Comerciantes de Vitoria entregan mascarillas y geles para la Guardia Civil

La iniciativa solidaria de una panadera logra recaudar en una hora más de 1.000 euros para comprar material de protección

El general jefe de zona de la Guardia Civil en el País Vasco recibe una donación de los comerciantes del barrio vitoriano de Sansomendi.L. Rico

En un santiamén, comerciantes del barrio Sansomendi de Vitoria han logrado reunir 300 mascarillas, 150 geles desinfectantes y guantes de protección. Todo esto que han recaudado mediante aportaciones voluntarias hasta este pasado martes, en plena expansión del coronavirus, ha sido donado hoy por los minoristas a sus “vecinos” de la Guardia Civil. Un gesto impensable hace algunos años, cuando este cuerpo sufría especialmente la persecución terrorista de ETA...

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En un santiamén, comerciantes del barrio Sansomendi de Vitoria han logrado reunir 300 mascarillas, 150 geles desinfectantes y guantes de protección. Todo esto que han recaudado mediante aportaciones voluntarias hasta este pasado martes, en plena expansión del coronavirus, ha sido donado hoy por los minoristas a sus “vecinos” de la Guardia Civil. Un gesto impensable hace algunos años, cuando este cuerpo sufría especialmente la persecución terrorista de ETA. La iniciativa solidaria ha partido de Loli, la panadera del barrio, quien en poco más de una hora ha logrado reunir 1.100 euros entre los tenderos del barrio. “Es un detalle que nos emociona. Es más gratificante porque proviene de nuestros vecinos”, asegura el capitán José Ramón Martín.

La idea surgió “de repente y sin más” el pasado sábado, cuenta Loli Freiría, de origen gallego aunque residente en la capital alavesa desde los cinco años. Propuso a sus compañeros de gremio realizar una colecta para surtir de material de protección a los guardias civiles, que “andan bastante escasos de medios”, asegura. “La respuesta ha sido inmediata e inmejorable. Muchos han colaborado, incluso algunos establecimientos que estos días están cerrados. La floristería, el estanco, la pescadería, una carnicería… se han volcado por completo”. Loli se puso en contacto con el farmacéutico Jon Eguinoa, quien recogió el guante y puso “todo de su parte” para llevar adelante la logística. El responsable de la botica preparó geles, reunió mascarillas y algunos guantes con el dinero recolectado entre los minoristas. “Hemos puesto el corazón en esto y esperamos que cunda el ejemplo”, señala Loli.

El gesto es particularmente significativo por el estigma que la Guardia Civil ha llevado consigo en el País Vasco mientras ETA les tuvo siempre en su punto de mira. “Nosotros solo podemos hablar bien de ellos”, dice la panadera al referirse a los guardias: “Son clientes educados, gente sencilla, humilde, siempre con una sonrisa y dispuestos a ayudarnos, incluso cuando vienen vestidos de calle”.

Sansomendi es uno de los puntos del País Vasco donde la Covid-19 ha golpeado con más dureza. Este enclave humilde, poblado por obreros que llegaron de otros puntos de España atraídos por la pujanza económica vasca, registra ya 95 casos en una población de 8.540 vecinos, lo que supone una tasa de un contagio por cada 90 habitantes. Es el segundo foco más importante del País Vasco, solo superado por Abetxuko, otro barrio menos populoso del extrarradio vitoriano.

Loli lleva un mes “sin descanso” desde que se desató la epidemia del coronavirus, no tiene tiempo libre fuera de la panadería, pero ha conseguido sacar adelante esta iniciativa gracias a la “buena voluntad de muchos comerciantes”. Añade que “estas personas -en alusión a los guardias- te levantan la moral y siempre están preparados para estar en primera línea sin pedir nada a cambio”. “A nosotros nos produce una satisfacción especial por recibir una aportación voluntaria de la gente de la calle, con los que tenemos un trato diario y compartimos nuestros problemas. Tiene mucho valor que hayan puesto en marcha algo así cuando estos días los comerciantes están desbordados de trabajo”, afirma el capitán de la Guardia Civil.

La panadera y la carnicera del barrio han acudido esta mañana al Acuartelamiento de Álava, donde han sido recibidos por el general jefe de la zona, mando máximo de la Guardia Civil en el País Vasco, para hacerle entrega del cargamento de mascarillas, geles y guantes. “Estamos muy agradecidos. Es un detalle muy bonito”, ha dicho el general, quien ha prometido que invitarán a una representación de los vecinos y comerciantes de Sansomendi a la jornada puertas abiertas que anualmente celebra el cuartel. Varios vecinos se han acercado al exterior del recinto militar y han dedicado un aplauso a los guardias civiles, que han respondido a aquellos de la misma manera emocionados.

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Algo debe tener el acuartelamiento de Sansomendi, 4 para que en pocos días se haya convertido en noticia, siempre por motivos solidarios. El pasado 21 de marzo varias patrullas de la Ertzaintza rindieron un homenaje a la Guardia Civil a las puertas del cuartel tras el fallecimiento de un agente del Instituto Armado con coronavirus. Además de un largo aplauso, los ertzainas, vestidos de uniforme, se dirigieron uno a uno a saludar, estrechar la mano y dar el pésame a los guardias civiles que custodiaban el cuartel. Fue “un detallazo”, reaccionó entonces el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso. “Todo esto nos da fuerza para seguir adelante”, comenta emocionado el mando de la Guardia Civil.

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