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Coordinado por Lola Huete Machado

Wilfried N’Sondé trata de escribir entre la luz y la sombra

La editorial Wanafrica publica en castellano la segunda novela del autor congoleño, titulada 'El silencio de los espíritus'

Fragmento de la portada del libro 'El silencio de los espíritus', de Wilfried N'Sonde.

La conexión entre palabras y música pronto se hizo visible en Wilfried N´Sondé (Brazzaville, 1969) en París, donde creció. Pero sobre todo sucedió en Berlín, a donde se mudó en 1989 tras la caída del muro. Allí, junto a su hermano Serge, creó una banda de Afropunk llamada Wild Koongo y se dedicó a expresarse a través de las notas musicales. Más tarde, tras la lectura de una de sus obras de referencia: Les méduses, del también congoleño Tchikaya U Tam'si, hizo salir al escritor que tenía dentro, sin abandonar nunca la música. Primero músico, después novelista.

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La poesía es uno de los grandes componentes de la obra literaria de este escritor que sorprendió a todos con su debut en 2007. Se trataba de una novela, Le Cœur des enfants léopards merecedora el mismo año del premio de los Cinco Continentes de la Francofonía (que le ha supuesto poder viajar por el mundo hablando de literatura) y del Premio Senghor. En ella anticipaba su interés por la cuestión identitaria y el peso del pasado. Localizada en un barrio de los suburbios de París, parece un intento de transmitir lo que Wilfried vivió allí siendo trabajador social durante 15 años.

Su vida cambió a finales de 2009 cuando se pudo dedicar por completo a la música y a la literatura. Su segunda novela (que vio la luz en 2010) ha sido publicada por la editorial Wanafrica este mismo año, con traducción de Elena López. Se trata de El silencio de los espíritus. Como la anterior, tuvo muy buena acogida tanto en Francia como en Alemania. Enraizada también en la vida de un joven africano, Clovis, que sobrevive en París convertido en un anónimo más, un clandestino, rememora su pasado ante la confianza y el amor que le ofrece Christelle. La trama, con gran carga de sensualidad, se inicia con la historia más convencional del encuentro de estos dos seres vapuleados. Sin embargo, después avanza perfilando la vida anterior de ambos, sobre todo la de Clovis, que nos muestra las dos caras de este hombre: en tanto víctima como verdugo y planteando el dilema de si es posible el perdón. Tras El silencio de los espíritus llegaron sus siguientes novelas: Fleur de béton, en la que trabaja para su adaptación al cine, y Berlinoise.

La obra narra la vida de un joven africano que sobrevive en París convertido en un anónimo más

A principios de este año ha ganado el Premio Ahmadou Kourouma con el título Un océan, deux mers, trois continents, una obra elogiada por escritores de la talla de Emmanuel Dongala que recupera la figura del que está considerado el primer embajador africano en el Vaticano, Nsaku Do Vunda, bautizado como Antonio Manuel. Estamos en 1604, en el Reino del Congo y el rey de Bakongo ordena al joven sacerdote ir a Roma. El único barco que puede realizar el viaje es uno lleno de esclavos, sin que él conozca en un primer momento esta circunstancia, embarcándose al frente de la delegación designada al efecto para acompañarle.

La trama, con gran carga de sensualidad, se inicia con la historia más convencional del encuentro de estos dos seres vapuleados

El escritor resalta que el sacerdote viajó libre con los oficiales, mientras los esclavos se pudrían en las bodegas. Testigo de excepción, ni esclavo ni traficante, su aventura le llevará también a España donde sufrirá a la Santa Inquisición. Nsaku Do Vunda es otro personaje olvidado por la historia y cuyos restos se encuentran en la Basílica de Santa María la mayor de Roma. Allí el visitante puede contemplar un busto negro, realizado en recuerdo de aquel sacerdote, el mismo que comienza a contar, en esta novela, su historia ocurrida hace más de 400 años.

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