Alicia Giménez Bartlett e 'Irma', la dulce

La escritora Alicia Giménez Bartlett vive con Irma, una dogo de Burdeos que ella y su marido compraron en Francia hace tres años. La llamó así por la película Irma la dulce. Cada día la cepilla, le limpia las orejas y caminan juntas una hora. “Mis amigos dicen que, si viviesen otra vida, querrían ser ‘el perro de Alicia”.

La ganadora del Premio Planeta 2015 colabora con una protectora de animales y acoge a perros mayores. Los suyos, sin embargo, los compra. “La estética de un perro de raza me fascina. Es horrible decirlo, pero es así”. Cuenta que incluso ha intentado s...

La escritora Alicia Giménez Bartlett vive con Irma, una dogo de Burdeos que ella y su marido compraron en Francia hace tres años. La llamó así por la película Irma la dulce. Cada día la cepilla, le limpia las orejas y caminan juntas una hora. “Mis amigos dicen que, si viviesen otra vida, querrían ser ‘el perro de Alicia”.

La ganadora del Premio Planeta 2015 colabora con una protectora de animales y acoge a perros mayores. Los suyos, sin embargo, los compra. “La estética de un perro de raza me fascina. Es horrible decirlo, pero es así”. Cuenta que incluso ha intentado ser vegetariana, pero que no ha podido por culpa del jamón. “Si hubiera un partido jamonista, sería miembro de él”, ríe. “Estamos llenos de contradicciones”.

Bartlett siempre ha tenido perros y gatos. “Soy una mujer muy poco espiritual y la convivencia con ellos me conecta con la naturaleza”. En los años noventa, la novelista creó el personaje de la inspectora Petra Delicado, que ha protagonizado 10 de sus libros; el segundo fue Día de perros. “Para escribirlo, exploré a fondo el mundo de estos animales”.

Cuando trabaja, Irma se tumba a su lado. “Sobrellevo mejor la soledad de escribir si ella está conmigo”. Con 65 años, reconoce que su vínculo con Irma puede ser más “agarrado” que con sus hijos, porque ellos ya son independientes. Pero insiste en que el amor no se puede clasificar ni comparar. “Simplemente, se quiere”.