultado que pretendía: “Nos comunicó que no tienen disponibilidad presupuestaria para ayudarnos. También les planteamos la posibilidad de recibir agua de otros municipios de la comarca. Su respuesta fue que, como Karrantza no está consorciado, iba a ser difícil y no iban a poder ayudarnos”.

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Municipios vizcaínos próximos, como Arcentales y Lanestosa, que también gestionan por sí mismos la red de suministro de agua, también sufren una situación parecida por la sequía persistente, por lo que Palacio dio un giro total para encontrar una solución: “Miramos a Cantabria. Ahí sí hemos encontrado la solidaridad de Ramales, donde la gestión del agua también es municipal. Nos permiten este aporte en la medida de sus posibilidades”.

César García, alcalde de Ramales de la Victoria (2.880 habitantes), asegura que no es la primera vez que ayudan a Karrantza. En veranos pasados se hicieron aportes “puntuales” y también se envió a una empresa láctea del municipio vizcaíno: “Ya tenemos experiencia en estas tareas. Cuando el alcalde de Karrantza nos pidió ayuda, no lo dudamos. Lo que me sorprende es que instituciones como el Gobierno vasco y la Diputación de Bizkaia, mucho más poderosas que Ramales, no hayan sido capaces de resolver este problema”. Ramales, explica su regidor, cobrará 0,74 euros por metro cúbico de agua depurada que se envíe a Karrantza, el mismo precio que pagan los vecinos de la localidad cántabra. Serán unos 2.000 euros diarios, según los cálculos del Ayuntamiento vizcaíno.

Cada día viajarán entre seis y ocho camiones de un pueblo a otro. Si la capacidad de almacenamiento de Ramales se resiente, asegura Palacio, cuentan con el compromiso del municipio de Ampuero, también en Cantabria, para continuar con el trasvase de agua. En Karrantza la ganadería tiene una gran implantación. Cuenta con un centenar de explotaciones que suman unas 12.000 vacas estabuladas: “Además del agua que se necesita para la limpieza de los sistemas de ordeño, cada vaca consume unos 100 litros”.

Karrantza lleva desde 2004 en negociaciones para incorporarse al sistema general de abastecimiento que controla en Consorcio de Aguas, pero no ha aceptado sumarse a esta asociación por las “condiciones inasumibles” que les impone, según el alcalde: “Nos exigen unas inversiones de 10 millones de euros en la red de agua potable. Un informe del interventor municipal concluyó que esto nos llevaría a la quiebra. Además, tendríamos que fijar una tarifa que llevaría consigo el cierre del 70% de las ganaderías existentes, según un informe de la propia Diputación” vizcaína. Karrantza mantiene un litigio judicial con la institución foral por sendos convenios para la construcción de depuradoras en este municipio que no han llegado a ejecutarse.

“Lo que más nos preocupa de esta situación es que no seamos capaces de llegar a acuerdos con otras instituciones cercanas en temas de vital trascendencia para la población, como el problema que tenemos con el agua”, sentencia el alcalde. “Es un fracaso de los políticos”.

La sequía está teniendo consecuencias desconocidas en el País Vasco. Un barco cisterna del Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia comenzó a mediados de agosto pasado a suministrar agua a la comarca de Busturialdea desde el puerto de Bermeo y abastecer a 16 de sus municipios, afectados por el calor sofocante de esta temporada. El buque, con una capacidad máxima de cuatro millones de litros, transporta una media diaria de alrededor de dos millones de litros.

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