¿Dejarías que un caballo escribiese tus e-mails en vacaciones?
El Gobierno de Islandia se sirve de la ayuda de tres caballos para escribir correos electrónicos automáticos e incomprensibles y concienciar sobre la necesidad de la desconexión digital
Adiós a la imagen mental de la oficina cuando uno está a bordo de un avión rumbo a cualquier parte. Tres caballos islandeses han escrito —literalmente, en un teclado gigante, rodeados por laderas verdes y cascadas brillantes— un e-mail para que quien lo desee pueda programar una respuesta automática como escudo ante cualquier ataque de trabajo en vacaciones. Así lo anuncia el Gobierno de Islandia en una nueva campaña de turismo, enfocada hacia la desconexión digital: “Cosas que hacer en Islandia mientras un ...
Adiós a la imagen mental de la oficina cuando uno está a bordo de un avión rumbo a cualquier parte. Tres caballos islandeses han escrito —literalmente, en un teclado gigante, rodeados por laderas verdes y cascadas brillantes— un e-mail para que quien lo desee pueda programar una respuesta automática como escudo ante cualquier ataque de trabajo en vacaciones. Así lo anuncia el Gobierno de Islandia en una nueva campaña de turismo, enfocada hacia la desconexión digital: “Cosas que hacer en Islandia mientras un caballo responde a tus e-mails”.
Tras dos años marcados por las restricciones de la pandemia, llega el gran retorno de las escapadas, de las fiestas populares y de los festivales. Tres de cada cuatro europeos planean viajar este verano, según la Comisión Europea de Viajes. Sin embargo, hay un resquemor que no apaga ni el fulgor de un concierto en Barcelona ni el agua que rodea a los fiordos noruegos. Es el trabajo, que estrecha, como pulpo fantasma, los rincones de descanso que sobreviven a la vida moderna.
Según el informe sobre Desconexión Digital de Infojobs, publicado en junio de este año, el 75% de los trabajadores españoles no desconectan fuera del horario laboral y el 64%, no lo hacen en vacaciones. Porcentajes en ascenso desde 2020, cuando la pandemia convirtió la mesa del comedor en un despacho y difuminó la línea en el calendario que separaba las horas de oficina y las de ocio. Sentir la obligación de responder es el principal motivo, según el estudio, de permanecer conectados, a pesar de que la desconexión digital durante el periodo de descanso es un derecho por ley.
Según la psicóloga especializada en ansiedad Beatriz Carrero, desconectar es para muchos una hazaña utópica porque el autoconcepto está cada vez más basado en la productividad y el trabajo ocupa la prioridad número uno: “Pensamos que estar presentes a través de cualquier vía hace que seamos más responsables y valiosos para la empresa. Si es algo puntual, las consecuencias no suelen ser desfavorables, pero, si se convierte en un hábito, nos encontraremos en una alerta constante”.
Una encuesta elaborada recientemente por el Gobierno de Islandia muestra resultados similares a los de Infojobs: más de la mitad de las personas aseguran revisar su bandeja de entrada en vacaciones. El dato, según Sigríður Dögg, directora de Visita Islandia, les ha llevado a plantearse: “¿Qué puede hacer Islandia para ofrecer una solución?”.
Tres correos distintos elaborados por caballos al pasear por un teclado. Litla Stjarna Frá Hvítarholti escribe rápido, pero puede que se eche una siesta. Hrímnir Frá Hvammi es asertivo y eficiente. Hekla Frá Porkellshóli está entrenado en el arte de las palabras corporativas de moda.
En la página web de Visita Islandia, el usuario elige su perfil favorito, selecciona las fechas en las que estará de viaje y el sistema crea una nota: “Menganita se encuentra actualmente de vacaciones. Mientras tanto, Menganita ha cedido las tareas de redacción de correos electrónicos a Litla Stjarna Frá Hvítarholti, un caballo islandés que escribe con un teclado muy grande. Aquí está la respuesta de Litla Stjarna Frá Hvítarholti: “Öööö WE4KJUI ytswbx5sefj68l hl7r.uwe aerhht”. Menganita volverá el 15 de agosto de 2022″. No es un e-mail muy funcional, pero, con semejante mensaje, uno puede estar seguro de que clientes y compañeros le dejarán en paz.
“Uno no es imprescindible”, sugiere Carrero como antídoto para desconectar. Quizás ahora, a sabiendas de que es tan fácil ser sustituido por un animal, sea más sencillo apagar.