El biberón de aceite de Martín Berasategui

Bíbelo, nombre que funde el entusiasmo vital y los biberones nada infantiles que permiten a los chefs jugar con los líquidos en cocina es la marca de aceite de oliva virgen extra que lanzan Martín Berasategui y El Jardín de Almayate. El cocinero donostiarra, que suma en sus restaurantes ocho estrellas Michelin, y el grupo empresarial agrícola andaluz se han aliado para producir un nuevo producto “dedicado al gran consumo, capaz de conquistar a todos los públicos”. Y para preservar sus arom...

Bíbelo, nombre que funde el entusiasmo vital y los biberones nada infantiles que permiten a los chefs jugar con los líquidos en cocina es la marca de aceite de oliva virgen extra que lanzan Martín Berasategui y El Jardín de Almayate. El cocinero donostiarra, que suma en sus restaurantes ocho estrellas Michelin, y el grupo empresarial agrícola andaluz se han aliado para producir un nuevo producto “dedicado al gran consumo, capaz de conquistar a todos los públicos”. Y para preservar sus aromas y su contenido de calidad han ideado un envase singular. Se trata de una botella de plástico en forma de biberón gastronómico, de 500 mililitros, cuyo dispensador en punta permite regular cada uso (gotas, chorro…). El cuerpo cilíndrico simula una chaquetilla blanca de cocinero con botones verdes y el tapón es como un gorro de cocinero.

Este AOVE “selección gourmet” de aceitunas arbequina y arbosana ha sido presentado en Madrid con el apoyo del secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas Godino, quien, a las puertas de un viaje promocional de productos españoles en China, destacó el valor del aceite de oliva como clave de la exportación de la marca España. “Una de cada cinco exportaciones son agroalimentaria y de los 75 millones de turistas, un 15% viene atraído por la gastronomía”.

Precisamente Berasategui, cocinero internacional donde los haya, tiene instinto a la hora de las apuestas gastronómicas e inició “su historia de amor” con El Jardín de Almayate en 2104, visitando su puesto de aceites en el congreso San Sebastián Gastronomika. Allí probó un zumo de olivas que le pareció “el Rolls Royce de los aceites” y se puso manos a la obra con la familia Muñoz, propietaria de la empresa andaluza. Fundada hace más de 30 años, dispone de 5.200 hectáreas de superficie de cultivo repartidas en siete fincas en Cádiz, Málaga, Sevilla, Madrid y Argentina.

El chef ha podido conocer, además de sus olivares, las producciones de cítricos (naranjas, mandarinas, limones), hortícolas (patatas, zanahorias), forrajearas (alfalfa), cereales, girasol y cultivos tropicales (papayas, mangos, chirimoyas y aguacates).

Berasategui está entusiasmado con la abundancia de producciones y energía empresarial (lo que él llama “garrote”) de sus aliados y halaga la “versatilidad” de Bíbelo, al que añade emocionado su firma homenaje al Martín padre “que murió joven y no pudo ver lo que consiguió el hijo”.

Bíbelo es un zumo de aceituna con sabor a hierba verde, un amargo sutil y un leve deje picante. Según el chef de Lasarte, es adecuado para elaboraciones crudas (ensaladas) y todo tipo de cocinados (cocidos, asados, plancha…) y técnicas, así como para preparaciones dulces. En los próximos días estará en los lineales de los supermercados a no más de ocho euros, aseguran sus responsables.