Un nuevo período para la agricultura europea, con sus retos y oportunidades

Comienza una nueva legislatura en Europa y, como siempre, promete ser un hito histórico, con un nuevo equipo dispuesto a reinventar la agricultura europea. En junio se celebraron las elecciones al Parlamento Europeo, que resultaron en una composición diferente de la cámara legislativa. Lo mismo ocurrió con el nuevo Colegio de Comisarios, aprobado recientemente en Estrasburgo, que incluye cambios significativos en los responsables de Agricultura, Medio Ambiente y Sanidad. Destaca, sobre todo, el creciente énfasis que las instituciones europeas están dando a la agricultura, la seguridad alimentaria y, específicamente, a la visión estratégica de la innovación en el sector de la sanidad vegetal. Seguridad, sanidad, innovación son palabras clave.

En la legislatura anterior, Europa enfrentó un contexto especialmente complicado, marcado por la pandemia y diversas crisis internacionales que afectaron el suministro de materias primas y alimentos. Durante ese tiempo, la Comisión Europea lanzó el Pacto Verde Europeo y sus estrategias De la granja a la mesa y Biodiversidad, estableciendo objetivos concretos para reducir el uso de productos fitosanitarios. Estas iniciativas dieron lugar a propuestas legislativas con impactos diversos en la agricultura, particularmente en la disponibilidad de herramientas para la sanidad vegetal. Entre estas, destacó el Reglamento de uso sostenible de productos fitosanitarios, que aspiraba a reducir su uso.

Desde el sector de la sanidad vegetal, tal y como señalan desde la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA), se insiste en la necesidad de un marco normativo que prime la evidencia científica. El diálogo estratégico iniciado en primavera con todos los actores del sector agrícola demuestra que es posible desarrollar políticas agrarias inclusivas, considerando a toda la cadena: productores, proveedores de insumos, distribución, etc.

Además, el informe Draghi sobre El Futuro de la competitividad europea subraya la urgencia de que Europa acelere la adopción de tecnología e innovación para impulsar la productividad y el crecimiento. Este informe destaca la necesidad de reducir barreras regulatorias y mejorar el apoyo público a la innovación disruptiva. Propone situar la investigación y la innovación en el centro de las prioridades estratégicas de la Unión Europea, como elementos clave para la transición hacia un modelo más resiliente y sostenible.

Por otro lado, la presidenta de la Comisión Europea se ha comprometido a presentar, en los primeros 100 días de su mandato, un informe sobre la visión europea de la agricultura y la alimentación. Este documento debería incluir recomendaciones estratégicas basadas en los informes mencionados. Desde AEPLA consideran fundamental adoptar un enfoque integral que combine soluciones diversas: productos fitosanitarios convencionales, autorizados, efectivos y siempre prescritos por un profesional de la medicina vegetal. Biosoluciones, que permiten controlar plagas o enfermedades utilizando otros organismos o induciendo el desarrollo de autodefensa de los cultivos. Biotecnología, que permite desarrollar variedades de cultivos resistentes a plagas o enfermedades, así como a factores climáticos o del suelo que limiten su potencial productivo. La agricultura de precisión y la digitalización, que optimizan la sanidad de los cultivos, por citar solo un ejemplo, mediante el uso de los drones, ya sea para la detección, para el monitoreo o para la aplicación de productos fitosanitarios.