El Polisario advierte de que España ya “no puede ser mediadora” en el Sáhara

Albares evita aclarar si informó a Argel del giro sobre la excolonia y dice que las comunicaciones con Rabat son “bilaterales”

El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, a la izquierda, con el enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, este lunes en Bruselas.MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES (Europa Press)

El Frente Polisario cree que España “se ha invalidado como mediador en el conflicto del Sáhara al haber tomado partido por Marruecos”. Así lo advierte, en declaraciones a EL PAÍS su representante para Europa, Oubi Bouraya Batchir. El diplomático saharaui subraya que “España ya no es imparcial ni neutral”, por lo que ha perdido la confianza de Argelia y el Polisario para desempeñar un papel en la búsqueda de una solución para el contencioso. Más allá de palabras gruesas, como “traición” y “puñalada por la espalda”, el e...

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El Frente Polisario cree que España “se ha invalidado como mediador en el conflicto del Sáhara al haber tomado partido por Marruecos”. Así lo advierte, en declaraciones a EL PAÍS su representante para Europa, Oubi Bouraya Batchir. El diplomático saharaui subraya que “España ya no es imparcial ni neutral”, por lo que ha perdido la confianza de Argelia y el Polisario para desempeñar un papel en la búsqueda de una solución para el contencioso. Más allá de palabras gruesas, como “traición” y “puñalada por la espalda”, el embajador saharaui en Bruselas subraya que, con su apuesta en favor de la autonomía, España ha pretendido “condicionar” la misión del nuevo enviado del secretario general para el Sáhara, Staffan de Mistura, que acaba de iniciar su tarea con una gira por la región. “Se trata de una clara interferencia en el proceso de negociación”, advierte.

Precisamente, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, se reunió este lunes en Bruselas con De Mistura, a quien expresó “el apoyo de España a su labor para alcanzar una solución mutuamente aceptable en el marco de Naciones Unidas”. El Gobierno sostiene que su apoyo a las gestiones del diplomático sueco (que utiliza un avión del Ejército del Aire español para desplazarse por la región) para lograr un acuerdo en el marco de Naciones Unidas no es incompatible con el hecho de que España considere que el plan marroquí de autonomía es “la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo”, como decía el presidente Pedro Sánchez en una carta a Mohamed VI difundida por Marruecos el pasado viernes, pero el Polisario sostiene que “España ya ha prejuzgado el resultado”.

Está previsto que el Consejo de Seguridad escuche en abril a De Mistura y debata la situación del Sáhara; y que, en octubre, debata una nueva resolución que prorrogue, o no, la misión de la ONU para la excolonia española (Minurso). España no forma parte del Consejo de Seguridad, pero sí del llamado Grupo de Amigos del Sáhara Occidental (con Estados Unidos, Rusia, Francia y el Reino Unido) que cocina las resoluciones antes de elevarlas al órgano decisorio de la ONU. Es precisamente ese papel el que ahora se ve comprometido.

Para el representante saharaui en Europa, es “especialmente grave” que el cambio de posición no responda a una reflexión española sino que sea el precio pagado por normalizar las relaciones con Marruecos. Al Polisario le ha alarmado que el comunicado de La Moncloa del pasado viernes hable de garantizar “la integridad territorial” de los dos países. El Gobierno asegura que esta frase se refiere a Ceuta y Melilla pero los saharauis creen que, en el contexto de un acuerdo sobre el Sáhara, supone un reconocimiento implícito de la soberanía marroquí sobre la excolonia española.

Preguntado por qué se ha cerrado ahora el pacto con Rabat, Albares contestó este lunes en Bruselas que “siempre es un buen momento para alcanzar un acuerdo que garantiza la integridad territorial de España, su soberanía, prosperidad, estabilidad, la gestión de los flujos migratorios irregulares, la cooperación en la lucha contra el terrorismo [y] los intereses comerciales”.

Aunque en los últimos días fuentes gubernamentales españolas han asegurado repetidamente que las autoridades argelinas fueron avisadas del giro de España sobre la excolonia antes de que Marruecos hiciera pública la carta de Pedro Sánchez, Albares evitó este lunes confirmarlo: “Las comunicaciones entre España y Marruecos son bilaterales entre España y Marruecos exclusivamente”. Argelia retiró el pasado sábado a su embajador en Madrid, Said Moussi, tras mostrarse “sorprendida” por el cambio de postura española; mientras que la embajadora marroquí, ausente desde mayo pasado, Karima Benyaich, regresó el domingo.

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