El PSOE a ERC: “Elijan de qué lado están. Al otro, ya saben lo que hay”
Unidas Podemos apoya una moción independentista para rebajar los delitos de sedición y de rebelión
La mayoría parlamentaria del Gobierno pende de un hilo y en los próximos días se escrutará cada palabra, cada gesto, cada tono de voz que los hasta ahora aliados del Ejecutivo emplearán en el Congreso. Los de este martes, apenas unas horas después de la destitución de la directora del CNI, no resultaron demasiado halagü...
La mayoría parlamentaria del Gobierno pende de un hilo y en los próximos días se escrutará cada palabra, cada gesto, cada tono de voz que los hasta ahora aliados del Ejecutivo emplearán en el Congreso. Los de este martes, apenas unas horas después de la destitución de la directora del CNI, no resultaron demasiado halagüeños para el PSOE. Esquerra llevó al pleno una moción sobre la “calidad democrática del Estado español” y puso en liza a una de sus portavoces más tonantes, Montse Bassa, quien culminó su escalada de críticas con una afirmación: “La represión del independentismo no depende de que esté uno u otro partido en el Gobierno, porque la apoya la mayoría de los españoles”. Con menos dureza, el PSOE tampoco ahorró reproches a sus aliados y su diputado Arnau Ramírez los colocó ante la tesitura de reforzar la actual mayoría o despejar el camino a la derecha: “Elijan de qué lado están. Al otro lado, ya saben lo que hay”.
El texto de la moción de ERC no llegaba a cuestionar la calidad de la democracia española y se limitaba a pedir que la Cámara respaldase la controvertida resolución aprobada el pasado año por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa que, entre otras cosas, insta a España a reformar los delitos de sedición y rebelión por los que fueron juzgados en su día los líderes del procés. Esa propuesta, asumida por ERC, también pide poner fin a todos los procesos penales relacionados con el desafío independentista catalán y a apostar por el diálogo como solución al conflicto.
Bassa se remontó a los sucesos del otoño de 2017 y acabó en el escándalo Pegasus para concluir que el Estado, al margen de quien gobierne, persigue y reprime al independentismo catalán. “La unidad de España y el nacionalismo español están por encima de la democracia”, atacó la diputada, antes de dejar entrever que la brecha abierta entre su grupo y el Gobierno es lo suficientemente grande para que se vaya a superar con la destitución de la directora del CNI, Paz Esteban. “¿Creen que ese cese ya lo arregla todo?”, preguntó Bassa a los socialistas. La diputada exigió “una cascada de dimisiones”, aunque evitó dar nombres, ni siquiera el de Margarita Robles, ministra de Defensa. También urgió a la “depuración de las cloacas del Estado” para de inmediato dar por hecho que el Gobierno no está en condiciones de cumplirlo: “No lo van a hacer, porque las cloacas del Estado son uno de los pilares del régimen del 78″.
El resto de nacionalistas salió a escena para, en distintos tonos, reforzar los argumentos de Bassa. Por parte catalana, Albert Botran, de la CUP, y Míriam Nogueras, de Junts, sostuvieron que el Gobierno tenía que ser consciente de que el CNI había decidido espiar a dirigentes independentistas. Jon Iñarritu, de EH Bildu, se refirió al cese de la directora del CNI en términos muy parecidos a los de Bassa —”¿creen que así se para el escándalo?”— y terminó pidiendo a los socialistas: “Dejen de vendernos motos y actúen con responsabilidad”. Mikel Legarda, del PNV, en el tono suave que acostumbra, consideró “gravísimo” que sigan sin aclararse decenas de supuestas intervenciones telefónicas de las que el CNI no se responsabiliza. “Podemos presumir que proceden también de dentro del Estado”, conjeturó.
Unidas Podemos evitó entrar en el debate del espionaje y centró sus críticas en los partidos de la oposición, muy especialmente en Ciudadanos. Fuentes del grupo, en todo caso, anticiparon que apoyarán la moción —se vota el jueves— porque el texto se limita a trasladar a España las recomendaciones de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa.
La oposición se dedicó a cargar contra el Gobierno por la destitución de la responsable de los servicios secretos y a descalificar la resolución aprobada en su día por el Consejo de Europa. “Es un auténtico bodrio absolutamente contrario a todo lo que significa el Estado de derecho”, concluyó José María Espejo, de Ciudadanos. La popular Edurne Uriarte recordó que ese texto partió de un diputado socialista letón, al que acusó de tener posiciones prorrusas y de haber asumido el discurso de los independentistas.
El socialista Ramírez, sin ir al choque frontal, reprochó a ERC sus votos contrarios a la reforma laboral y al decreto de medidas urgentes para paliar las consecuencias económicas de la guerra “por motivos que no tenían nada que ver con su contenido”. Y acabó con su emplazamiento: “Hay que decidir: o se está con las derechas o se está con la mayoría progresista, o con quienes viven del lío o con quienes buscamos soluciones, o con quienes persiguen la felicidad de unos pocos o con quienes perseguimos la de todos”.