A Javier Marías
Es posible que, como dice Joaquín Reyes, Javier Marías sea un cascarrabias y que le guste despotricar. Pero resulta innegable que es una persona valiente, porque hacen falta grandes dosis de valor —casi de temeridad— para enfrentarse a la tiranía de las hordas de tuiteros furibundos. Es posible que Javier Marías necesite un abrazo. Pero también es cierto que hay un gran número de periodistas que precisa de una inyección urgente de coraje para ser capaz de expresar sus opiniones sin ambages.— Carmen Gil Martínez. La Línea de la Concepción (Cádiz)....
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Es posible que, como dice Joaquín Reyes, Javier Marías sea un cascarrabias y que le guste despotricar. Pero resulta innegable que es una persona valiente, porque hacen falta grandes dosis de valor —casi de temeridad— para enfrentarse a la tiranía de las hordas de tuiteros furibundos. Es posible que Javier Marías necesite un abrazo. Pero también es cierto que hay un gran número de periodistas que precisa de una inyección urgente de coraje para ser capaz de expresar sus opiniones sin ambages.— Carmen Gil Martínez. La Línea de la Concepción (Cádiz).