Exteriores ve con “gran preocupación” la situación en el Magreb y el Sahel
El Gobierno quiere que la UE imite su modelo de cooperación en África para combatir la inmigración irregular
España quiere que la UE imite su modelo de cooperación con África para contener la inmigración irregular y demanda dinero para sus principales socios africanos. En una carta que la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha enviado a Bruselas, España presenta las relaciones que mantiene con Mauritania, Senegal, Gambia y Marruecos como un ejemplo a seguir. El documento, elaborado junto a Interior y Migraciones, demanda a sus socios europeos más financiación en el continente africano, pero también más diálogo, diplomacia y proyectos a largo plazo. El plan que acompaña a la misiva, titulad...
España quiere que la UE imite su modelo de cooperación con África para contener la inmigración irregular y demanda dinero para sus principales socios africanos. En una carta que la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha enviado a Bruselas, España presenta las relaciones que mantiene con Mauritania, Senegal, Gambia y Marruecos como un ejemplo a seguir. El documento, elaborado junto a Interior y Migraciones, demanda a sus socios europeos más financiación en el continente africano, pero también más diálogo, diplomacia y proyectos a largo plazo. El plan que acompaña a la misiva, titulado “Contribución española para un enfoque migratorio integral en el Magreb, el Sahel y los países de África Occidental”, presenta la estrategia que el Gobierno querría aplicar en África de la mano de la UE. “Como frontera exterior de la UE, España está observando con gran preocupación la evolución de la situación”, expone la carta. Los flujos migratorios, advierte el documento, son “un desafío europeo y un camino, si bien gestionado, para enfrentar mejor los diferentes retos demográficos y económicos de la UE”.
El ejemplo español
España defiende que la experiencia de la crisis de los cayucos, en 2005 y 2006, y la de 2018 —cuando batió un récord de más de 56.000 entradas irregulares por mar— probaron “que la lucha contra la inmigracion irregular requiere un esfuerzo estable y duradero en el medio y largo plazo”. En ambas crisis, España reaccionó con financiación a las fuerzas de seguridad de Mauritania, Senegal, Gambia y Marruecos. A cambio, logró más control fronterizo y más deportaciones.
Más liderazgo
La misiva es un intento de asumir cierta iniciativa en la política migratoria de los países del Sur en el marco de la negociación del Pacto Migratorio y de Asilo de la UE. “La experiencia española y la capacidad de liderazgo y diálogo con terceros países también puede jugar un papel más relevante”, recoge el texto.
Igualdad y seguridad
España considera fundamental disponer de fondos estructurales para vigilar fronteras, pero defiende una estrategia a largo plazo que ataje las causas de los desplazamientos forzosos. Entre sus propuestas está la creación de empleos locales con perspectiva de género, la lucha contra la explotación sexual y la discriminación al colectivo LGTBI. También destaca el combate a la degradación medioambiental y la promoción de la seguridad.
Migración circular
España se abre en la carta a fórmulas de migración legal y pide apoyo a proyectos de migración circular: becas y formación que permitan estudiar o trabajar una temporada en la UE y aplicar después lo aprendido en el país de origen. Apuesta además por más recursos para facilitar el retorno a los migrantes que decidan volver a sus países.