Cartas al director

Medicina intensiva y lucha contra el coronavirus

La especialidad de medicina intensiva está viviendo unos momentos delicados, pues los pacientes más graves son los que normalmente se atienden en sus departamentos. La UCI es un lugar donde se mezcla la parte clínica y la tecnología avanzada. Son cinco años de formación para que un médico general pueda alcanzar la especialidad. Aunque nuestro trabajo siempre ha consistido en tratar a los pacientes graves, los momentos que vivimos son excepcionales y el reto de sacar adelante a las personas gravemente afectadas por el coronavirus es muy arduo. Cada vida salvada es un gran aliciente y nos da áni...

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La especialidad de medicina intensiva está viviendo unos momentos delicados, pues los pacientes más graves son los que normalmente se atienden en sus departamentos. La UCI es un lugar donde se mezcla la parte clínica y la tecnología avanzada. Son cinco años de formación para que un médico general pueda alcanzar la especialidad. Aunque nuestro trabajo siempre ha consistido en tratar a los pacientes graves, los momentos que vivimos son excepcionales y el reto de sacar adelante a las personas gravemente afectadas por el coronavirus es muy arduo. Cada vida salvada es un gran aliciente y nos da ánimo para seguir batallando contra esta enfermedad. Muchos de nosotros vamos enfermando y, tras recuperarnos, volvemos a nuestro trabajo con el ánimo reforzado. La vocación de esta especialidad hoy más que nunca se siente en cada compañero y compañera. Y no solo el personal médico; sino también en la enfermería especializada, auxiliares y celadores. Todos en conjunto formamos un bloque compacto que tiene como objetivo la curación de nuestros pacientes.

Fernando Arméstar. Barcelona

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