ESPECIAL PUBLICIDAD

Invertir en vino, un placer rentable

Es un valor estable que se revaloriza con el tiempo y al que afectan menos los vaivenes del mercado. El vino de lujo de edición limitada se ha convertido en una opción cada vez más apreciada para el rendimiento futuro.

Oeno

Cuando hablamos de inversiones, lo primero que le viene a la cabeza a la mayoría son acciones y carteras de valores. Otros piensan en propiedades tangibles, casas o apartamentos. Otra opción es apostar por materiales preciosos, como el oro y la plata, o joyas. Y algunos incluso puede que se inclinen hacia el mundo del arte. Sin embargo, hay otros activos que no son tan habituales pero que se revalorizan de manera constante con el paso del tiempo y no sufren de manera directa los altibajos del mercado. Hablamos de la inversión en vino.

Desde mediados del siglo XX hemos sufrido crisis económicas, tormentas financieras, guerras, revoluciones y hasta una pandemia. ¿Cómo es posible entonces que la inversión en vino de lujo sea algo tan consistente? La respuesta se basa en el más simple de los modelos económicos, la ley de la oferta y la demanda. Y, en el mundo del vino, la demanda es y siempre será muy reducida. Un vino de lujo es una joya, una obra de arte con ediciones limitadas.

Por otra parte, existe un factor obvio pero importante. El vino está hecho para ser consumido, por lo que es un activo ya de por si escaso que se comprime con el tiempo. Cada vez que se descorcha una botella de vino de edición limitada, se añade valor a las botellas que se conservan, haciendo un efecto multiplicador a cada sorbo. A la ecuación se añade, además, una creciente demanda en mercados emergentes como Asia, América y África, donde las élites buscan cada vez más este tipo de lujo.

La covid-19 en la inversión de vino de lujo

Curiosamente, esta tendencia se incrementa en tiempos como el actual. Los efectos de la pandemia de la covid-19 han sido, sin duda, devastadores para casi todos los mercados. Sin embargo, el consumo de vino de lujo ha aumentado, por lo que las botellas aún cerradas y en guarda, adquiridas como inversión, aumentan su valor.

Parece paradójico que en un momento como el actual, en el que la gente no sale a cenar, se incremente el consumo de vino. La explicación es sencilla: el precio de un vino adquirido en un restaurante aumenta a tres o cuatro veces su precio, por lo que el vino de edición limitada es un producto que se suele comprar directamente al productor o en tiendas especializadas. Estamos en casa, no salimos, no gastamos. Es el momento de abrir esa botella de Sassicaia 2009 que tenemos en guarda, un lujo que nos permitimos sin salir del hogar.

Ejemplo de ello es lo sucedido con las inversiones de OENO, empresa especializada en asesoría en inversión de vino que obtuvo para sus clientes un rendimiento promedio del 12,4% durante el curso de 2020. Una prueba de la solidez y resistencia del mercado incluso durante los desafíos globales más severos.

Inversión de bajo riesgo

Para conocer en mayor profundidad cómo funciona la inversión en vino, hablamos con Daniel Walker, director de inversiones de OENO. “Sorprendentemente, es una de las inversiones más seguras que existen”, señala. “Una vez realizada la adquisición, las botellas son almacenadas en bodegas óptimas para la guarda de vino. Están aseguradas al 100% y contamos con un departamento antifraude en OENO Future que asegura la autenticidad del producto. En la gran mayoría de casos, la compra se hace directamente al productor para asegurar su procedencia”.

Asimismo, al no tener ninguna relación con la bolsa, el invertir en vino es una apuesta más estable de cara a presentes y futuras desestabilidades económicas. El índice por el cual se rigen las inversiones de vino de lujo es el Liv-ex 1000. Durante la recesión de 2007 y 2008, el S&P 500 se hundió 38,5%, mientras el Liv-ex 1000 tuvo un ligero decrecimiento de un 0,6%. Asimismo, en marzo de 2020, fecha recordada por todos, el S&P 500 cayó 25% mientras Liv-ex 1000 solo un 4%.

En palabras de Almudena Alberca, primera mujer española Master of Wine (el reconocimiento internacional más prestigioso en el mundo del vino) y embajadora de OENO para el mercado español, invertir en vino es una apuesta fiable. “Las inversiones en vino a lo largo de la historia parecen haberse convertido en un refugio, según aseguran la mayor parte de los asesores financieros. Normalmente no se espera que produzcan ganancias astronómicas pero lo que se ha demostrado a lo largo de la historia es que es un complemento perfecto para la diversificación de inversiones, ya que el valor suele mantenerse estable y ofrece rentabilidades anuales del 10-15% en los últimos 20 años, incluso en años tan duros como 2020”, señala la enóloga. “Incluso mejor que otras inversiones como oro, plata o arte. Los efectos macroeconómicos impactan, pero lo hacen en menor medida”.

Almudena Alberca, Master of Wine y embajadora de OENO en España. Oeno

¿Cómo invertir?

Efectivamente, no todo el mundo tiene ni el capital ni la experiencia para invertir en vino pero, según Daniel Walker de OENO, ni la experiencia ni el capital son una barrera de entrada. “Tenemos inversores que empiezan sin experiencia y con inversiones de tan solo 10.000 dólares. Este tipo de inversor novel es guiado por nuestros asesores y aconsejado en cuándo comprar y cuándo vender. Por otra parte, tenemos también a inversores expertos que invierten cifras de hasta siete dígitos”.

Otro aspecto que tiene que tener en cuenta el inversor principiante es conocer qué cualidades hacen a un vino digno de colección e inversión. Como todo activo, las dinámicas que rigen el mercado del vino son cambiantes, sin embargo, hay tres factores clave. Primero, el volumen de producción. Algunas añadas de ciertas regiones producen cantidades muy bajas de vino. Conforme pasan los años, la creciente escasez de estos ejemplares incrementa su valor de mercado.

A ello tenemos que sumar aspectos como la Reputación del productor, que puede hacer que el vino adquiera más valor, o la manera en la que se almacena, para asegurar su perfecta conservación. De igual manera, también es importante considerar otros factores como añada, denominación y si provienen de una edición limitada.

Situación del vino español

Si nos remontamos a la primera década de este siglo, no habría duda acerca de dónde invertir ya que la región de Burdeos representaba el 95% de las transacciones de Liv-Ex. Sin embargo, poco a poco se ha ido diversificando. En 2018, Burdeos representaba alrededor del 60% de las transacciones en Liv-Ex, mientras que los vinos de Borgoña, Toscana, Piamonte, Champaña y el Ródano se habían abierto paso.

España, por su parte, ofrece una de las mejores relaciones calidad-precio y el sector vinícola se muestra entusiasmado por que sus vinos sean más apreciados en todo el mundo. El confinamiento ha dado a viticultores y productores espacio para reflexionar, concentrarse y enfocarse en los grandes valores que hacen grandes a nuestros vinos. Además, contamos con una gran diversidad de viñedos antiguos con una edad media de más de entre sesenta y ochenta años. La combinación de todos estos factores es la clave del éxito futuro.

El equipo de OENO, junto con Almudena Alberca, trabaja en la selección de los mejores productores, tanto en bodegas consolidadas como futuras promesas, que se irán incorporando paulatinamente a la selección actual. Más información de la inversión en vino en oenogroup.com.