El gran supermercado de las armas

Reunión en el estand de Thales Group, una compañía francesa especializada en electrónica aplicada a la defensa y la seguridad.Gregori Civera

JUNIO DE 2016. Francia se encuentra en estado de excepción. Diez mil militares patrullan todos los rincones ante la amenaza yihadista, que ya ha golpeado en París y semanas después volverá a hacerlo en Niza. Eso no impide que más de 1.500 expositores acudan a la capital francesa atraídos por Eurosatory, la mayor feria europea de armamento terrestre. La proliferación de conflictos convencionales o asimétricos –Siria, Irak, Libia, Yemen, Ucrania y un largo etcétera– hace que el negocio de la ...

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JUNIO DE 2016. Francia se encuentra en estado de excepción. Diez mil militares patrullan todos los rincones ante la amenaza yihadista, que ya ha golpeado en París y semanas después volverá a hacerlo en Niza. Eso no impide que más de 1.500 expositores acudan a la capital francesa atraídos por Eurosatory, la mayor feria europea de armamento terrestre. La proliferación de conflictos convencionales o asimétricos –Siria, Irak, Libia, Yemen, Ucrania y un largo etcétera– hace que el negocio de la guerra esté más boyante que nunca. Pese a la crisis, el comercio mundial de armas ha crecido un 16% en el periodo 2010-2014 respecto al quinquenio anterior, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Incluso en Europa, donde el dividendo de la paz recortó los gastos militares tras la Guerra Fría, vuelven a crecer, espoleados por el miedo al expansionismo de Putin.

En Eurosatory puede encontrarse cualquier producto relacionado con la defensa, incluidos uniformes y ropas de camuflaje.

Durante cinco días, el Parc des Expositions de Villepinte, junto al aeropuerto Charles de Gaulle, se convierte en un gigantesco bazar donde los más de 57.000 asistentes de 151 países se pasean entre blindados, obuses, fusiles de asalto, equipos de combate, drones o robots armados, y pueden conocer de primera mano el estado del arte de la ciberguerra. Es posible subir a bordo de un JLTV (vehículo táctico ligero conjunto, por sus siglas en inglés) de la firma estadounidense Oshkov, llamado a sustituir al Humvee popularizado por las películas; o asistir a la puesta de largo de KNDS, el nuevo gigante nacido de la fusión de la germana Krauss-Maffei Wegmann y la francesa Nexter. La compañía coreana Hanwha muestra por primera vez su misil balístico K-BATS, mientras la israelí IAI expone su RoBattle, robot que puede ser equipado con radares o armas manejadas por control remoto.

Cristales blindados de fabricación holandesa o pistolas de oro paquistaníes. Todo cabe en la feria.

Las sanciones a Moscú por la anexión de Crimea imposibilitaron que los fabricantes rusos, habituales de esta feria, desembarcaran en París con la última versión del legendario fusil Kaláshnikov o el nuevo tanque Armata, pero ello no desanimó a una docena de compañías para acudir con vídeos y maquetas. El embargo europeo no impide promocionar los mismos productos que prohíbe importar.

A la izquierda, exposición de distintos tipos de municiones. A la derecha, un grupo de militares escucha una charla sobre seguridad.
El Eurosatory reúne a 57.000 asistentes de 151 países.

También la industria española tuvo su propio pabellón, aunque modesto, con una decena de empresas. La estadounidense General Dynamics European Land Systems (GDELS) expuso el Piraña 5, elegido como plataforma del futuro blindado 8×8 ruedas del Ejército de Tierra español, mientras que la gallega Urovesa y la pública Navantia Sistemas exhibieron una versión del vehículo VAMTAC dotado con un sistema de vigilancia especialmente útil para el control de fronteras.

Muestra de vehículos militares y maqueta de un nuevo modelo de tanque.

No todos compartieron el entusiasmo del ministro francés de Defensa, Yves Le Drian, quien celebró el auge de las exportaciones de armas de su país, que en 2015 duplicaron las del año anterior, ya de por sí un récord histórico. Amnistía Internacional tachó el evento de “escaparate de la represión mundial” y denunció que se comercie con dictaduras como la del general egipcio Al Sisi. Dada la discreción de estas transacciones, es imposible saber cuántos contratos se firmarán a partir de los contactos tejidos en la capital francesa. Pero deben ser muchos, pues cada vez más países (este año se ha estrenado Japón) se suman a la cita. La próxima edición, la número 26, en 2018.

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