Interior traslada a seis presos de ETA en el movimiento más numeroso hasta ahora
El Gobierno ha acercado al País Vasco a 66 reclusos de la organización desde la puesta en marcha de la nueva política penitenciaria
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, ha anunciado este viernes el acercamiento de seis presos de ETA a cárceles cercanas al País Vasco, en lo que es el movimiento más numeroso de estas características desde que el Gobierno de Pedro Sánchez puso en marcha, en 2018, la nueva política penitenciaria. Con este traslado ya son 66 los presos acercados a Euskadi. Otros 11 han sido progresados al tercer grado penitenciario o semilibertad. En la actualidad, hay 202 presos de la banda terrorista en cárceles españolas. Otros 35 permanecen en prisi...
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, ha anunciado este viernes el acercamiento de seis presos de ETA a cárceles cercanas al País Vasco, en lo que es el movimiento más numeroso de estas características desde que el Gobierno de Pedro Sánchez puso en marcha, en 2018, la nueva política penitenciaria. Con este traslado ya son 66 los presos acercados a Euskadi. Otros 11 han sido progresados al tercer grado penitenciario o semilibertad. En la actualidad, hay 202 presos de la banda terrorista en cárceles españolas. Otros 35 permanecen en prisiones francesas. En una entrevista a EL PAÍS la pasada semana, Ángel Luis Ortiz, máximo responsable de Instituciones Penitenciarias, aseguró que la mitad de los presos etarras “ha asumido la legalidad o están de manera clara a favor de olvidar la violencia y reparar el mal causado en la medida que puedan”.
De los seis presos cuyo traslado se ha anunciado ahora, solo uno ingresará en una prisión vasca. Se trata de Javier Atristain Gorosabel, que pasará de la cárcel de Soria a la de Martutene (San Sebastián). Atristain fue detenido en 2010 en Biarritz (Francia) e ingresó en prisión en mayo de 2013. Cumple una condena de 17 años de cárcel por asociación ilícita y depósito de armas. Ha manifestado por escrito su renuncia al uso de la violencia y ha reconocido el daño causado, elemento que ha sido clave para que la Junta de Tratamiento -órgano integrado por profesionales penitenciarios- de la prisión de Soria haya propuesto su traslado.
El resto de los reclusos ingresarán en prisiones cercanas a Euskadi. Roberto Lebrero Panizo, Liher Aretxabaleta Rodríguez y Jon Zubiaurre Aguirre serán trasladados desde las cárceles de Sevilla, Toledo y Cádiz, respectivamente, al penal de Burgos, a menos de 100 kilómetros del País Vasco. Lebrero fue detenido en octubre de 2001 en San Sebastián, acusado de formar parte del comando Donosti de ETA desarticulado cuando montaba un coche-bomba. Aretxabaleta, por su parte, ingresó en prisión en julio de 2017 por un atentado cometido en mayo de 2005 en la confluencia de las calles Alcalá y Rufino González de Madrid, que causó 45 heridos, entre ellos 14 policías. Según Instituciones Penitenciarias, Aretxabaleta también ha aceptado la legalidad penitenciaria y ha reconocido por escrito el daño causado. Se encuentra clasificado en primer grado (el más duro del régimen penitenciario). Zubiaurre fue condenado por el asesinato, en 2001, del ertzaina Ignacio Totorica y cumple una condena de 30 años por los delitos de estragos, asociación ilícita, atentado, homicidios y tenencia de armas sin licencia. Zubiaurre también ha aceptado la legalidad penitenciaria y ha reconocido por escrito el daño causado.
El quinto etarra acercado, Javier Zabalo Beitia, está acusado de participar en la preparación de un coche-bomba colocado en el aeropuerto de Málaga, en julio de 2001, será trasladado desde la cárcel de Cádiz a la prisión de Villanubla, en Valladolid. Por último, Arkaitz Agote Cillero, alias Ana, ha sido trasladado de la prisión de Albolote, en Granada, al penal de El Dueso en la localidad cántabra de Santoña, a menos de 50 kilómetros del País Vasco. Agote fue condenado a 15 años de prisión en febrero de 2006 por colocar un artefacto explosivo en la sede del Instituto Social de la Marina, en Mutriku (Gipuzkoa), que causó daños en el Instituto y en propiedades adyacentes.