La gestión de la segunda ola se queda fuera del debate
Ni Abascal ni Sánchez abordaron las medidas para luchar contra el mayor repunte de contagios desde marzo
El líder de Vox, Santiago Abascal, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se refirieron en ninguna de sus largas comparecencias en esta primera jornada de la moción de censura presentada por la ultraderecha al momento presente de la pandemia, en medio del mayor repunte de contagios desde marzo. Abascal atacó con la dureza habitual —...
El líder de Vox, Santiago Abascal, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se refirieron en ninguna de sus largas comparecencias en esta primera jornada de la moción de censura presentada por la ultraderecha al momento presente de la pandemia, en medio del mayor repunte de contagios desde marzo. Abascal atacó con la dureza habitual —“Gobierno de ruina y muerte”, “criminal”, “mafioso”— y Sánchez defendió las medidas sanitarias y económicas adoptadas por el Ejecutivo durante el estado de alarma. No hubo preguntas, pero tampoco respuestas, sobre las medidas que habrá que tomar para frenar al virus en esta segunda ola. La pandemia centró el debate más como un tema del pasado que como un desafío del presente.
Abascal acusó falsamente al Gobierno de ser el que “mayor confinamiento” había impuesto y convertir a España en el país con “mayor número de contagios, mayor tasa de mortalidad y mayor ruina” económica. Incluso acusó a Sánchez y al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, de que mientras los ancianos de las residencias “pedían medicinas, les mandaron morfina”. “Su 8-M condujo a la muerte de miles de españoles”, llegó a decir el diputado de Vox y encargado de presentar la moción, Ignacio Garriga.
Sánchez defendió la gestión del Ejecutivo durante estos meses y reprochó a Vox no haber apoyado las medidas económicas ni sociales aprobadas por el Gobierno desde marzo. “Ya sabemos que ustedes no tienen ninguna solución para los problemas reales, pero sí para inventarse problemas que no existen”, aseguró.
“Ni siquiera sabemos cuántos españoles han caído”, se lamentó Abascal, acusando nuevamente al Gobierno de mentir con las cifras. “Usted exhibe muy poco pudor por los muertos, ni estuvo presente cuando rendimos homenaje a las víctimas”, le respondió el presidente. Mientras el Congreso volvía así a revivir la bronca, tantas veces reproducida en la cámara, sobre el número de fallecidos por la covid-19, los responsables autonómicos multiplicaban sus comparecencias para otro nuevo golpe de realidad diaria: aumentan los contagios, aumentan las restricciones.
Galicia, con 441 casos, mantiene el alza de positivos; Aragón, con 740 diarios, ha anunciado el cierre perimetral de Zaragoza, Huesca y Teruel desde esta medianoche; Cataluña sigue su ascenso con 4.024 nuevos infectados en 24 horas; La Rioja, con 1.296 nuevo casos en un día, también ha anunciado el cierre de toda la región. Dirigentes de Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía han señalado la pertinencia de un toque de queda, mientras la presidenta madrileña, Isabel Ayuso, que también ha comparecido mientras se producía el debate en el Congreso, ha anunciado “nuevas medidas” a partir del viernes, sin especificar cuáles.
La aplicación de un toque de queda, como explicó el martes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, obliga al Gobierno a plantear un nuevo estado de alarma nacional que dote de amparo a la medida. Ni Abascal ni Sánchez se refirieron en ningún momento a esta cuestión, que debería contar con el aval parlamentario para no decaer por falta de consenso. Este jueves, además del protagonista de la moción, Santiago Abascal, comparecerán el líder del PP, Pablo Casado, Sánchez e Iglesias. Entonces se verá si el mayor problema que enfrentan hoy los ciudadanos tiene cabida en el debate o hay que esperar a que la moción de censura dé paso a lo importante.