El Origen de Prieto Pariente 2013, páramos castellanos

Un vino que emociona con su aroma elegante y complejo

En España no resulta sorprendente la aparición de vinos extraordinarios procedentes de lugares donde la viña, infravalorada, apenas era un recurso de supervivencia. Sin dejar su trabajo en la bodega de Rueda, Martina Prieto Pariente y su hermano Ignacio se han dedicado a buscar viñedos viejos en Mucientes, Pedrosa del Rey y Valbuena de Duero para elaborar tres vinos: los tintos El Origen de Prieto Pariente y Prieto Pariente, y el blanco Viognier de Prieto Pariente, todos de un nivel alto, y en el caso del primero, altísimo.

A la calidad de la materia prima se une una elaboración de prec...

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En España no resulta sorprendente la aparición de vinos extraordinarios procedentes de lugares donde la viña, infravalorada, apenas era un recurso de supervivencia. Sin dejar su trabajo en la bodega de Rueda, Martina Prieto Pariente y su hermano Ignacio se han dedicado a buscar viñedos viejos en Mucientes, Pedrosa del Rey y Valbuena de Duero para elaborar tres vinos: los tintos El Origen de Prieto Pariente y Prieto Pariente, y el blanco Viognier de Prieto Pariente, todos de un nivel alto, y en el caso del primero, altísimo.

El origen de Prieto Pariente 2013

  • Bodega: José Pariente. La Seca (Valladolid).
  • Teléfono: 983 81 64 84.
  • Internet: www.josepariente.com.
  • VT: Castilla y León.
  • Tipo: tinto crianza, 14,5%.
  • Cepas: garnacha y tempranillo.
  • Precio: 30 euros.
  • Puntuación: 9,4/10.

A la calidad de la materia prima se une una elaboración de precisión (doble discriminación positiva de la uvas, fermentación por separado, maloláctica en roble y crianza en barricas de roble francés, solo un 20% nuevas).

No es de extrañar que el vino emocione con su aroma elegante, complejo, rico en matices de fruta madura pero fresca, con el armonioso acompañamiento de las especias, los ligeros tostados y el encanto campestre de las hierbas balsámicas. Sabroso y potente, pero de suave discurrir, ilumina la boca con el sereno fulgor de los páramos de la vieja Castilla.

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