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Los indios norteamericanos que venden bonos de carbono para proteger sus bosques

Los yurok viven desde hace siglos al norte de California. El río y las secuoyas, que han sido sus medios de vida, están amenazados

Javier Kinney es miembro del consejo de Gobierno de la tribu yurok, una comunidad indígena asentada durante siglos en el norte de California. Durante años sufrieron el acoso de la ‘civilización’ en forma de un genocidio que diezmó a tres cuartas partes de su población: hoy la forman alrededor de 6.000 personas.
Los yurok viven rodeados de enormes secuoyas, uno de los árboles más eficientes a la hora de atrapar CO2. Han aprovechado esta oportunidad para vender bonos de carbono. Con el dinero que sacan compran más terrenos de bosque.
Tim Hayden es responsable de la división de recursos naturales de los yurok. Desde 2013 han comprado más de 20.000 hectáreas de bosque con la intención de asegurar su protección.
El Gobierno de los Estados Unidos reconoció como reserva, aproximadamente, una milla hacia cada lado del río Klamath, a lo largo de 42.
La pesca ha sido tradicionalmente el mayor medio de subsistencia de los yurok. Pero la subida de las temperaturas y la falta de agua por ausencia de nieve y por proyectos hidráulicos ribera arriba la están poniendo en peligro.
Este afluente del Klamath está seco en verano. Los yurok están desarrollando un proyecto que consiste en poner obstáculos naturales para ralentizar el curso del agua y que los alevines puedan crecer más antes de llegar al mar.
“Las evidencias están dando la razón a los conocimientos ancestrales de conservación que tenían las tribus. Ahora luchan por restaurar los ecosistemas para que los peces vuelvan”, asegura el biólogo Michael Belchik.
David Gensaw es vicepresidente del Gobierno yurok, que en muchos aspectos funciona como una nación dentro de una nación, con sus propias reglas, incluso su propia justicia.
La evidencia científica está confirmando la importancia que tienen los pueblos indígenas para conservar los bosques.
Desde hace tres años en la tribu no pueden vender nada de pescado y apenas tienen para el autoconsumo.