Ocho errores que los viajeros cometen en los aeropuertos (y cómo evitarlos)
Vuelos perdidos por no calcular el tiempo de traslado hasta la terminal, detención en el área migratoria o problemas en los filtros de seguridad son algunos de los inconvenientes a los que se suelen enfrentar los pasajeros. ¿Qué hacer para evitar estos desgastantes momentos?
Siempre he dicho que los aeropuertos son mi segundo hogar, al mes hago hasta cinco viajes y muchos resultan ser verdaderas travesías. Hace unas semanas crucé la mitad del mundo para llegar de Bora Bora a Edimburgo, lo que significó pisar siete aeropuertos en...
Siempre he dicho que los aeropuertos son mi segundo hogar, al mes hago hasta cinco viajes y muchos resultan ser verdaderas travesías. Hace unas semanas crucé la mitad del mundo para llegar de Bora Bora a Edimburgo, lo que significó pisar siete aeropuertos en dos días.
Hacer de los viajes tu trabajo, inevitablemente, te convierte en partícipe y testigo de los descuidos que los pasajeros cometemos antes de tomar un vuelo. La buena noticia es que la mayoría de estos tropiezos tienen solución anticipándonos, aplicando ciertas técnicas y, en algunos casos, haciendo uso de la tecnología.
1. No investigar el aeropuerto del que despegará o aterrizará tu vuelo
En muchas ciudades, principalmente en las grandes urbes, hay más de un aeropuerto y desconocer su ubicación puede propiciar retrasos, pérdidas de vuelos y mayor gasto en traslados.
A este punto, añado la importancia de tener una noción de su tamaño y distribución general, principalmente si se tiene un vuelo de conexión. Lo mejor es anticiparse con herramientas web como ifly.com. Previo al viaje, se puede entrar en esta plataforma para visualizar los mapas interactivos de los principales aeródromos del mundo. Al navegar por el sitio web encontrarás información valiosa de las terminales, como puertas de embarque, tiempos aproximados en los puntos de control, servicios internos y opciones de transporte terrestre, por mencionar solo algunos ejemplos.
2. Hacer un cálculo desatinado de los tiempos
No basta con conocer la hora de salida del avión, en este apartado me refiero a todos los tiempos que debes tomar en cuenta en un aeropuerto.
- Horario de llegada: considera un mínimo de dos horas previas para vuelos nacionales y tres para internacionales.
- Conexiones: un error usual es comprar vuelos de conexión con un margen de salida muy ajustado. Estima de tres a cuatro horas de diferencia entre la salida de un vuelo y otro para sortear con más facilidad retrasos o inconvenientes aeroportuarios.
- Movilidad interna: trata de pasar por los filtros de seguridad por lo menos una hora previa al despegue, llega a la sala de embarque 45 minutos antes, y no te quedes más tiempo de lo necesario en los restaurantes o tiendas del aeropuerto.
3. No realizar el ‘check-in’ por internet
Hacer el check-in por internet tiene beneficios como conseguir un mejor asiento, evitar largas filas en mostradores, el overbooking del vuelo y, en algunos casos, puede evitar gastos adicionales debido a que hay aerolíneas (principalmente low cost) que generan cobros extras si no lo realizaste antes.
Para hacer el check-in en línea, descarga la aplicación móvil de la aerolínea o entra al sitio web oficial. La recomendación es hacerlo mínimo 24 horas antes del vuelo. Además, en caso de algún retraso en el traslado hasta el aeropuerto, el check-in anticipado puede salvarte de perder el avión. En Madrid llegué a la hora en punto para mi salida y el check-in previo fue lo que evitó que quedara varada.
4. Llevar objetos no permitidos en el equipaje de mano
Aunque se lea básico, este es uno de los fallos más habituales entre los viajeros, que no solo provocan retrasos al pasar los filtros de seguridad, sino que además pueden hacerte acreedor de multas e implica decomisos.
Para saber qué objetos están prohibidos —según el destino y el aeropuerto que corresponda—, es recomendable consultar sus sitios web oficiales. De acuerdo con las normas generales, evita empacar envases con líquidos o geles mayores a 100 mililitros, aerosoles, artículos punzocortantes o encendedores.
Hay países en los que está prohibido volar drones y en los filtros de seguridad tienen la instrucción de retener estos dispositivos aéreos. En páginas como uavcoach.com/drone-laws/ se pueden encontrar las leyes que rigen el uso de drones y los lugares en los que están restringidos.
5. No estar pendiente del estatus del vuelo
Uno de los factores de mayor estrés en el momento de viajar es el retraso o la cancelación de un vuelo. Condiciones climatológicas, fallos técnicos o problemas internos de las aerolíneas son parte de tanta volatilidad. A esto se suma el cambio repentino de las puertas de embarque y otros imprevistos que uno enfrenta una vez que sube al avión.
Mi consejo es no confiar en las pantallas de los aeropuertos y descargar la aplicación de la aerolínea en la que se viaja o recurrir a aplicaciones como FlightAware o FlightRadar24, rastreadores de vuelos en tiempo real a través de los que es posible monitorear despegues, aterrizajes y demoras.
6. Desconocer las reglas migratorias o de aduanas
En mi viaje más reciente a Estados Unidos me encontraba en la fila de migración y vi cómo un pasajero justo delante de mí tomó una fotografía. A los pocos segundos, un vigilante aeroportuario se acercó para retirarle el celular y lo condujo a una oficina. Algo tan simple puede retrasar todos tus planes. Para evitar problemas como este, o situaciones más graves, antes de viajar investiga las prohibiciones de entrada y salida de los países que visites, prepara todos tus documentos, mantente pendiente de letreros e instrucciones que se emitan en estas zonas y acata las órdenes. Consulta páginas oficiales de embajadas y ministerios de asuntos exteriores como exteriores.gob.es.
7. Utilizar medios de transporte no autorizados
Una vez en el destino, corresponde investigar cuáles son los mejores medios para llegar a hasta el alojamiento. En países en vías de desarrollo esto resulta un problema porque no siempre cuentan con un adecuado sistema de transporte público y, en ocasiones, hay personas que ofrecen sus servicios de forma clandestina. Para evitar el cobro de tarifas altas, robos y estafas, lo mejor es hacer uso de transporte autorizado que tenga cuotas fijas y conductores visiblemente identificados.
En el caso de los países con buena infraestructura y conectividad con el aeropuerto, el transporte público (metro, tren y autobuses) puede ser la mejor opción y también la más económica. Por otro lado, averigua si existen aplicaciones como Uber o Cabify o en su caso, taxis locales.
8. Perder la calma
En una ocasión, estaba en la fila para abordar mi vuelo de México a Colombia. Comenzó a retrasarse el embarque, era evidente que la tripulación de la aerolínea estaba mal organizada. En ese momento, un pasajero perdió los estribos gritándole a un sobrecargo que era un incompetente. El sobrecargo se dirigió a un vigilante de seguridad, denunció al pasajero y le negaron el acceso al vuelo. Me sorprendí al ver el alcance que tuvo la situación y concluí que perder la calma en sitios como el aeropuerto es arriesgado.
Mi mejor consejo es respirar profundamente cuando la situación se torne compleja, guardar la compostura y dirigirte al personal autorizado para buscar una resolución ante el problema. Atención, con esto no estoy sugiriendo que no defiendas tus derechos como pasajero, pero solo recuerda que la forma en la que reaccionas tendrá mucho que ver con la resolución.
¿Has cometido alguno de estos errores? Como lees, pequeñas acciones hacen la diferencia entre comenzar un viaje con el pie derecho o convertirlo en una pesadilla. Evita este desgaste y aplica las acciones necesarias en el próximo viaje.
¡Te deseo buen vuelo!
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