Pedro Sánchez busca referentes del PSOE para reforzar su ejecutiva en año electoral
El partido baraja los nombres de Patxi López, Óscar López, Antonio Hernando o Rafael Simancas para asumir un mayor papel y protagonismo en esta etapa
El nombre que vuelve a estar en boca de casi todos en el PSOE es el de Patxi López, el exlehendakari. Y no porque la mayoría de los dirigentes socialistas no sepan prácticamente nada sobre los cambios que su líder, Pedro Sánchez, cerrará el sábado en la Ejecutiva del partido durante el Comité Federal, máximo órgano entre congresos, convocado de urgencia. López es un referente de unos determinados valores. Un antídoto frente a las tendencias hacia las divisiones internas. Fue un ...
El nombre que vuelve a estar en boca de casi todos en el PSOE es el de Patxi López, el exlehendakari. Y no porque la mayoría de los dirigentes socialistas no sepan prácticamente nada sobre los cambios que su líder, Pedro Sánchez, cerrará el sábado en la Ejecutiva del partido durante el Comité Federal, máximo órgano entre congresos, convocado de urgencia. López es un referente de unos determinados valores. Un antídoto frente a las tendencias hacia las divisiones internas. Fue un rival en las primarias en las que Sánchez arrasó en 2017 a Susana Díaz y López y ahora puede ser una solución. Lo que casi todos coinciden en reclamar para la nueva Ejecutiva socialista son “valores seguros” y “reconocibles” para la sociedad y las bases, con “autoridad y legitimidad”, para reforzar a Sánchez, el órgano del partido y su Gobierno ante el complicado año electoral que se avecina.
El otoño no solo se adivina “complejo” económicamente, en cuanto a las previsiones de crecimiento y la inflación por la crisis en Ucrania. El nuevo curso político se presenta ahora cuesta arriba, con el PSOE en otro de sus periodos ciclotímicos, tras tres derrotas consecutivas en elecciones autonómicas y con el último CIS reconociendo que el PP de Alberto Núñez Feijóo podría ganar las próximas elecciones (ya está dos puntos por encima). La victoria del popular Juan Manuel Moreno en Andalucía no fue solo otra dolorosa derrota. Fue un “toque de atención” que un miembro del Gobierno interpreta así: “Es evidente que esa campaña no se enfocó bien, ni desde el partido allí ni desde la Ejecutiva federal, que cuando menos adolecía de falta de pulsión y el presidente le ha visto las orejas al lobo”.
El secretario general del PSOE conoce bien su partido y ha tomado conciencia de que la crisis que efectuó justo hace un año —en la que prescindió de golpe de su jefe de gabinete y gurú electoral, Iván Redondo; de la vicepresidenta primera y política, Carmen Calvo; y del ministro de Transportes y secretario de Organización, José Luis Ábalos— no funcionó como él esperaba. Sánchez nominó entonces como relevo isotónico a un grupo de ministras, mujeres, jóvenes y con experiencia de alcaldesas en el ámbito municipal pensando en el futuro electoral autonómico y local. Pero esas estrategias parecen requerir más tiempo. Esa activación apenas se ha notado, según reconocen mayoritariamente en el PSOE.
El presidente parece buscar ahora otra cosa, según aventuran componentes del Ejecutivo, barones regionales y distintos portavoces del PSOE, que piden todos anonimato, en estas jornadas previas al comité federal. Algunos miembros del PSOE han hablado en estos días con Sánchez, por distintas razones, y no les ha anticipado nada. A unos pocos les adelantó que quería organizar el comité federal del sábado para resolver el relevo de Adriana Lastra como vicesecretaria general del PSOE, que es el único cargo que requiere de la convocatoria del citado órgano, según se estipula en el artículo 26.6 de sus estatutos. Para cambiar a portavoces parlamentarios, que es otra de las conjeturas recurrentes de estas semanas, solo hace falta fijar una reunión de la ejecutiva.
En el PSOE concluyen que si Sánchez quiere citar a todo el comité federal es porque persigue algo más que rellenar la vacante dejada por Lastra, que el lunes anunció por sorpresa que dimitía por razones personales. Lastra le confirmó esa situación durante el fin de semana al presidente y Sánchez constató que podía aprovechar esa oportunidad para ejecutar algunos cambios que tiene en mente hace tiempo.
Los dirigentes y ministros del PSOE, tras conocer la salida de Lastra por el comunicado oficial enviado por el partido y la citación del comité cuando salían de la reunión semanal en La Moncloa del Gabinete, empezaron a reflexionar sobre hasta dónde estará dispuesto a llegar el presidente el sábado. Si Sánchez solo quisiera quitar a algún portavoz parlamentario, no le haría falta llamar al máximo órgano del partido entre congresos. Si estuviera pensando solo en aupar al actual secretario de Organización, Santos Cerdán, al cargo de Lastra tampoco. “Es evidente que quiere algo más”, coinciden hasta media docena de importantes miembros del PSOE consultados.
Y es entonces cuando vuelve a comparecer el nombre y el perfil de Patxi López. No porque el presidente le haya anticipado nada, sino por señales indirectas. Durante el reciente debate de estado de la nación, cuando la portavoz popular, Cuca Gamarra, se empeñó en rescatar los rescoldos de ETA y del terrorismo, Sánchez le replicó duramente y luego se dirigió a su escaño y ascendió hasta la cuarta fila para abrazar a López. La fotografía no pasó desapercibida. Al día siguiente, el PSOE decidió que fuese López el que compareciese con su habitual tono apasionado para replicar las embestidas de la oposición sobre la Ley de Memoria Democrática.
Un componente del Ejecutivo asegura: “El presidente está cansado de broncas internas, ahora querrá apostar por gente que no genere dudas, sobre la que nadie se tenga que preguntar quiénes son, que recuperen el foco, por valores seguros para los momentos complicados que vienen, por personas ya consolidadas, que cuando tengan que llamar a Guillermo Fernández Vara, Emiliano García-Page o Adrián Barbón (presidentes autonómicos de Extremadura, Castilla-La Mancha y Asturias) cojan el teléfono y se pongan. Que tengan autoritas y potestas. Y que el partido vuelva a estar tensionado desde el 1 de septiembre para las próximas campañas electorales”. Y es ahí cuando resuenan los nombres de otros referentes importantes para el PSOE que podrían adquirir nuevos papeles en la Ejecutiva o en el futuro Comité Electoral, como Óscar López y Antonio Hernando, ahora en el gabinete del presidente en La Moncloa y que fueron parte del equipo que arropó en su día a José Blanco, o incluso Rafael Simancas, ahora secretario de Estado de Relaciones con las Cortes e histórico componente del PSOE en Madrid.