‘Gora’, el bálsamo de Asier Etxeandia

ASIER ETXEANDIA no logra mirar a cámara para la foto. El actor bilbaíno se queda absorto observando cómo posa su perra Gora (“viva” en euskera). “Me hace tanta ilusión que hoy sea la estrella…”, dice el protagonista de películas como La novia o La puerta abierta. “Siempre había querido tener perro, pero soy uno de esos niños a los que sus padres no le dejaron”, cuenta ahora que tiene 42 años.

Cuando su cuñada le regaló a Gora, el animal se convirtió en el centro de sus atenciones. “En cuanto me la puso entre los brazos, tuve una sensación de responsab...

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ASIER ETXEANDIA no logra mirar a cámara para la foto. El actor bilbaíno se queda absorto observando cómo posa su perra Gora (“viva” en euskera). “Me hace tanta ilusión que hoy sea la estrella…”, dice el protagonista de películas como La novia o La puerta abierta. “Siempre había querido tener perro, pero soy uno de esos niños a los que sus padres no le dejaron”, cuenta ahora que tiene 42 años.

Cuando su cuñada le regaló a Gora, el animal se convirtió en el centro de sus atenciones. “En cuanto me la puso entre los brazos, tuve una sensación de responsabilidad difícil de explicar”. Si salía de su casa de Madrid sin ella, pasaba las horas pensando en volver. “Me preguntaba si habría aprendido algo nuevo”. Y siempre se la llevaba al trabajo. En aquel momento, Etxeandia representaba su espectáculo musical El intérprete, por el que recibió el premio Fotogramas de Plata 2014 a mejor actor de teatro. Una actuación íntima y personal en la que narra la historia de su infancia solitaria y entona las canciones que le sirvieron de refugio. La mascota lo esperaba en el camerino. “El primer día que vino, recuerdo volver del escenario sudando, vacío emocionalmente, con esa sensación que solo tienes cuando has actuado. Al ver a ese bichillo recibiéndome con euforia, sentí un alivio que nunca había experimentado. Y me di cuenta de que Gora era justo lo que necesitaba”.

Tres años después, duermen juntos (“haciendo la cuchara”), la lleva a comer con sus amigos y en la intimidad le canta, le habla y hasta le dice que la quiere “a ladridos”. “Gorita es mi amor, mi familia, lo más parecido a un hijo que voy a tener”.

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