Cartas al director

Derechos y libertades

En mi lejana juventud, en plena dictadura, mis padres me dijeron: “Cuando vayas por una acera debes ceder el paso a las personas mayores”. Ahora, aunque soy persona mayor, cuando voy por una acera debo ceder yo el paso a ciclistas, algunos adultos y a jóvenes con monopatines, para evitar que me partan un tobillo. Si vienen por detrás es peor: no los veo y no puedo cederles el paso. Creo entenderlo: en democracia el pueblo tiene “derecho a decidir”, si unas personas, adultos o jóvenes, deciden ir en bici o en monopatín por la acera, los demás que se aparten; si unos nacionalistas deciden la ind...

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En mi lejana juventud, en plena dictadura, mis padres me dijeron: “Cuando vayas por una acera debes ceder el paso a las personas mayores”. Ahora, aunque soy persona mayor, cuando voy por una acera debo ceder yo el paso a ciclistas, algunos adultos y a jóvenes con monopatines, para evitar que me partan un tobillo. Si vienen por detrás es peor: no los veo y no puedo cederles el paso. Creo entenderlo: en democracia el pueblo tiene “derecho a decidir”, si unas personas, adultos o jóvenes, deciden ir en bici o en monopatín por la acera, los demás que se aparten; si unos nacionalistas deciden la independencia, los demás que se aguanten. Solo tengo una duda: ¿quién es ese a quien llaman “el pueblo”?— Ignacio Rodríguez. A Coruña.

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