Bruselas desoye las quejas del PP sobre el reparto de los fondos europeos de recuperación

El Ejecutivo de Sánchez acusa a los populares de intentar zancadillear “a los españoles” sembrando dudas sobre la fiabilidad de la gestión de los recursos comunitarios en España

García Egea, durante el Congreso Regional del PP de Castlla y León.Secundino Pérez (Europa Press)
Estrasburgo / Madrid -

La ofensiva del PP contra el reparto de los fondos europeos, que no solo se queda en la demanda política, sino también va por la vía legal con recursos al Tribunal Supremo, no ha pasado desapercibida en Bruselas, pero la Comisión Europea ha decidido, al menos por ahora, prestar oídos sordos a los lamentos de Pablo Casado y su en...

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La ofensiva del PP contra el reparto de los fondos europeos, que no solo se queda en la demanda política, sino también va por la vía legal con recursos al Tribunal Supremo, no ha pasado desapercibida en Bruselas, pero la Comisión Europea ha decidido, al menos por ahora, prestar oídos sordos a los lamentos de Pablo Casado y su entorno. El Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha movilizado rápidamente para neutralizar el ataque en la capital europea y la presencia este lunes en Bruselas de su mejor ariete ante las autoridades comunitarias, la vicepresidenta Nadia Calviño, ha contribuido a frenar la campaña puesta en marcha por los populares.

En los últimos días, el Gobierno español y el europeo, máximo responsable de controlar el buen uso de los fondos, han tenido conversaciones en las que han comentado esta denuncia política del PP. El Ejecutivo español incluso ha enviado un correo electrónico explicativo a la Comisión sobre la polémica, en concreto del reparto de nueve millones de euros (de un total de casi 14.000) para proyectos piloto en materia de empleo.

“Es importante tener en mente que los fondos del RRF [siglas en inglés del fondo de recuperación] se pagan directamente al Estado miembro y cada uno es responsable de distribuir los fondos de acuerdo con las reglas fijadas”, aseguran en la Comisión sobre la polémica iniciada por el PP en España sobre una supuesta discriminación territorial en el reparto de los 70.000 millones de euros en subsidios comunitarios.

Desde la Comisión, un portavoz oficial recuerda que “en ciertos casos, las medidas que financiar tienen una dimensión local, como queda claro por el diseño de algunos hitos y objetivos aprobados en el plan”. En tales casos, por tanto, la financiación comunitaria está ya asignada en el propio plan. “En otros casos, se deben seguir criterios claros de distribución, con un proceso, por ejemplo, abierto y transparente para todos los potenciales beneficiarios con independencia de su procedencia territorial”. Las normas del fondo obligan a Bruselas a verificar que se cumplen esas condiciones de transparencia por lo que el reparto arbitrario que temen los populares solo sería posible si la Comisión incumpliera su tarea de vigilancia.

Fuentes del Ejecutivo español explican que la Comisión ha dejado muy claro en las conversaciones mantenidas que no tiene ninguna preocupación por la demanda judicial y política del PP, porque ha estado muy encima del reparto de estos fondos y sabe que es transparente y responde a filtros exhaustivos diseñados desde Bruselas y aplicados por primera vez en España, ya que es el país que antes está recibiendo los fondos porque es el primero que está cumpliendo los hitos prometidos.

El portavoz de la Comisión asegura que, en efecto, el organismo “usará los instrumentos de verificación de que dispone para comprobar que el dinero desembolsado ha contribuido a lograr los resultados esperados, incluido el impacto territorial en el caso de que ese elemento fuera parte de los hitos y objetivos”. Y la Comisión señala el carácter aislado y excepcional que suponen las protestas de las autoridades regionales del PP en el ámbito europeo. “Hasta la fecha no tenemos constancia de ninguna disputa entre autoridades locales y el Gobierno central, aparte del caso de España”, apunta un portavoz comunitario.

“Quien pone zancadillas a los fondos europeos se las pone a los españoles. Tarde o temprano, Pablo Casado reconocerá que estos fondos son buenos para España”, ha sentenciado la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, tras el Consejo de Ministros. “Hemos pasado la prueba del algodón de la Comisión Europea. Europa confía en España”, ha insistido tras recordar que España ha sido felicitada por la presidenta de la Comisión Europea., la conservadora alemana Ursula Von der Leyen, y que ya ha recibido 19.000 millones de euros precisamente porque cumple con todos los controles.

La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, aprovechó su presencia el lunes en Bruselas para reunirse con al menos tres miembros de la Comisión (uno de cada color político), con los que tuvo ocasión de abordar la campaña lanzada por el PP contra el reparto de fondos. “Tenemos perfectamente informada a la Comisión Europea de todas las acciones que vamos desarrollando, hay un diálogo constante muy constructivo”, señaló Calviño en Bruselas. Y el vicepresidente económico de la Comisión, el popular Valdis Dombrovskis, considerado uno de los duros del organismo, compartió en sus redes sociales una foto del encuentro con la vicepresidenta española en la que comentaba el plan de recuperación y la reforma laboral adoptada como “un buen ejemplo del diálogo social”.

En La Moncloa explican con detalle el sistema que se ha establecido para repartir estos fondos de manera equitativa y no discrecional entre las comunidades autónomas, sean del color que sean, y para controlar que van efectivamente a los mejores proyectos. Los populares aseguran que hay sesgo político en ese reparto, pero el Ejecutivo recuerda que de las seis comunidades más beneficiadas, cuatro están controladas por el PP (Andalucía, la primera; Madrid, la tercera [después de Cataluña]; Castilla y León [quinta después de la Comunidad Valenciana] y Galicia. Y además, explica que todas las decisiones de reparto se han tomado por unanimidad, sin problemas dentro de las conferencias sectoriales.

La Comisión Europea, muy exigente en el control de los fondos, ha obligado a España a introducir todos los datos de cada euro repartido y cada proyecto financiado en un sistema informático único creado de manera específica y al que tiene acceso tanto la propia Comisión Europea como la oficina antifraude. Los controles, explica el Gobierno, son absolutamente exhaustivos y, por tanto, la posibilidad de tomar decisiones discrecionales por motivos políticos es prácticamente nula. Desde Economía recuerdan además que en la reunión del Eurogrupo de este lunes se aplaudió la seriedad del modelo español de gestión de los fondos.

El Gobierno traslada absoluta tranquilidad con el proceso judicial iniciado por el PP, pero ha subido el tono de la crítica a la oposición. Por el contrario, ni el presidente ni su Gobierno parecen tener intenciones de ponerse en contacto con el PP para intentar que frene esta escalada de críticas al reparto de los fondos, algo que para La Moncloa puede resultar perjudicial para la imagen de España. Los puentes entre los dos partidos parecen rotos incluso en un asunto tan sensible como este, aunque después, en el terreno práctico, la comunicación entre el Gobierno y las autonomías, también las del PP, es fluida porque son ellas las que tienen que adjudicar y gestionar casi la mitad de los 72.000 millones de euros que recibirá España en transferencias directas. Pero al máximo nivel, esto es cúpula del Gobierno y dirección del PP, no parece quedar ya ningún vínculo.

“En el Gobierno no entendemos el miedo del PP a algo tan bonito como el desarrollo de nuestro país”, planteó la ministra portavoz, Isabel Rodríguez. “El reto que tiene por delante España es inyectar en siete años la misma cantidad que los fondos de cohesión en 35. Todos están implicados: las comunidades y los ayuntamientos han presentado masivamente proyectos. No se puede comprender cómo el PP, en lugar de arrimar el hombro, está boicoteando. Al final despertará y se dará cuenta de que se equivocó. El año pasado hicimos cerca de 200 reuniones sectoriales con las comunidades, la mayoría de ellas para ver como organizábamos los fondos europeos. La próxima conferencia de presidentes, que hemos retrasado, está dirigida a abordar los fondos de recuperación. No es una oportunidad del Gobierno, es una oportunidad del país. Quien no quiera verlo está ciego”, clamó.

Mientras arrecia el ataque del PP y Casado aumenta sus críticas al reparto de los fondos, y en La Moncloa no parecen tener intención de llamarle, Mariano Rajoy, el expresidente del Gobierno, en la presentación de su libro Política para adultos en Sevilla, abogó por lo contrario, esto es, un gran pacto parlamentario sobre el gasto de los fondos europeos. En su opinión, si España repite los errores de la crisis económica de 2008, cuando hubo mucha división política, “volveremos a tener un problema”. Rajoy puso como ejemplo los pactos políticos alrededor de los fondos de recuperación en países como Francia, Italia o Alemania. “Aquí habría que hacer exactamente lo mismo, estas cosas hay que pactarlas”, remató.

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