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Estos son los cinco nuevos Pueblos Más Bonitos de España de 2024

Ampudia (Palencia), Comillas (Cantabria), Parauta (Málaga), Trevejo y Trujillo (Cáceres) se sumarán el próximo 1 de enero a la lista de la Asociación Los Pueblos Más Bonitos de España, que con las nuevas incorporaciones suma 116 localidades

La Asociación Los Pueblos Más Bonitos de España ha anunciado este sábado la incorporación de cinco nuevas localidades a su red en 2024, que contará desde el 1 de enero con 116 pueblos españoles en total. Los nuevos municipios que se han integrado a la lista han tenido que superar una exigente auditoría de más de 40 puntos, entre los que se incluyen el cuidado del patrimonio, el urbanismo, la armonía del municipio, la limpieza, la actividad cultural programada o la conservación de las fachadas y espacios verdes. Actualmente, solo la superan un 20% de aspirantes a entrar en la red. Durante 2023 se han auditado los 19 municipios que han presentado su candidatura vía pleno del Ayuntamiento y, después de que la asociación los haya visitado y haya tenido reuniones con sus representantes a lo largo del año, solo han sido cinco los pueblos afortunados que han obtenido este sello de calidad y para los que suele suponer un importante empuje turístico. En la imagen, Ampudia (Palencia), uno de los nuevos pueblos bonitos de 2024.Rubén Vélez (GETTY IMAGES) (Getty Images)
Ampudia (Palencia). Ubicado al sur de la provincia castellanoleonesa —a 26 kilómetros de la capital—, sus calles y plazas porticadas evocan al visitante a los tiempos del medievo en los que la localidad ostentaba el merecido protagonismo de toda la comarca de Tierra de Campos. “En su conjunto histórico-artístico hay constancia de restos arqueológicos que indican que la zona fue habitada ya en la Edad del Bronce”, indica la asociación. De hecho, su núcleo urbano ostenta la mención de Conjunto Histórico-Artístico. La larga historia de Ampudia, con etapas de gran prosperidad, ha legado un extenso y valioso patrimonio digno de visitar, como las dos calles principales, Corredera y Ontiveros, que son porticadas, con columnas de piedra formando una estructura de soportales que se mantienen en pie desde el siglo XVII (conservando algunos buenos ejemplos del siglo XIII). Los nombres de otras de sus calles tienen relación con el trazado, los oficios y personajes que se dedicaron al bienestar de los ampudianos: Francisco Martín Gromaz, ingeniero naval; Doña Josefa Gromaz, maestra, Fray Marcelino Gutiérrez y Aristóbulo Llorente. Entre sus calles, en las que solo residen 600 habitantes, hay un buen número de establecimientos hosteleros de carácter rural, donde reposar y reponer fuerzas “con el buen yantar ofrecido por sus restauradores”, destaca al respecto la Asociación Los Pueblos Más Bonitos de España. Es típico de Ampudia el Paloteo, una antigua y vistosa danza tradicional que se remonta a tiempos ancestros. En definitiva, en esta localidad de apenas 133 kilómetros cuadrados, el visitante encontrará todos los atractivos necesarios para una escapada inolvidable en el corazón de la Tierra de Campos de Palencia.Zoonar / Alamy / CORDON PRESS
Comillas (Cantabria). La villa de Comillas, declarada conjunto histórico-artístico el 29 de marzo de 1985, es conocida con el apelativo de la Villa de los Arzobispos, dado que en su municipio nacieron cinco prelados que durante la Edad Media ocuparon varias diócesis. Hoy es una de las localidades más emblemáticas de Cantabria y una de las más interesantes desde el punto de vista arquitectónico, ya que cuenta importantes edificios del modernismo, como el Palacio de Sobrellano y su Capilla Panteón, la Universidad Pontificia y, por supuesto, El Capricho, del arquitecto catalán Antonio Gaudí. Sin olvidar tampoco su magnífica arquitectura popular y las casonas solariegas con sus escudos. “La Comillas monumental tiene su origen bajo el patronazgo de don Antonio López, primer Marqués de Comillas, quien consiguió que durante el verano de 1881 el rey Alfonso XII disfrutase sus vacaciones en la villa, convirtiéndose así en el lugar elegido por la aristocracia como centro turístico de veraneo”, recuerda la página web de turismo de la localidad. “Destaca su hermosa playa, que todos los veranos atrae a miles de turistas, o lugares tan representativos como la plaza del Corro, junto a la iglesia”, resalta la asociación. Además, a pesar de que Comillas es un municipio con una población de poco más de 2.000 habitantes ―que se multiplica durante el periodo estival―, y con una extensión de solo 18,5 kilómetros cuadrados, tiene una variada oferta de alojamientos (hoteles, apartamentos, casas rurales, posadas…) donde conjugar actividad y descanso en uno de los destinos turísticos por excelencia de la comunidad. Su cementerio, rematado por la magnífica obra escultórica de ‘El Ángel exterminador’ de Joseph Llimona, también merece una visita.Hemis / Alamy / CORDON PRESS
Trujillo (Cáceres). Situado a 45 kilómetros de la ciudad de Cáceres y a unas dos horas y media en coche de Madrid, tras sus puertas se entremezclan restos visigodos, romanos, árabes y cristianos que se funden en torno a su plaza Mayor (en la foto), de estilo renacentista. Cuenta con edificaciones tan simbólicas como el Palacio del Marqués de la Conquista, con un detallado esquinazo abalconado que atrapa las miradas de los turistas. O el Palacio de Carvajal Vargas, igual que la iglesia románica de Santiago (del siglo XII) o la iglesia de San Martín o la estatua ecuestre en honor a Francisco Pizarro, conquistador de Perú nacido en Trujillo en 1478. “Todas ellas reivindican la historia y riqueza de este pueblo cacereño”, argumentan los representantes de la asociación. Como curiosidad: su castillo —ubicado en la parte más alta del pueblo y desde el que se obtienen unas magníficas vistas— sirvió para grabar la secuencia de Juego de tronos en la que la familia Lannister invade la fortaleza de Altojardín, y vuelve a aparecer en la serie La casa del dragón. De hecho, se sustituyó la estatua ecuestre de Francisco Pizarro por la de un dragón. El frite de cabrito, la moraga o la sopa de obispo son algunos de los placeres gastronómicos que esperan aquí.PhotoAstur / Alamy / CORDON PRES
Trevejo (Cáceres). “Considerado como la esencia de la sierra de Gata, Trevejo es una sorpresa desde la propia carretera de acceso, rodeada de castaños que da entrada a este bello pueblo declarado de Interés Turístico por su cuidada arquitectura típica de la zona y bien conservada; una ubicación estratégica desde donde disfrutar de toda la comarca y las sierras de Garduño, Albilla, San Pedro y Cachaza, y las ruinas del castillo de Trevejo del siglo XV perteneciente a la Orden de San Juan de Jerusalén y de origen posiblemente musulmán”, resume la esencia de este lugar la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España. Considerada la esencia de la sierra de Gata, en el pasado esta pedanía (que no hay que confundir con San Martín de Trevejo) fue ocupada por musulmanes y cristianos por su privilegiada ubicación. La huella que dejaron aún es visible en su patrimonio histórico, entre el que destacan su arquitectura típica, el castillo (del siglo XV, y al que hay que subir al atardecer, cuando los rayos de sol doran los muros) y la iglesia de San Juan, con tumbas antropomórficas excavadas en roca granítica.JULIA DÍAZ (GETTY IMAGES) (Getty Images)
Parauta (Málaga). Este pueblo blanco de la Serranía de Ronda guarda en su trazado urbano la memoria de su pasado andalusí, calles estrechas y empinadas con casas de fachadas encaladas y cubierta de teja árabe. El pueblo se enmarca dentro del parque nacional de la Sierra de Las Nieves, a poco más de 50 kilómetros del mar, y declarado por la Unesco Reserva de la Biosfera, donde se encuentra la famosa encina Valdecilla, centenario ejemplar de más de tres metros de diámetro e impresionante porte. Parauta se ha convertido en un destino de naturaleza por excelencia, que también se refleja en su gastronomía al destacar la sopa de tomate o la olla y productos típicos como la miel y las castañas. A un cuarto de hora a pie aguarda el Bosque de Cobre, un formidable castañar cuyas hojas pintan las laderas de tonos amarillos, rojos y ocres. El otoño es el momento más especial del año para adentrarse en una zona que tiene en los paisajes uno de sus principales atractivos. Una excursión a tener muy en cuenta: la caminata circular, de unas seis horas, que une los pueblos de Igualeja, Parauta y Cartajima.Aitor mmfoto (Alamy / CORDON PRESS) (Alamy Stock Photo)