¿De primero? Hojaldre ¿De segundo? Hojaldre ¿De postre? También
La Hojaldrería, en Madrid, salda una deuda histórica: convertir por fin esta masa crujiente en la protagonista absoluta de un restaurante
Los árabes trajeron el hojaldre a España pero, como siempre, fueron los franceses quienes se llevaron el mérito. Hasta hoy. Cuando Javier Bonet (mente pensante de proyectos gastronómicos como Sala de Despiece) conoció a la repostera cántabra Estela Gutiérrez, empezaron a darle vueltas a un proyecto único en Europa: abrir un restaurante con el hojaldre como protagonista.
“Es un producto que durante años ha sido un poco maltratado y queríamos acabar con esa imagen un poco viejuna que arrastraba”, explica Bonet. ...
Los árabes trajeron el hojaldre a España pero, como siempre, fueron los franceses quienes se llevaron el mérito. Hasta hoy. Cuando Javier Bonet (mente pensante de proyectos gastronómicos como Sala de Despiece) conoció a la repostera cántabra Estela Gutiérrez, empezaron a darle vueltas a un proyecto único en Europa: abrir un restaurante con el hojaldre como protagonista.
“Es un producto que durante años ha sido un poco maltratado y queríamos acabar con esa imagen un poco viejuna que arrastraba”, explica Bonet. “En realidad, con el hojaldre se pueden hacer cosas modernas y divertidas”. La prueba es la carta de La Hojaldrería (Virgen de los Peligros, 8. Madrid): dulces, salados, en forma de volován o milhojas, aquí se disfruta de esta masa crujiente en el desayuno, en la comida y en la cena.
La estrella del local: la hamburguesa Wellington, con champiñón, cebolla, lechuga, foie mi-cuit, eggchup y trufa negra. De guarnición, patata hojaldrada. “Siempre me dan ganas de comer el Wellington con las manos y es más fácil si cambias el solomillo por carne picada”, dice Bonet. Un bocado basta para darle la razón.