Hasta hace apenas una década los ácidos grasos Omega 3 eran auténticos desconocidos para el gran público. Pero gracias al creciente interés por la alimentación, se han convertido en un concepto que resulta familiar para la mayoría de los consumidores. El motivo por el que su ingesta es tan importante lo explica Rosa Ortega, del Departamento de Nutrición, Facultad de Farmacia, Universidad Complutense de Madrid: “Los ácidos grasos omega-3, especialmente del eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexaenoico (DHA) son muy importantes en la prevención y control de enfermedades cardiovasculares”. Y algo más: “En diversas investigaciones los omega-3 también se asocian con beneficios en la salud del cerebro a lo largo de toda la vida, alivio en los síntomas de artritis reumatoide y depresión, retrasando el progreso de la enfermedad de Alzheimer, protección frente al desarrollo de diabetes tipo 2 y resistencia a la insulina, con beneficios frente al cáncer, en el control de peso y reducción de adiposidad en el abdomen”. Solo un inconveniente: no podemos sintetizar los omega-3, solo podemos obtenerlos a través de la dieta.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) (2), recomienda una cantidad mínima de 250 mg/día, aunque esta cantidad puede llegar hasta los 2g/día en función de los factores de riesgo cardiovascular de cada individuo.
A pesar de su importancia, estudios recientes muestran que la población española no consume la cantidad de omega-3 recomendada. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), recomienda una cantidad mínima de 250 mg/día, aunque esta cantidad puede llegar hasta los 2g/día en función de los factores de riesgo cardiovascular de cada individuo. Ortega da algunas claves: “Los españoles han oído hablar de los omega-3 mayoritariamente en medios de comunicación y el consumidor lo asocia con beneficios en la salud, sin un conocimiento profundo en el tema”. Es decir, no se sabe lo beneficiosos que realmente resultan para la salud cardiovascular ni dónde encontrarlos. “La principal fuente de omega-3 es el pescado, pero el consumo actual en España (una ración frente a las cuatro recomendadas) no es suficiente para alcanzar la cantidad recomendada de omega-3, por eso algunos alimentos de consumo cotidiano, como por ejemplo la leche (presente en el 99% de los hogares), incluyen omega-3, para ayudar a conseguir el aporte aconsejado y los beneficios nutricionales y sanitarios asociados”, comenta Rosa Ortega, quien se refiere a las leches enriquecidas.
Vamos, que es necesario tratar de incluir este nutriente en la dieta diaria. Y así debe ser a todas las edades, como asevera Rosa Ortega: “Algunas investigaciones ponen de relieve la importancia de los ácidos grasos omega-3 en el embarazo y lactancia, para permitir la correcta formación de estructuras del cerebro, retina… Posteriormente a lo largo de la vida se tiene que cuidar el aporte pensando en salud cardiovascular, pero también para lograr otros beneficios en la salud o para prevenir diversas enfermedades”.
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