Exterminadas las ratas del paraíso salvaje de las islas Georgias del Sur

Una ONG escocesa ha sufragado los 12,5 millones de euros de la campaña contra los roedores que amenazaban la supervivencia de varias especies de aves

Uno de los perros que han rastreado las islas Georgias del Sur, junto a un grupo de pingüinos.OLI PRINCE (AFP)

En las islas Georgias del Sur, un archipiélago del océano Atlántico bajo administración del Reino Unido, situado a más de 1.300 kilómetros de las Malvinas, ya no hay ratas que amenacen su riqueza biológica. Una campaña de erradicación de roedores, con un coste de 12,5 millones de euros y 10 años de trabajos, ha concluido con éxito, según ha informado la ONG South Georgia Heritage Trust (SGHT), creada en 2005 para proteger la naturaleza y el patrimonio...

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En las islas Georgias del Sur, un archipiélago del océano Atlántico bajo administración del Reino Unido, situado a más de 1.300 kilómetros de las Malvinas, ya no hay ratas que amenacen su riqueza biológica. Una campaña de erradicación de roedores, con un coste de 12,5 millones de euros y 10 años de trabajos, ha concluido con éxito, según ha informado la ONG South Georgia Heritage Trust (SGHT), creada en 2005 para proteger la naturaleza y el patrimonio histórico de las islas. Ha sido el programa de erradicación de roedores más importante realizado hasta ahora. 

Las Georgias del Sur, donde yace el explorador británico Ernst Shackleton, es un paraíso natural. En sus 3 756 km² de superficie, un poco más grande que la provincia de Álava, con la presencia humana limitada a los investigadores de una base científica, conviven lobos y elefantes marinos, varias especies de pingüinos, focas, y una gran variedad de aves, como el petrel azulado, la paloma antártica, patos, y la cachirla geórgica, entre una treintena de especies. 

Las ratas llegaron al archipiélago en los barcos de los cazadores de focas y balleneros, que a lo largo de los siglos XIX y XX establecieron allí campamentos. La introducción de roedores en los ecosistemas de las islas fue devastadora para las aves, especialmente en las especies que habitan en madrigueras o construyen sus nidos en el suelo. La voracidad de ratas y ratones amenazó la supervivencia de la cachirla y el pato piquidorado, por ejemplo, especies endémicas del archipiélago, explica la SGHT. 

La ONG puso en marcha en 2008 un ambicioso proyecto para revertir el daño causado en las islas por dos siglos de presencia humana. Las distintas fases del programa combinaron distintas armas contra los roedores, desde lanzamiento de veneno desde helicópteros, la colocación de más de 4.000 trampas o la distribución de cebos a base de mantequilla de cacahuete. La campaña se dio por acabada tras rastrear la superficie de las islas con tres perros adiestrados para detectar la presencia de ratas. Los perros han olisqueado a lo largo de 2.420 kilómetros buscando roedores.  La SGHT calcula que las adiestradoras de los perros han caminado por las escarpadas islas atlánticas el equivalente a escalar el Everest ocho veces. 

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El presupuesto de la operación (11 millones de libras; unos 12,5 millones de euros) ha sido recaudado por la ONG escocesa y su socia estadounidense Friends of South Georgia Island (FOSGI). A la aportación de 883.000 libras (1,009 millones de euros) del gobierno del Reino Unido se han sumado aportaciones privadas, fundaciones y empresas. 

"Estoy encantado de decir que en los últimos seis meses no hemos encontrado rastro de la presencia de roedores", ha dicho el director del proyecto, el profesor Mike Richardson. Las Georgia del Sur ya pueden presumir de ser un territorio "libre de ratas", presume Richardson. Ahora los promotores del programa de erradicación centraran sus esfuerzos en "la conservación y reinterpretación del patrimonio cultural de las islas para educar a las generaciones futuras en la defensa del medioambiente".  

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