Urkullu acaricia el mejor resultado del PNV en 40 años

Los nacionalistas podrían obtener hasta 32 escaños, equiparando la marca de 1984, según el sondeo de 40db para EL PAÍS

Bilbao -
El lehendakari y candidato a la reelección, Íñigo Urkullu, participa este domingo en un acto electoral en la cima del monte Zaldiaran, en Vitoria.JON RODRIGUEZ BILBAO (EFE)

Urkullu está a punto de hacer historia, según una encuesta de 40dB. para EL PAÍS. De lograr los 32 escaños que le atribuye el sondeo en la parte alta de la horquilla, igualaría el mejor resultado del PNV en democracia. El candidato del PNV se acerca a la marca de 1984, cuando Carlos Garaikoetxea logró el 42% de los votos y 32 escaños. Urkullu, que ha ido ganando terreno elección tras elección, se quedaría, en esa hipótesis, a seis escaños de la mayoría absoluta (38 asientos en un Parlamento de 75), pe...

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Urkullu está a punto de hacer historia, según una encuesta de 40dB. para EL PAÍS. De lograr los 32 escaños que le atribuye el sondeo en la parte alta de la horquilla, igualaría el mejor resultado del PNV en democracia. El candidato del PNV se acerca a la marca de 1984, cuando Carlos Garaikoetxea logró el 42% de los votos y 32 escaños. Urkullu, que ha ido ganando terreno elección tras elección, se quedaría, en esa hipótesis, a seis escaños de la mayoría absoluta (38 asientos en un Parlamento de 75), pero la superaría ampliamente repitiendo la coalición con el PSE-EE que, según la encuesta, lograría entre 10 y 12 escaños.

El PSE rentabiliza la acción de los Gobiernos español y vasco con una subida de hasta tres parlamentarios. En un momento de incertidumbres sanitarias, laborales y económicas, el 50,4% del electorado vasco aprueba la gestión de la crisis del Gobierno español y el 55,9%, la del Gobierno vasco.

La intención de voto dibuja una Cámara en la que PNV y PSE podrían tener hasta 44 de los 75 escaños, cuando ahora están uno por debajo de la mayoría absoluta. También confirma a la izquierda abertzale, con Maddalen Iriarte al frente, como el principal partido de la oposición, aunque se aprecia un cierto estancamiento y el sondeo solo prevé la conquista de un nuevo escaño, pasando de los 18 actuales a 19. A partir de ahí el resto de partidos solo reciben malas noticias.

La encuesta, realizada entre el 23 y el 30 de junio sobre 1.200 entrevistas online, no arroja buenos resultados para la propuesta de Elkarrekin Podemos de articular una coalición de izquierdas con EH Bildu y el PSE. El partido, que ha cambiado su dirección justo unas semanas antes del confinamiento y tiene a Miren Gorrotxategi como candidata, bajaría tres de los cuatro escaños que puede recuperar el PSE.

La coalición de PP y Ciudadanos, que en Navarra sí logró buenos resultados, no logra contener la caída en Euskadi. En el sondeo de 40dB. no experimenta la debacle que pronosticaban otras encuestas, pero sí sufre un retroceso de nueve a siete escaños. Una caída que parte por la mitad la fuerza del PP ya que al presentarse en coalición, dos de esos siete escaños irán, casi con toda seguridad, para Cs.

Vox, el partido del alavés Santiago Abascal, apenas logra un 0,5% de estimación de voto —el mismo porcentaje que en las autonómicas de 2016, aunque en las últimas generales logró el 3,7% de los votos en Álava— y quedaría fuera, como Equo, del nuevo Parlamento autonómico.

De los líderes de los partidos con representación parlamentaria, el que peor puntuación obtiene es Carlos Iturgaiz, líder de la coalición PP+Cs, a quien los encuestados consideran “un lehendakari terrible” con un 1,6 sobre cinco puntos. El que mejor puntuación obtiene es Iñigo Urkullu, con 3,1, y después empatan Maddalen Iriarte e Idoia Mendia, con un 2,8, un aprobado justo, pero aprobado. Miren Gorrotxategi se queda a dos décimas de estas dos líderes de izquierda.

Ante la pregunta de cómo de probable es que no voten en estas elecciones por el miedo al contagio del coronavirus, más del 68% de los entrevistados consideran nada o poco probable esa opción. El 60,8% especifica además que es probable o muy probable que depositen su voto presencialmente en la mesa electoral; frente a un 21,3% que considera probable o muy probable que voten por correo.

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