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El antes y después del incendio en el campo refugiados de Moria

El fotógrafo de EL PAÍS Álvaro García visitó el campo de refugiados de Moria en marzo de 2020 y hace una comparativa de los mismos lugares que hoy permanecen arrasados por el fuego

El incendio del miércoles pasado arrasó con los chamizos y las tiendas de campaña que se levantaban en este lugar de la isla griega de Lesbos en el que vivían aproximadamente 13.000 refugiados.Álvaro García
Moria estaba repleta de niños jugando en la tierra con palos, con cajas de fruta, cometas. Solo unos pocos iban al colegio porque apenas había un puñado de escuelas creadas por ONG.Álvaro García
Una especie de arroyo sin caudal, pero desbordado por cientos de botellas de plástico utilizadas. Unos 13.000 refugiados han malvivido en condiciones muy extremas, sin agua potable, sin apenas baños, con comida racionada.Álvaro García
Cuando se levantó el campamento, durante la crisis migratoria de 2015, se concibió para 2.800 personas. La llegada masiva de refugiados todos estos años y su incapacidad para poder salir de Lesbos, convirtió a Moria en el mayor campo de refugiados de Europa.Álvaro García
Un niño, junto a una tienda de campaña. Casi un millar de menores no acompañados vivían en Moria. La UE ha anunciado que reubicará a 400.Álvaro García
En el antiguo campamento, los refugiados estaban obligados a compartir un retrete entre 150 personas, y una ducha entre 500.Álvaro García
En la imagen de la derecha, no queda rastro del antiguo chamizo donde malvivía una familia de refugiados.Álvaro García
Una de las antiguas calles del campamento de refugiados arrasada por el fuego.Álvaro García
Moria, desierto. Ya no hay cometas, ni niños correteando, ni se producen peleas. Ahora los refugiados se agrupan en un nuevo campamento improvisado en Mitilene, capital de Lesbos, o son reubicados en el nuevo campamento levantado por las autoridades de la isla.Álvaro García
Panorámica de Moria antes del incendio y después de que las llamas arrasaran el hogar insalubre donde han vivido miles de personas que huían de la guerra y del hambre y que ahora esperan salir de esta cárcel en la que se ha convertido Lesbos.Álvaro García