Cartas al director

El 1-O, un día triste

El 1 de octubre pasará a la memoria histórica de los españoles como la fecha en la que la imagen democrática, avanzada, cosmopolita, vanguardista en muchos aspectos de Cataluña se rompió por la manipulación de una parte de la población catalana, por la coexistencia de unos políticos locales irresponsables y de un Gobierno estatal inactivo. ¡Qué pena!— Sergio Prieto Galván. Santa Úrsula (Tenerife).



El Gobierno de la Generalitat ha violado la ley estatal y la propia, el Estatut. Ha desobedecido al Constitucional y al Tribunal Superior de Justicia ...

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El 1 de octubre pasará a la memoria histórica de los españoles como la fecha en la que la imagen democrática, avanzada, cosmopolita, vanguardista en muchos aspectos de Cataluña se rompió por la manipulación de una parte de la población catalana, por la coexistencia de unos políticos locales irresponsables y de un Gobierno estatal inactivo. ¡Qué pena!— Sergio Prieto Galván. Santa Úrsula (Tenerife).

El Gobierno de la Generalitat ha violado la ley estatal y la propia, el Estatut. Ha desobedecido al Constitucional y al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, ha ordenado a los Mossos que desobedezcan la ley, ha alentado a los ciudadanos a incumplirla, han utilizado dinero público para financiar un acto ilegal. Ha coaccionado a los funcionarios y ha dividido a la sociedad catalana. A pesar de ello, se autoconsidera un Gobierno democrático y a Rajoy un autoritario. ¿Alguien da más? Y uno se pregunta: ¿se les juzgará por todo ello ahora o se dejará que lo haga la historia? ¿Hay todavía algún ingenuo que siga creyendo que la ley es igual para todos?— Jorge Arroyo. Sant Cugat del Vallés (Barcelona).

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Yo también me pregunto si la violencia era necesaria. Sí. Y quien más la necesitaba era el Govern para legitimar un proyecto indudablemente totalitario y xenófobo. Podía haberla evitado: bastaba con cerrar los colegios y ponerlos bajo la protección de los Mossos, pero decidió exponer a sus partidarios a esa violencia que él mismo había provocado. Porque sabía que el Gobierno central no podía sino impedir un acto que vulneraba la legalidad común. Lamentemos los heridos. Con sinceridad. Pero reconozcamos a quienes instigaron e instrumentalizaron.— Diego Margallo Ariza. La Nucía (Alicante).

Más allá de la ilegalidad del referéndum, más allá de no entender por qué España puede ser divisible como nación y Cataluña no, más allá del ridículo del Gobierno central y del catalán al considerarse ambos vencedores, más allá de las imágenes de la Guardia Civil y la Policía Nacional que han dado la vuelta al mundo, más allá de la falta de conocimiento histórico que periódicos internacionales como The New York Times y Washington Post han demostrado en sus artículos, lo triste es que al final han ganado los que quieren utilizar las diferencias para dividirnos. Somos mejores como individuos y como sociedad si valoramos más lo que nos une que lo que nos separa.— David Cereceda Señas. Filadelfia (EE UU).

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