Corinna Larsen: “El rey me exigió que le devolviera los 100 millones”
La examante de Juan Carlos I relata las presiones recibidas en varias visitas del monarca a Londres
“Nos reunimos Juan Carlos I, su abogado Dante Canónica y yo el 16 de septiembre de 2014. El ya rey emérito repitió su exigencia de que el regalo de los 100 millones de dólares debía ser devuelto o puesto a su disposición para usarlo”, relata Corinna Larsen en el punto 27 de su demanda civil por acoso, seguimiento ilegal y difamación contra Juan Carlos I en el alto tribunal de justicia británico. “El señor Canónica se mostró visiblemente sorprendido por las exigencias de su cl...
“Nos reunimos Juan Carlos I, su abogado Dante Canónica y yo el 16 de septiembre de 2014. El ya rey emérito repitió su exigencia de que el regalo de los 100 millones de dólares debía ser devuelto o puesto a su disposición para usarlo”, relata Corinna Larsen en el punto 27 de su demanda civil por acoso, seguimiento ilegal y difamación contra Juan Carlos I en el alto tribunal de justicia británico. “El señor Canónica se mostró visiblemente sorprendido por las exigencias de su cliente”, señala la demanda, a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
Las escenas de esta novela de no ficción se desarrollan siempre en los barrios más elegantes de Londres, en especial en Myfair. En el Connaught Hotel, el general Félix Sanz Roldán, entonces director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), se reunió con Corinna, que allí vivía mientras rehabilitaban su casa de Eaton Square. Sanz Roldán la visitó el 5 de mayo de 2012, por orden, según la demanda, del entonces rey de España. Según el relato, Sanz Roldán amenazó su integridad y la de sus hijos. Si bien el general ha admitido haberse reunido con Corinna en esas fechas en la capital británica, en cambio ha negado en sede judicial, el 15 enero de 2021, que hubiera proferido amenazas.
La reunión entre Corinna, Juan Carlos I y Canónica, según la demanda, también tuvo lugar en el hotel Connaught. “Canónica dijo que Juan Carlos I nunca le había dicho que los 100 millones de dólares o 64,8 millones de euros [transferidos a una cuenta de Corinna en junio de 2012] fueran otra cosa distinta de una donación irrevocable y que él había procedido a preparar los documentos sobre esa base y que como administrador de la fundación Lucum [cuyo primer beneficiario era Juan Carlos I y el segundo el entonces príncipe Felipe] nunca habría autorizado la transferencia”.
Según la versión de la examante de Juan Carlos I, “Canónica le dijo a su cliente que era una donación irrevocable legalmente hablando y que esos fondos no podían ser utilizados para beneficio suyo”.
La demanda describe lo que, según afirma, fue la reacción de Juan Carlos I. “El acusado se mostró extremadamente molesto con el consejo de Canónica. Y más tarde, ese mismo día me llamó y me dijo que las consecuencias “no serán buenas” si ella se negaba a hacer lo que él quería.
Según la examante, Juan Carlos I la presionó “para que le devolviera los regalos que le había hecho o el uso de los 100 millones de dólares [el regalo de la fundación Lucum] para hacer pagos de parte suya”, contrariamente al asesoramiento legal recibido.
Un par de semanas después de la reunión con Canónica, Corinna tuvo conocimiento, según denuncia, de que Juan Carlos I diseminaba acusaciones falsas en el sentido de que ella le había robado dinero.
En el escrito de demanda se narran las circunstancias del último encuentro, que tuvo lugar el 16 de marzo de 2019. Los abogados de la examante escribieron el 5 de marzo de 2019 al rey Felipe VI en donde le informaban de los fondos en dos fundaciones donde figuraba como beneficiario [Lucum y Zagatka]. Proponían una negociación. El Rey entregó la carta a su padre, quién llamó por teléfono a Corinna y se trasladó a Londres el 16 de marzo de 2019. “Corinna estaba temerosa y dispuso que agentes de seguridad estuvieran en las instalaciones de su vivienda”, señala la demanda.
Seguimientos
¿Informó o denunció Corinna los presuntos seguimientos y vigilancia ilegal? Según la demanda, en septiembre y octubre de 2018 informó verbalmente al servicio de inteligencia británico. Y en agosto de 2019 lo hizo por escrito, donde solicitaba la intervención para frenar la acción abierta y encubierta de los agentes del CNI en Londres.
Corinna relata en su demanda que durante la convalecencia de Juan Carlos I, a raíz de una operación para extirparle un tumor benigno en el pulmón, a mediados de 2011, el rey le dijo que estaba pensando en ordenar su testamento y que deseaba dejar una herencia para ella y su familia después de su muerte. “Pero estaba preocupado porque su familia cuestionaría cualquier cosa que le dejase a ella en el testamento. Y comenzó a hacerle regalos: obras de arte, esculturas, joyas y una contribución financiera para su apartamento en Londres”, escribe en la demanda.
“Me propuso casarse varias veces”
Desde la primera página de la demanda está presente lo que Corinna llama la “relación romántica” entre ella y Juan Carlos I, un lazo que ella decidió romper cuando supo en 2009 por boca de su amante, según afirma en el relato, que su relación no era exclusiva. Es decir, que el rey mantenía otra además de la que tenía con ella y de estar casado con la reina Sofía.
“A primeros de 2012 [seis meses antes de transferirle los 100 millones de dólares] Juan Carlos I intentó persuadirme para reanudar la relación e incluso me propuso casarse [conmigo] en varias ocasiones posteriores, lo que fue rechazado”, señala la demanda. La examante ya ha contado que Juan Carlos I viajó a Alemania para visitar a su padre Finn Bönning Larsen y pedirle la mano de su hija.
Corinna, tras romper con el rey emérito, mantuvo la relación de amistad, según detalla en la demanda que ha presentado, por el afecto que se había creado con su hijo Alexander —que conoció de pequeño a Juan Carlos I— y por los problemas de salud que atravesaba entonces el monarca.