El PP de Rajoy conoció durante años datos secretos de los casos Gürtel, caja b y Kitchen
Un informe policial refleja el contacto habitual de Villarejo con Cospedal, entonces ‘número dos’ del partido, y su entorno. El expresidente comparece este lunes en el Congreso
Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno y del PP, declara este lunes en la comisión parlamentaria abierta sobre el caso Kitchen después de sucederse los informes de la Fiscalía y de la Policía Nacional que señalan a su Ejecutivo y a su partido como responsables de la supuesta operación de espionaje ilegal al extesorero popular Luis Bárcenas.
El último informe policial sobre las llamadas telefónicas y las agendas del comisario jubilado José Manuel Villarejo detalla múltiples indicios de cómo la cúpula ...
Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno y del PP, declara este lunes en la comisión parlamentaria abierta sobre el caso Kitchen después de sucederse los informes de la Fiscalía y de la Policía Nacional que señalan a su Ejecutivo y a su partido como responsables de la supuesta operación de espionaje ilegal al extesorero popular Luis Bárcenas.
El último informe policial sobre las llamadas telefónicas y las agendas del comisario jubilado José Manuel Villarejo detalla múltiples indicios de cómo la cúpula del PP y dirigentes de este partido conocieron detalles secretos de las investigaciones judiciales del caso Gürtel y de sus dos causas derivadas, la caja b que controlaba Bárcenas, y el caso Kitchen para robar documentación al extesorero.
La comparecencia de Rajoy cierra casi un año de trabajo de los diputados, con más de 20 sesiones y 40 interrogatorios a mandos políticos y policiales salpicados por la trama. “No he visto a ese señor en mi vida”, dijo el exlíder popular el pasado viernes en una entrevista, en referencia a Villarejo, que reflejó en sus agendas las supuestas maniobras a favor del PP para frenar el caso Gürtel: “[María Dolores de] Cospedal quiere datos para tomar decisiones”, reza uno de sus apuntes, en referencia a la entonces secretaria general del partido.
El sumario de Kitchen, que corre a cargo del juez Manuel García-Castellón, ha acreditado que el Ministerio del Interior activó en 2013 una operación de seguimiento a Bárcenas y a su familia de la que nunca se informó a la unidad policial ni al magistrado Pablo Ruz que investigaban al extesorero, en el marco del caso Gürtel. García-Castellón está convencido de que el despliegue irregular tenía por objetivo robarle documentación comprometedora que aún pudiera guardar sobre el PP, que se encontraba cercado tras la publicación de Los papeles de Bárcenas. Sin embargo, en su auto de procesamiento del pasado 29 de julio, este juez atribuyó toda la responsabilidad de la Operación Kitchen a Interior —dirigido en aquella época por Jorge Fernández Díaz— y descartó la posibilidad de que también se impulsara desde el partido.
Esta tesis del instructor choca con la defendida por la Fiscalía Anticorrupción, que mantiene desde hace meses que existía una pata política. En concreto, el ministerio público señala a María Dolores de Cospedal, a la que atribuye un “interés personal” en el espionaje a Bárcenas, ya que entonces ocupaba el puesto de secretaria general del PP y podía verse también afectada por la documentación que guardase el extesorero. De hecho, la acusación ha recurrido la desimputación de la exdirigente política y apunta que sus maniobras empezaron mucho antes de la puesta en marcha de Kitchen; ya que, al menos, mantenía contacto desde 2009 con Villarejo para que le facilitase información bajo secreto que pudiese perjudicar a la formación.
Las sospechas de la Fiscalía, que apunta así de forma directa a la estructura orgánica del partido en la era Rajoy, se sustentan en una batería de indicios. Entre ellos, el audio en el que Cospedal y su marido, Ignacio López del Hierro, conversan con Villarejo en la sede del PP en 2009 sobre la ejecución de “encargos puntuales” que serían sufragados con fondos del partido. También constan grabaciones posteriores donde el comisario advierte al esposo de investigaciones contra la formación que entonces se encontraban secretas, como la Operación Brugal y la rama valenciana del caso Gürtel. A eso se añade la figura del policía Andrés Gómez Gordo, un asesor de la popular que participó en la captación del chófer de Bárcenas; las profusas llamadas y mensajes de Villarejo con la política y su círculo más próximo —“si tienes problemas, habla con Cospedal”, le escribió Del Hierro—; y las agendas donde Villarejo dejó reflejado todo.
Precisamente, la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional elaboró el 23 de junio un informe sobre esos intensos contactos telefónicos, avanzado por EL PAÍS, donde también incluye 36 páginas con apuntes de las agendas de Villarejo que se erigen como una guía temporal de las supuestas maniobras urdidas durante años contra las pesquisas de Gürtel y contra Bárcenas. Estas anotaciones refuerzan la teoría del ministerio público, que sostiene que la “intervención” del matrimonio “queda claramente reflejada” en los cuadernos del comisario. Unos primeros contactos que se remontan a los días previos al estallido de la causa contra la red corrupta liderada por Francisco Correa, que anidó en el seno del PP.
El informe de Asuntos Internos resalta un primer apunte de Villarejo del 26 de enero de 2009, cuando Cospedal ya era número dos de Rajoy. El comisarió anota que López del Hierro le ha llamado y que “su parienta quiere datos para tomar decisiones”. En ese momento, las pesquisas de Gürtel se encontraban bajo secreto. Pero, según sus anotaciones, el comisario ya conoce los detalles de mano de uno de sus compañeros, José Luis Olivera, entonces jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), a cargo de la investigación. El 4 de febrero, Villarejo anota junto al nombre de Olivera: “Tema Correa a punto de estallar”. El 5 de febrero, refleja un presunto contacto con el marido de Cospedal: “Toque sutil de situación. Quedó muy mosca. Habla con su parienta”. El 6 de febrero se activa finalmente Gürtel y se producen las primeras detenciones por parte de la Audiencia Nacional.
Villarejo no se queda quieto ese 6 de febrero y, según escribe en sus agendas, contacta con Arturo González Panero (PP), el entonces alcalde de Boadilla del Monte (Madrid), al que están juzgando ahora por su implicación en Gürtel: “Aviso de tormenta. Muy preocupado por la evolución de todo”, escribe el comisario sobre esa conversación, que Panero ha confirmado. Sin embargo, pese a la petición de la Fiscalía, García-Castellón ha descartado investigar esta supuesta filtración: “Sin más datos y a partir de una anotación de una agenda [...] Se desconoce el contexto en el que pudo producirse [el comentario de Olivera a Villarejo]”.
Los contactos del comisario con el entorno del PP siguen en plena ebullición de Gürtel. El 11 de febrero de 2009, junto al nombre de López del Hierro, Villarejo anota: “Reunión urgente H[otel] Palace. Detalles generales de lo que pasa. Pendiente de evolución estos días”. Justo ese día, Rajoy comparece en público acompañado de su plana mayor tras presidir el comité ejecutivo del PP. Cospedal se sitúa a su derecha. “El Partido Popular no tiene más información de este sumario que nos ocupa que la que publican los medios de comunicación [...] Esto no es una trama del PP, como algunos pretenden, esto es una trama contra el Partido Popular”, asegura entonces el presidente del partido.
Asuntos Internos destaca otras anotaciones sobre el matrimonio formado por Cospedal y Del Hierro, que evidencian la relación directa del policía con la dirección del partido. Por ejemplo, el 22 de junio de 2009, Villarejo apunta: “Cospe contenta con la info”. El 14 de octubre de ese año, junto al nombre del marido, añade: “Preparar los temas. Hija Chaves, Galindo, Faisán, Astapa. Propone reunión con parienta”. El 1 de febrero de 2010, escribe: “ILH (siglas de López del Hierro): desea caña contra Bárcen[as]”. El 19 de febrero de 2010, plasma: “ILH: aviso publicación Interviú. Tesorero PP. Agradeció el dato”. Tres días después, el 22 de febrero, la revista Interviú publicaría un reportaje sobre el patrimonio inmobiliario de Bárcenas de dudoso origen.
La captación del chófer
Esta relación se mantiene a lo largo de los años. Así que, cuando se activa Kitchen en julio de 2013, los contactos son habituales y, según la Fiscalía, el matrimonio participa en la captación como confidente del conductor de Bárcenas, Sergio Ríos. Una operación que se ejecutó gracias al comisario Andrés Gómez Gordo, asesor de Cospedal, que conocía de antes al chófer.
El 18 de julio de 2013, Villarejo anota en su agenda que “Sergio, el conductor”, ha ”recurrido” a Gómez Gordo para “contarle que se le han acercado”. Este texto coincide con el relato de los implicados, que admitieron que hubo un primer intento fallido de captarlo. El comisario Enrique García Castaño, procesado por Kitchen, contactó sin éxito con Ríos para que colaborase, pero el conductor receló y llamó a Gómez Gordo. Entonces, según la Fiscalía, medió el matrimonio Cospedal-Del Hierro.
Según Asuntos Internos, además, esa jornada hubo un relevante cruce de llamadas entre Villarejo y el entorno de Cospedal. A las 10.28, el jefe de gabinete de la política, José Luis Ortiz, telefonea al comisario, pero este no le coge. Ante la falta de respuesta, Ortiz le envía al minuto un mensaje —“Llámame cuando puedas, urge un poco”— y a las 11.07 le vuelve a llamar, sin que este descuelgue. A las 11.08 lo intentan desde el número de la secretaria de la dirigente del PP, pero tampoco consiguen nada. Entonces, interviene López del Hierro, que escribe al policía a las 11.18: “Te está llamando MDC [María Dolores de Cospedal]”.
Villarejo da señales finalmente a las 11.52, cuando telefonea al número de la secretaria de Cospedal a esa hora y a las 12.07; y habla con alguien casi cuatro minutos. A las 13.09, el comisario contacta con su compañero Gómez Gordo y ambos charlan durante más de dos minutos.
El comisario lo recoge en su agenda de esta forma. Sobre López del Hierro, escribe: “Aviso sobre contacto con Sergio. Él se encarga de hablar con Andrés Gordo”. Sobre Cospedal: “Varios contactos y posible cita. Al final se arregló por teléfono”. También refleja ese día una presunta conversación con Francisco Martínez, Chisco, secretario de Estado de Seguridad y supuesto coordinador de Kitchen: “Forzando contacto con chófer LB”.
Según las agendas del comisario, la relación con Gómez Gordo no fue fácil. El 19 de julio, el marido de Cospedal llama dos veces a Villarejo y este apunta en sus cuadernos referencias sobre su compañero: “No se fía de mí y no cree que cumplamos. Lo vamos a usar y tirar”. El día 20, López del Hierro le envía otro mensaje a Villarejo: “Si tienes problemas, habla con MDC”. El 22 de julio, le contesta Villarejo: “Todo ha mejorado bastante. Andi [apodo de Gómez Gordo]. Hoy muy bien. Abz”. Gómez Gordo intervino para facilitar la colaboración de Sergio Ríos, de la que finalmente se encargó Villarejo, que le pagó con fondos reservados.
La UDEF también elaboró un informe sobre Kitchen el pasado 20 de julio, donde concluía que la operación tenía un objetivo “estratégico”: “desactivar” las pesquisas abiertas por la justicia contra el PP por la red de corrupción liderada por Francisco Correa. Manuel Morocho, inspector jefe de esta unidad y principal investigador de Gürtel, añadía en ese documento que el espionaje a Bárcenas se gestó en “tres entornos o niveles distintos que convergen a modo de círculos concéntricos sobre el mismo”. El “entorno general” (donde señala de forma clara al PP: “la formación política”); el “entorno intermedio” (Gobierno de Rajoy) y el “entorno específico (cúpula de la Policía Nacional).
El sumario apenas roza a Rajoy
Rajoy aterriza este lunes en la comisión del Congreso sin que los investigadores lo hayan puesto en la diana. Hasta ahora, ni la Fiscalía ni el juez instructor han planteado la imputación del exdirigente popular por la operación de espionaje a Luis Bárcenas. De hecho, el sumario no contiene indicios directos contra él, solo referencias de terceros. Aunque la gran pregunta que se hacen muchos diputados es si sus subordinados pudieron montar un operativo de este calibre y durante tantos años sin que lo supiera el presidente del partido y del Gobierno.
Sobre las referencias a Rajoy, Villarejo verbalizó las más explícitas. Aunque en un primer momento mantenía que nunca habló con el presidente sobre Kitchen, cambió de versión el pasado mayo y aseguró que lo informaba por mensajes de móvil del desarrollo del operativo irregular. Posteriormente, el comisario volvió a modificar su relato y aseveró que el líder del PP, incluso, había pasado a saludarlo durante una reunión que mantuvo en la sede del partido con Cospedal. Rajoy lo negó el pasado viernes: “No he visto a ese señor en mi vida”. En unos audios interceptados, Villarejo también se refería a alguien apodado El Asturiano que tendría conocimiento de la operación. Asuntos Internos atribuyó ese alias a Rajoy.
En el sumario constan otras referencias al expresidente. El ex secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, afirmó en un mensaje de móvil que, si él caía y tenía que desfilar por la Audiencia Nacional para declarar, “también irán JFD (y probablemente MR)”. En otro, añadía: “Mi grandísimo error en el ministerio fue ser leal a miserables como Jorge, Rajoy o Cospedal”. El jefe de la Policía con Rajoy, Eugenio Pino, contó al juez que Jorge Fernández Díaz llegó a interceder en favor de Villarejo en nombre del presidente del Gobierno porque este último se había enterado de que le estaban “tratando mal”.