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Gourmet en un barrio de chabolas

Sobre cómo la gastronomía cambia la vida de los peruanos

El Instituto Culinario Pachacútec es una escuela de cocina social creada por el chef Gastón Acurio, que opina que el boom gastronómico de Perú tiene que ofrecer oportunidades a todos.
El contenedor de libros que donó el conocido chef Ferran Adrià tras su visita a la escuela sirve de biblioteca.
Los alumnos reciben seis días a la semana clases de cocina novoandina, una fusión peruana con influencias mediterráneas, japonesas y chinas.
Los mejores restaurantes de Lima envían a sus chefs un día a la semana a Pachacútec para dar clase a los alumnos.
Nueve de cada 10 alumnos logran un empleo antes de terminar los estudios.
En menos de un siglo, la población de Lima se ha multiplicado por 14.
En Pachacútec viven 200.000 personas; todos los días llegan 40 familias más.
Lima es una ciudad donde impera la filosofía del “hazlo tú mismo”. A falta de planes sociales de vivienda, los habitantes se las arreglan por sí mismos. Ocupan una parcela de tierra, construyen su propia casa e instalan las infraestructuras básicas.
Los padres de Elza construyeron su propia casa, igual que otros recién llegados a la ciudad.
Cuando tenga su propio restaurante, ayudará a toda la familia a salir adelante. El sueño de Elza es que todos puedan trabajar con ella.
Los padres de Elza ganan el salario mínimo, lo cual es insuficiente para pagar unos estudios universitarios a su hija.
Gracias a la escuela de cocina social, Jocelyn Paz Delgado, de 19 años, tiene una oportunidad de hacer carrera en el mundo de la gastronomía.
Jocelyn hace arroz con leche para pagarse la escuela. Su madre vende raciones en la calle mientras cuida de su hermano pequeño.
Casa Moreyra, los jardines y el restaurante de Astrid y Gastón Acurio.